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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Cuatro horas deshidratada en urgencias a los 96 años: “Se me parte el corazón viendo a mi abuela así”

nonagenaria esperando

Javier Ramajo

Su nieto denunció públicamente lo que estaba viviendo. Horas de espera en las Urgencias de un hospital de Sevilla para atender a su abuela, de 96 años, deshidratada y procedente de una residencia de ancianos de Dos Hermanas donde le acababan de dar la extremaunción. Así estuvo unas cuatro horas, según explica a eldiario.es Andalucía este periódico Christian de Saint Roman, que difundió una publicación que ha corrido como la pólvora en Twitter y que afirma que lo hizo para denunciar la “falta de organización” en el centro sanitario a la espera de que “sirva para algo”. “A ver si las redes sociales valen solo para publicar fotos de Cristiano Ronaldo”, apunta.

Su mensaje iba dirigido a Susana Díaz, la presidenta andaluza. 'Espero que su familia no tenga que pasar por esto', le decía en el tuit. De Saint Roman, que se dedica a los negocios, asegura “humildemente” que “no es falta de recursos sino de cómo se están usando”. Su abuela, una enfermera parisina de la Cruz Roja que trabajó atendiendo soldados en la II Guerra Mundial y que lleva unos 15 años en Andalucía, según relata, está ahora ingresada en el vecino Hospital El Tomillar, en la carretera entre Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra. “Con todo lo que ha vivido, se me parte el corazón viéndola así”, comenta.

Tras ser atendida por su médico en la residencia el lunes por la mañana, este hombre acudió con su hermana, su padre y su abuela al Hospital Virgen de Valme. Estuvo “unas cuatro horas” en la sala de espera a la que pertenece la imagen, rodeada de una treintena de personas aproximadamente. La vieron y la pasaron a una zona mejor, “al final del pasillo a la izquierda”, ironiza el denunciante dentro de su “indignación” por la situación vivida. Lo peor vino después, dice, cuando sobre las 21 horas pidieron algo de comer y “no nos pudieron dar ni un yogur”. “Tuvimos que ir a por un potito de bebé y allí mismo se lo dimos”, señala.

Christian de Saint Roman no solo difundió la imagen en las redes sociales sino que fue a denucnciar el caso a la Policía. Según cuenta, los agentes lo primero que le preguntaron fue si su abuela había muerto mientras esperaba a ser atendida. Ante la respuesta negativa, según dice, le comentaron que no había nada que denunciar allí, que pusiera una queja ante la administración competente. “Visto lo visto, espero que Susana Díaz tenga la decencia de recibirme”, señala.

“La situación es recurrente”, señala a este periódico Luis González, secretario de acción sindical de sanidad en CCOO Sevilla. “No es un problema de las urgencias del Valme, aunque a veces se colapsen, sino al cierre continuado de camas de hospitalización en todos los centros, es algo estructural en Sevilla”, indica. “Sevilla necesita más camas, es algo que venimos reivindicando y que se solventaría en parte con la reapertura del Hospital Militar, abandonado a su suerte. En verano se cierran camas. Disminuye la demanda pero no se puede afinar tanto”, dice el sindicalista.

Por su parte, Reyes Zabala, portavoz del sindicato de enfermería Satse en Sevilla, señala en ese mismo sentido que “no hay que normalizar este tipo de situaciones, todo lo contrario, no son admisibles y hay que denunciarlas”. En este caso, el hospital “ya está con el Plan de Vacaciones y tiene dos alas cerradas”, detallando que “hay 64 camas cerradas a día de hoy”. “Los tiempos de espera aumentan por no haber disponibilidad de camas”, señala Zabala, que pide también “diligencia” a la hora de reabrir camas en los centros hospitalarios sevillanos si hacen falta, haciendo hincapié en que “no nos conformamos con lo que está ocurriendo con nuestra sanidad pública por la mala gestión que se está aplicando”.

Los argumentos del centro

“Los lunes son siempre días complicados en cualquier hospital”, dicen fuentes oficiales del centro sanitario de Valme, aludiendo a “un pequeño repunte” de pacientes este lunes respecto a otros días aunque “dentro de lo normal”. Lo cierto es que no es la primera vez que pasa algo similar en este centro. En cuanto a la situación concreta de esta señora de 96 años confirman que ingresó con “síntomas de deshidratación” y que la práctica de “varias pruebas” puede provocar “demora” a la hora de ser llevada a una habitación. “Los ingresos no son inmediatos”, añaden.

