La recuperación reactiva la fuga de empresas aragonesas a Madrid, Navarra y Euskadi
La incipiente reactivación de la actividad macroeconómica ha reanimado la fuga de empresas aragonesas a los territorios forales de Navarra y Euskadi y a la Comunidad de Madrid, que llevan décadas aplicando un apetecible modelo tributario para fortunas y sociedades.
Los datos sobre los cambios de domicilio fiscal de sociedades facilitados por Axesor, la principal agencia de rating española, indican que, tras un enfriamiento entre 2008 y 2013, los años más duros de la crisis, el empresariado aragonés ha retomado sus hábitos migratorios.
Así, en 2014 y 2015 migraron de Aragón a Navarra 24 empresas cuando en los seis años anteriores se habían ido 44; mientras que se marcharon a Euskadi 21 por 29 en el periodo anterior. En esos ocho años también llegaron a Aragón empresas domiciliadas en esas comunidades. No obstante, el saldo siempre fue favorable a estas: Navarra ganó 20 empresas en el primer sexenio y nueve en el último bienio, y Euskadi acogió a cinco y nueve más de las que se iban.
El atractivo régimen fiscal autonómico de Madrid
En el caso de Madrid, a donde se deslocalizaron desde Aragón 98 empresas en dos años frente a 258 en el sexenio anterior, la migración se vio estimulada por la última rebaja fiscal que el Gobierno autonómico de Esperanza Aguirre aplicó en 2013, ejercicio en el que la fuga de sociedades aragonesas marcó un récord de 71. Ese año, Madrid sumó una reducción del IRPF a los tipos cero que aplica en tributos como Sucesiones (herencias) y Patrimonio.
El saldo general de cambios de domicilio entre Aragón y Madrid es desfavorable a este último territorio en 17 sociedades, aunque en los dos últimos años la tendencia se ha revertido y ha situado el balance en -12 para Aragón en 2014 y 2015, y en -28 si la serie incluye el 2013.
Otra cosa son los efectos cuantitativos. En los cuatro primeros meses de este año se deslocalizaron hacia Madrid diez empresas con sede en Aragón, mientras seis recorrían el camino contrario. Los efectos económicos de esas migraciones son claramente desfavorables para esta última Comunidad, ya que el volumen de negocio de las llegadas suma 1,5 millones de euros anuales por 23,2 del de las que se fueron.
Cambios ficticios de domicilio fiscal
El Gobierno de Aragón ha puesto en marcha este año un Plan de Control Tributario cuyo objetivo es detectar “cambios ficticios de domicilio social” con los que los empresarios locales puedan llevar a cabo deslocalizaciones tributarias hacia comunidades que les ofrecen beneficias fiscales.
El balance de migraciones empresariales desde el inicio de la crisis es desfavorable para Aragón con la mitad de las comunidades autónomas: -9 con Galicia y La Rioja, -3 con Asturias y Castilla-La Mancha, -2 con Cantabria; mientras el saldo negativo con Valencia (-17) lleva tres años con la tendencia inversa.
Y es positivo con Andalucía (2), Canarias (4), Castilla y León (5), Extremadura (1) y Madrid (17), mientras Cataluña, principal cliente y proveedor de Aragón, aparece como el principal punto de origen de empresas que emigran. En ocho años han trasladado su domicilio a esta Comunidad desde la vecina 442 sociedades, mientras en ese periodo han recorrido el camino contrario 283, lo que deja un beneficio de 159.
El flujo hacia Aragón se ha intensificado en el último trienio, con una media de 61 llegadas frente a las 51 del lustro anterior. Esa tendencia, que coincide en el tiempo con el auge del soberanismo en Cataluña, no ha afectado, por el contrario, a las deslocalizaciones en favor de la Comunidad vecina, cuya reducción ha sido ligera al caer de 36 a 33. Cataluña sigue siendo, tras Madrid, el principal punto de destino de las empresas que dejan Aragón