Ocultación de la jornada real, pagos inferiores a convenio y sin cobro de horas extras: 12.000 temporeros en Aragón
- Unos 500 temporeros se alojarán en infraviviendas, en su mayoría extranjeros, que suponen el 69 % de los trabajadores del Sistema Especial Agrario en la comunidad
La recogida de la fruta traerá, un año más, a miles de trabajadores (bastantes menos trabajadoras) al campo aragonés. Son los llamados temporeros. Algunos viven habitualmente en la misma comarca en la que se emplearán, los hay que llegan de allende las fronteras españolas y, para otros, es, simplemente, una parada más en el camino. Pero algo les une: unas condiciones laborales, cuando menos, muy mejorables.
Pese a que la campaña agrícola está en un proceso de progresiva estabilización, estos trabajadores siguen chocando con evidentes irregularidades que, a la postre, acaban asumiendo. No les queda otra si quieren llevarse algo al bolsillo.
A Aragón arribarán, según cifras de UGT, unos 12.000. Muchos ya están aquí, llegaron hace un mes con el inicio de la recogida de la cereza que durará hasta junio. Después vendrá la nectarina, la pera, la ciruela, la manzana o el melocotón. Así hasta septiembre.
Trabajarán (como mínimo) ocho horas, durante 20 días al mes y cobrarán, según convenio, 5,85 euros netos por hora en Zaragoza -5,53 en Teruel-. Es decir, 23 céntimos más que los 5,62 que percibían hace dos años. Esto les proporcionará un sueldo total de 936 euros netos mensuales (1.000 brutos). Comparando las cifras con las de 2011, se comprueba que la paga al mes ha crecido 0,30 euros brutos a la hora en los últimos seis años.
Amén del sueldo, tres son los problemas principales que se encuentran: nunca cobran las horas extras, en algunos casos han de aceptar sueldos por debajo de convenio y, como práctica habitual, el empresario no declara las jornadas reales trabajadas. Esto último es debido a que en el Sistema Especial Agrario el patrón declara las horas trabajadas a mes vencido. Desde UGT recuerdan que se está llevando a cabo el proceso de adaptación para que estos trabajadores dependan del régimen general, lo que, en teoría, eliminará esta problemática.
Pero esa lenta desprecarización, topa de bruces con una realidad que preocupa. Y mucho: la cada vez más habitual presencia de Empresas de Trabajo Temporal. “Están precarizando el campo aragonés”, aseguran en UGT. Estas empresas, explican, “reclutan a los trabajadores que están en peor situación, los que necesitan trabajar sí o sí, y les ofrecen unas condiciones leoninas”. La ETT consigue sus beneficios “empeorando, aún más, las condiciones laborales”.
Alojamientos
Lo que antaño era una característica mucho más extendida, se ha reducido en los últimos años, aunque no llega a desaparecer: de los 12.000 temporeros, unos 500 se alojarán en infraviviendas. Desde el sindicato reclaman que se recuperen las subvenciones para la financiación del acondicionamiento de alojamientos destinados a trabajadores temporales del sector agropecuario. Unas ayudas eliminadas en 2015 por el Ejecutivo PP – PAR, encabezado por Luisa Fernanda Rudi.
El problema de la infravivienda afecta, sobre todo, a los trabajadores extranjeros. Porque el trabajo en el campo sigue siendo eminentemente para personas foráneas. De 9.676 que estaban dadas de alta, el pasado mes de marzo, en el Sistema Especial Agrario en Aragón, 6.711 son extranjeras -69 %- (5.734 hombres y 977 mujeres). Nada que ver con las cifras del Régimen General: de 419.798 personas totales, solo el 9 % (39.976) son extranjeras.