“Desde el Hospital de Valme no podemos ofrecer datos clínicos ni asistenciales de pacientes por motivos de confidencialidad, pero la familia tendrá la respuesta del centro a la reclamación presentada, una vez se analice con detalle el caso clínico y los diferentes pasos dados para dar respuesta a esta paciente, que este martes ha pasado a planta tras su primera atención en Urgencias, y su paso posterior a Observación, y siempre siguiendo las indicaciones del personal médico responsable de su atención”, argumentan en una respuesta escrita ante la demanda de información por parte de este periódico.

Afirman también que el lunes “se atendieron un total de 420 pacientes, cifra dentro de la demanda habitual de los lunes, día de la semana con mayor demanda asistencial, aunque registrándose un pico puntual en horario de mañana”. El centro dispone de un sistema de triaje siguiendo el modelo organizativo propuesto por el Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias, que permite priorizar la atención a los pacientes en función de la gravedad de forma que, a pesar de que haya un incremento del número de personas que acuden a las Urgencias, el sistema de triaje identifica y prioriza a los pacientes más graves para ser atendidos de una forma precoz, explican. “El centro está preparado para atender un mayor aumento puntual de la demanda en Urgencias como el registrado”, añaden.

El centro también quiere aclarar qu, tras ser clasificado el paciente, es evaluado en consulta médica, donde se valora la necesidad de pruebas complementarias y de cuidados. Tras recibir los resultados se vuelve a reevaluar al paciente, sus necesidades y los resultados de las pruebas complementarias. Todo ello, permite decidir si el paciente puede irse de alta o si requiere pasar a observación y seguir siendo monitorizado con tratamientos específicos. Tras permanecer en observación, puede decidirse su alta, una vez estabilizado, o cursarse su ingreso hospitalario. Este hospital monitoriza constantemente la afluencia de pacientes a la puerta de Urgencias, de modo que puede tomar las medidas necesarias para atender al incremento de la demanda de forma ágil y priorizando las necesidades de asistencia de los pacientes según sus necesidades por los procesos clínicos que presentan.

En cuanto a los aspectos relacionados con la confortabilidad e intimidad, “este hospital sigue trabajando para mejorar y minimizar posibles molestias que se generan durante la espera”, indican.

El “colapso” en el Hospital de Valme

Hace exactamente un mes, el Hospital de Valme fue objeto de una movilización para denunciar el “colapso” en las urgencias hospitalaria. En concreto, medio centenar de personas participaron en junio en la primera de las movilizaciones convocadas por Marea Blanca en Sevilla para denunciar el colapso “crónico” que sufren los servicios de urgencias de los centros del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la provincia, a consecuencia de la falta de personal y los “continuos” recortes económicos que está sufriendo la sanidad pública.

Uno de los portavoces de Marea Blanca en Sevilla, Sebastián Martín Recio, lamentaba el “empeoramiento de la calidad asistencial” de la sanidad pública, a consecuencia del “cierre de alas en los hospitales y la reducción del número de camas”, y señala que son los pacientes quienes “sufren en sus carnes el aumento de las listas de espera y la demora de atención en las urgencias”. “Los presupuestos que tiene ahora la sanidad andaluza, consecuencia de los recortes de los últimos años, son insuficientes”, denunciaba.

En la protesta estuvieron presentes representantes de los sindicatos USO, CCOO y Satse; del colectivo de usuarios de la sanidad pública, con su portavoz Dolores Dávila al frente; así como Facua Sevilla y representantes políticos como el coordinador provincial de IU, Manuel Lay, o el alcalde de Los Palacios y Villafranca (IP-IU), Juan Manuel Valle.

Marea Blanca en Sevilla denuncia que los servicios de Urgencias de los hospitales sevillanos están sufriendo un “progresivo deterioro” a causa de un espacio “insuficiente y, en ocasiones, poco apropiado” y a la “altísima” carga de trabajo que soporta el personal, que, “a pesar de su encomiable esfuerzo y profesionalidad, provoca la saturación del servicio y demoras inaceptables en la asistencia que se dispensa a los usuarios”.

Además, la falta de camas hospitalarias retrasa los ingresos en planta, lo que obliga a los pacientes a permanecer en las Urgencias o en las unidades de Observación de los hospitales, “que sufren un colapso permanente”. La plataforma subrayaba que el problema de saturación de las Urgencias se ve, además, agravado en verano por la reducción de las plantillas a consecuencia de las vacaciones.

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