Geoalcali guarda silencio ante el informe desfavorable del Gobierno de Aragón sobre la mina de potasa

Las voces contrarias al Proyecto Mina Muga se multiplican. Primero fue la ‘Plataforma No a las minas de Potasa’, también Chunta Aragonesista (CHA) mostró sus discrepancias, y ahora ha sido el propio Gobierno de Aragón el que ha emitido un informe desfavorable.

Estas opiniones discrepantes, sin embargo, no parecen alterar lo más mínimo a la empresa. Prefieren mantener silencio. eldiario.es se ha puesto en contacto con Geoalcali S. L. y solo han señalado que hay mucha gente interesada en “crear ruido mediático y en deformar la realidad”. Pero ellos no van a entrar. Han optado por mantenerse al margen para “no contaminar el procedimiento”.

El proyecto consiste en la explotación de una mina de potasa entre Navarra y Aragón. Concretamente afectaría a los términos municipales de Undués de Lerda y Urriés (Zaragoza) y Sangüesa y Javier (Navarra).

Algunas de las características más destacadas, siempre a tenor del informe del Gobierno autónomo, serían que la zona de explotación, proyectada a superficie, engloba 1.742 hectáreas. Para acceder a las instalaciones habría que construir un nuevo vial de casi dos kilómetros de longitud que partiera de la carretera NA-5410. Por este novedoso ramal circularían 39 camiones a la hora en los meses de enero, febrero, octubre, noviembre y diciembre; y 10,5 en el resto.

Para el normal funcionamiento, explica el documento realizado por la Dirección General de Ordenación del Territorio de la Administración autonómica, se tendrá que construir una Línea Aérea de Alta Tensión de 66 kV. Además, el total de agua demandada por la mina es de 819.784 metros cúbicos anuales o 93,6 metros cúbicos a la hora.

Las conclusiones del informe sobre la mina de potasa

La Dirección General de Ordenación del Territorio (dependiente de la Consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda –única de CHA en el Gobierno autonómico-) encuentra una serie de deficiencias. Por ejemplo que Undués de Lerda está a menos de 300 metros el área interior de la explotación minera y a 1,5 kilómetros, aproximadamente, de la bocamina, por lo que “es probable que sus habitantes sufran molestias durante la fase de explotación derivadas del polvo, ruidos y vibraciones.

Apunta también el texto el hecho de que en la documentación aportada por Geoalcali no se haga alusión a la sismicidad de la zona y al estudio “de las repercusiones que podría tener la explotación que se propone sobre la misma, cuestión que cabría introducir en el estudio de impacto ambiental”.

En el proceso productivo, dicen, se va a utilizar una gran cantidad de agua y “no se justifican convenientemente los medios empleados para la depuración de las aguas sobrantes empleadas en el proceso (…) ni las medidas adoptadas para evitar que ante accidentes o situaciones puntuales climatológicamente adversas, el desbordamiento de las balsas de agua salinas y de las empleadas en el proceso puedan llegar a contaminar y salinizar los suelos y el agua de los cauces cercanos”.

Solicitan, como propuesta final del informe, que se justifiquen estos aspectos, que se hagan análisis de compatibilidad de la actividad con el Plan de Recuperación del quebrantahuesos y del cangrejo común; así como un análisis socioeconómico de los efectos sobre otros sectores de la economía actual de los municipios implicados.

CHA quiere que Geoalcali responda un cuestionario de 32 preguntas

El próximo lunes, el portavoz del Grupo comarcal de CHA en las Cinco Villas, Francho Chabier Mayayo, registrará un ruego en el que pide al presidente de la Comarca, Santos Navarro, que solicite información sobre el proyecto a Geocalcali.

Para ello, adjuntarán un cuestionario de 32 preguntas. eldiario.es ha tenido acceso a dicho cuestionario en el que, además de los temas planteados en el informe, se pide información acerca de otros aspectos como las afecciones que pueda sufrir el embalse de Yesa, los puestos de trabajo que se crearán o la labor de la Fundación Geoalcali.