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Con luz y taquígrafo: se cumplen diez años de la primera exhumación pública del franquismo en Andalucía

Agustín Góngora sostiene una foto de su hermano durante las excavaciones de 2003

Juan Miguel Baquero

“Abren en Lecrín (Granada) la primera fosa común en Andalucía de fusilados de la Guerra Civil”. Con este titular, hace diez años, la prensa de la época daba a conocer el inicio de las exhumaciones con ‘luz y taquígrafos’ en la Comunidad Autónoma andaluza. No es que nunca antes se hubiese roto la tierra pero la búsqueda de Aniceto Góngora –a petición de su hermano–, y otros 24 represaliados, fue pionera al prescindir de aquel velo de clandestinidad hasta entonces reiterado.

En una década se han sucedido actuaciones exhumatorias que comparten el denominador común de su información pública. Unas deparan resultados positivos y, otras, no tanto. Pero su conocimiento se entiende ahora como un paso en el camino memorialista. Aún así, Andalucía sigue sembrada por cientos de fosas repartidas en todas las provincias que albergan, 77 años después del alzamiento golpista que provocó la Guerra Civil, miles de asesinados por el franquismo.

“Familiares y amigos excavarán”

Aquel verano de 2003 fue agridulce para Agustín Góngora Montero. Su empeño era encontrar los restos de su hermano Aniceto, natural del pueblo alpujarreño de Torvizcón y enterrado tras ser muerto a tiros en un paraje del cercano Lecrín. El apoyo del Ayuntamiento lecrinense, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) estatal y la Confederación General del Trabajo de Andalucía (CGT-A), hicieron posible la búsqueda.

Suponía el primer intento de localizar y exhumar públicamente una fosa común de fusilados de la Guerra Civil. “Familiares y amigos excavarán en el lugar donde se supone que están sepultadas 25 personas”, destacaban los tabloides. Pero no hubo resultado positivo y Agustín, ya fallecido, nunca recuperó a su hermano. Tiempo después se descubrió que el enterramiento ilegal había quedado oculto, quizás para siempre, bajo el asfalto de la autovía Granada-Motril. Al inicio de los trabajos, cuentan las hemerotecas, asistirían afectados “de localidades y provincias cercanas” que solicitaban apoyo a las instituciones.

43 fosas y más de 3300 personas exhumadas en Andalucía

Cecilio Gordillo, coordinador del Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA), de CGT-A, recuerda el 14 de junio de 2003 en el Valle de Lecrín. En aquel “primer intento de exhumación con ‘luz y taquígrafos’ de una fosa común en Andalucía” no se obtuvieron resultados positivos y más tarde, enfatiza, se les comunicó que la tumba estaba “debajo” de una autovía “con el conocimiento de las autoridades locales”. Agustín murió “hace unos años” sin poder encontrar a su hermano y –reclama Gordillo– “ninguna administración pública se interesó en hablar con él”.

Entre las escasas recopilaciones de este tipo de trabajos arqueológicos –durante el siglo pasado realizados por las familias sin apoyo institucional–, emerge el documento Exhumaciones llevadas a cabo en España desde el año 2000 (actualizado diciembre 2012), editado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi en colaboración con la Universidad del País Vasco. Ahí se recogen todos los proyectos registrados. En Andalucía, 37 fosas –entre ellas, la más numerosa, la del cementerio de San Rafael en Málaga– de las más de 600 de la región, y más de 3.300 personas exhumadas. En lo que va de año, se han exhumado en la comunidad 6 fosas más y están previstas otras dos actuaciones.

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