Susana Díaz nombra a dos independientes y a Rosa Aguilar en su nuevo Gobierno
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha presentado en la tarde del miércoles al Comité Director del PSOE-A las caras de su nuevo gobierno. Satisfacción entre los suyos por un ejecutivo en el que se equilibra continuidad (repiten cinco consejeros) y renovación (ocho caras nuevas); un gobierno con hombres de peso dentro del partido pero que incorpora como independientes a los rectores de las universidades de Sevilla y Málaga; además de contar con la presencia de consejeros de todas las provincias (Díaz ha reconocido como un error no contar con Almería en el ejecutivo anterior).
“Un gobierno potente que demuestra que se puede ser político y técnico, con capacidad de innovar, con experiencia, juventud y talento”, sintetizó la presidenta.
En el nuevo Ejecutivo andaluz, que tomará posesión este jueves a las 12.00 y celebrará su primer Consejo de Gobierno al día siguiente, viernes, destaca la vuelta de la que fuera exministra de Medio Ambiente y exconsejera de Obras Públicas y Vivienda con José Antonio Griñán, Rosa Aguilar, que asume la cartera de Cultura, la consejería que prometió recuperar Susana Díaz durante la campaña electoral. Su nombramiento coincidía esta tarde con la Comisión de Justicia en el Congreso, de la que era portavoz y de la que salía entre aplausos. Poco se ha detenido la presidenta en su discurso en Rosa Aguilar, la ex alcaldesa de Córdoba con IU a la que José Antonio Griñán atrajo a las filas socialistas.
Tres son las áreas prioritarias del nuevo Ejecutivo: Economía, Educación y Salud. Al hasta ahora rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, le encomienda Díaz pivotar uno de los principales objetivos de la nueva legislatura “asentar un nuevo modelo productivo en Andalucía, porque tenemos potencia y capacidad pare crecer más y mejor”. Ramírez de Arellano se hará cargo de la consejería de Economía y Conocimiento, desde la que tendrá también la competencia en las Universidades.
Otra independiente y también rectora, Adeliada de la Calle, se hace cargo de Educación, otro de los pilares del nuevo gobierno. “Adelaida de la Calle es una mujer referente en España en la defensa de la educación pública porque tiene claro que en la educación pública está la defensa del futuro de Andalucía”, dijo la presidenta. De la Calle, rectora de la Universidad de Málaga, fue entre 2011 y 2013 la primera mujer al frente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). En noviembre del pasado año fue la encargada de firmar el oficio para la apertura de un expediente informativo al objeto de aclarar si el secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón, incumplió sus obligaciones laborales en un proyecto de investigación para el que estaba contratado. Siempre ha estado entre las candidatas, incluso para las municipales, para dar el salto a la política.
Díaz agradeció la incorporación de los rectores al gobierno y lo tradujo en un gesto para “hacer del PSOE el partido de la gente, el partido que afronta la recuperación de otra manera”.
El tercer eje sobre el que rotará la acción del gobierno es la Consejería de Salud, “que tendrá junto a Educación el respaldo presupuestario para recuperar los servicios y la calidad”, se comprometió la presidenta. Díaz ha desgajado en dos la anterior Consejería de Igualdad, Salud y Servicios Sociales. La parte sanitaria sale reforzada con departamento propio del que se encarga Aquilino Alonso Miranda, hasta ahora viceconsejero. Mientras, María José Sánchez Rubio se mantiene dirigiendo la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales;
La predidenta mantiene como consejeros a dos de los pilares de su anterior ejecutivo. En la coordinación política del gobierno continúa con Manuel Jiménez Barrios como vicepresidente y consejero de Presidencia. El apartado de las cuentas públicas sigue bajo la responsabilidad de María Jesús Montero como titular de Hacienda y Administración Pública.
Díaz recupera también como departamento propio la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, al frente de la cual sitúa a José Sánchez Maldonado, hasta ahora consejero de Economía. Continúa también Emilio de Llera al frente de la Consejería de Justicia e Interior. También sigue como portavoz Miguel Ángel Vázquez, que será nombrado en el primer Consejo de Gobierno. Salen del Gobierno Luciano Alonso, Elena Víboras y María Jesús Serrano.
Las otras cuatro caras nuevas serán los hasta ahora delegados de la Junta en Sevilla y Huelva (Francisco Javier Fernández Hernández, en la Consejería de Turismo y Deporte -el primer consejero socialista de Turismo que no procede de Málaga-, y José Fiscal, en la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio). Completan el cuadro la presidenta del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), María del Carmen Ortiz Rivas, en la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural; y Felipe López García, en la Consejería de Fomento y Vivienda, hasta ahora senador por el PSOE y antiguo delegado de la Junta en Jaén.
La composición del nuevo Ejecutivo incluye a representantes de las ocho provincias, cinco de ellos de la provincia de Sevilla (la propia presidenta Susana Díaz y los consejeros Antonio Ramírez de Arellano, María Jesús Montero, Francisco Javier Fernández y Emilio de Llera). Granada y Málaga cuentan con dos representantes cada uno -Aquilino Alonso y María José Sánchez Rubio, y Adelaida de la Calle y José Sánchez Maldonado-. El resto de provincias cuentan con un consejero: María del Carmen Ortiz (Almería), Manuel Jiménez Barrios (Cádiz), Rosa Aguilar (Córdoba), José Fiscal (Huelva) y Felipe López (Jaén).
Arropada y reforzada por su partido, nadie ha tomado el turno de palabra tras la intervención de la presidenta, Susana Díaz afirma que se pone al frente de un Gobierno que trabajará por el diálogo, el acuerdo y el consenso. “Tenemos el compromiso de hacer útil la política”, dijo en un mensaje dirigido tanto a los suyos como a la oposición.
Ya en clave interna, defendió que el PSOE andaluz ha recuperado en España la centralidad política como un partido con vocación mayoritaria que aspira a cambiar la vida de la gente. Frente a los socialistas ha situado a aquellos que creen que el camino “es arrasar con las normas, saltarse la Constitución o cambiar las reglas del juego de la convivencia democrática” o a aquellos otros que utilizan esas normas o la Carta Magna para llevarse por delante los derechos de los ciudadanos.