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Cuatro afiliados a la CNT en Huesca se enfrentan a penas de seis años de cárcel tras un conflicto laboral

Han iniciado la campaña “Solidaridad con lxs 3 del Sunset Bulevard y una que pasaba por allí. Hostelería en lucha”.

Miguel Barluenga

Huesca —

Lo que comenzó como un conflicto laboral ha desembocado, tras una enrevesada sucesión de acontecimientos, en un proceso penal que sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial a cuatro afiliados a la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) en Huesca. Se pide para cada uno de ellos seis años de prisión como presuntos autores de delitos de amenazas, injurias, calumnias, coacciones y desórdenes públicos durante los actos que el sindicato organizó para protestar por los despidos de dos de ellos de un establecimiento hostelero de la capital oscense, el Sunset Boulevard. El juicio arrancará el 28 de mayo y mientras los dos empresarios reclaman graves perjuicios morales y económicos, la CNT ha emprendido acciones para dar a conocer lo que considera un proceso “desproporcionado”.

Los hechos tuvieron lugar hace cuatro años, en abril de 2014. La citada empresa rescindió los contratos de dos de sus trabajadores, afiliados a la CNT, y el sindicato denunció entonces que se trataba de despidos improcedentes. Entonces, organizó una serie de piquetes (o “acciones”, como este las denomina) informativos a la puerta del establecimiento y durante el primero de ellos la Policía Local se presentó para identificar y tomar los datos de algunos de los participantes.

Entre ellos, a un miembro de la CNT ajeno al establecimiento pero que lideraba las protestas y, según este sindicato, a una transeúnte que tampoco sabía nada de lo que ocurría y que grabó con su teléfono móvil lo que estaba sucediendo. Alertada por este hecho, la Policía Local le obligó a borrar el vídeo y también la identificó. La versión de los empresarios involucra a estas cuatro personas en una secuencia de desórdenes públicos “con el objetivo de dañar la imagen del bar” o, incluso, de “impedir el acceso del resto de trabajadores a su interior y amedrentar a los clientes”.

Daños y perjuicios morales y económicos

Los cuatro imputados pertenecen a la CNT puesto que la última persona citada se afilió al sindicato cuando se abrió este proceso y todos comparten abogado defensor, que solicita la libre absolución de sus clientes. La acusación particular se mantiene firme en sus peticiones de cárcel y, además, reclama una indemnización de 35.000 euros por daños y perjuicios morales y económicos para los dos propietarios del Sunset Boulevard, establecimiento que echó el cierre definitivo por causas ajenas a este conflicto, y considera responsable civil subsidiario al sindicato. Por su parte, el Ministerio Fiscal pide penas de dos años de prisión para cada uno. En caso de confirmarse, ninguno de ellos pisaría la cárcel.

El origen del caso se remonta a unos meses antes de esa jornada de abril. Según asegura el sindicato, la situación “explotó” cuando los dos trabajadores se afiliaron a la CNT en busca de asesoramiento laboral y jurídico por lo que consideraban un trato “injusto” dentro del Sunset Boulevard. La Confederación les recomendó actuar bajo sus premisas habituales, con la creación de una sección sindical dentro del establecimiento para vehicular las reivindicaciones laborales recogidas en el convenio colectivo y que, a su juicio, no se estaban atendiendo.

Lo que para la CNT supuso “la gota que colmó el vaso” y “la excusa para echar a la calle a los trabajadores”, para ambos empresarios fue un despido procedente. Y la Justicia les dio la razón en primera instancia. La CNT inició una campaña de difusión pública e interpuso una demanda en el Juzgado Social de Huesca contra el Sunset Boulevard por la vulneración del derecho a la libertad sindical. No consiguieron probar esta y otras circunstancias y el conflicto laboral dio paso al penal. Los dos empresarios se amparan en que esa campaña de acción en la calle contuvo los delitos antes descritos.

Una “respuesta represiva” por afiliarse a la CNT

Y los despidos se argumentaron, en el primero de los casos, por el apercibimiento tras haber robado dinero de la caja registradora y por negarse a atender una mesa, factores que lo convertían a priori en disciplinario y procedente. En el segundo, el trabajador fue despedido cuando se extinguió su contrato temporal y el sindicato cree que este debía considerarse indefinido. Concluye que “se les echó en cuanto se afiliaron a la CNT, fue una respuesta represiva”.

La campaña de difusión paralela presentó piquetes informativos en puntos céntricos de la ciudad que ahora se han retomado y que continuarán hasta la celebración del juicio. Durante este, la CNT espera que se “desmonten” las acusaciones: “Siempre hubo un ambiente tranquilo, teníamos permiso para manifestarnos en la calle y no ocurrió nada de lo que reclaman. Están aprovechando para cargar contra el sindicato y, en general, contra la lucha por la mejora de las condiciones laborales en la hostelería”.

El primer juicio, favorable a los demandantes

El primer juicio por la demanda a la empresa solo fue favorable para la CNT en un aspecto, ya que el juez consideró probado que el despido disciplinario de uno de los dos trabajadores no se sostenía y que fue improcedente. No así la conexión con la actividad sindical. La Confederación recurrió ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que ratificó la primera sentencia. En este tiempo, y cuando la vía jurídica parecía muerta, la denuncia del Sunset Boulevard reabrió la historia y las peticiones de la acusación particular se conocieron la pasada primavera.

La CNT considera el proceso “un despropósito, puesto que se vierten acusaciones muy graves sin que existan pruebas y, además, se pone en el mismo saco a personas vinculadas a la empresa y a otras ajenas”. Por otra parte, los dos empresarios poseen entre los argumentos de mayor peso las declaraciones de otros de sus trabajadores que ejercerán de testigos y que, presumiblemente, corroborarán su versión. Con el nombre de “Solidaridad con lxs 3 del Sunset Bulevard y una que pasaba por allí. Hostelería en lucha” se puso en marcha hace tres semanas una nueva campaña informativa con la que la CNT quiere llegar “a cuantos más oscenses, mejor”.

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