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El segundo año de veto ruso lleva al abismo al sector de la fruta

Nectarinas del Bajo Cinca. Foto: Carlos Senar

Óscar Senar Canalís / Óscar Senar

Zaragoza —

La recogida del melocotón y la nectarina en Aragón apenas acaba de empezar y en el horizonte ya asoma una crisis de precios. El sector de la fruta dulce recibió el año pasado un mazazo en forma de veto ruso a las importaciones europeas. Casi un año después, sigue sin recuperarse y apenas hay alternativas para comercializar las 435.000 toneladas de producto que se prevé se recolecten durante la campaña de 2015. Ante esta situación, UAGA ha solicitado al Departamento de Agricultura la convocatoria urgente de la Mesa de Seguimiento de la Campaña de Fruta, que se reunirá hoy martes.

En agosto de 2014 Rusia respondió a las sanciones de Estados Unidos y Europa por el conflicto de Ucrania con el veto a gran parte de las importaciones de alimentos desde Europa. Aquello supuso “la puntilla” para la fruta en Aragón, lamenta Manuel Rausa, responsable de UAGA en el Bajo Cinca, una comarca volcada en este cultivo. “Los precios ya eran malos antes de la restricción, pero esta medida nos acabó por hundir, ya que la mayoría de la producción está orientada a la exportación”, señala Rausa.

“La trampa rusa”

Es lo que Juan José Orriés, gerente de Mercofraga, define como “la trampa rusa”. “En los últimos seis o siete años se ha plantado pensado solo en los rusos, que venían en busca de grandes cantidades de fruta. Pagaban más caro y al contado, por lo que, aunque algunos comercializadores se resistieron a dejar a sus clientes habituales, acabaron por ceder. Una vez se habían orientado las explotaciones a satisfacer la demanda de ese gran cliente, se pierde de repente”, explica el responsable de la lonja de Fraga. “El agricultor se lanzó a la piscina y se la ha encontrado sin agua”, sentencia Orriés, en referencia a las grandes inversiones que se acometieron para poner en marcha las plantaciones.

¿Hay alternativas al mercado ruso? En 2014, la solución pasó por colocar a Alemania “el doble” de mercancía de la que se le vendía habitualmente. “Los alemanes 'tragaron', pero a precios muy baratos”, explicita Orriés. Por eso hay intentos de abrir nuevas vías. El pasado abril el Ayuntamiento de Fraga, la Cámara de Comercio de Huesca y Aragón Exterior organizaron una 'misión inversa' para que importadores de Emiratos Árabes Unidos conocieran 'in situ' la producción del Bajo Cinca. “De momento esas visitas no se han concretado en nada, pero se trata de que nos tengan en cuenta”, señala Orriés. Que se repita esta experiencia está en manos del nuevo gobierno municipal de Fraga, que ha pasado del PP al PSOE tras las elecciones.

Agricultores ante el abismo

Manuel Rausa, él mismo agricultor, es tajante: “Si lo que ocurrió el año pasado se repite, tocará dejarlo. Con precios de 15 o 20 céntimos por kilo de fruta es imposible amortizar gastos y devolver créditos”. UAGA acudirá hoy a la Mesa de Seguimiento de la Campaña de Fruta con la demanda de que las distintas administraciones pongan en marcha acciones frente la crisis de precios y medidas que mitiguen tanto el aumento de los costes de producción como el impacto de la competencia desleal de las importaciones de terceros países.

A pesar del veto ruso, en 2014 se firmaron la misma cantidad de contratos de temporeros que en 2013, unos 15.000 según UAGA, y este año se estima que serán similares. “El empleo no se resiente de momento porque la fruta no puede quedarse en el árbol; tiene que cogerse aunque sea para zumo, a un precio de unos 9 céntimos por kilo”, señala Sonia Millán, secretaria general de la Federación Agroalimentaria de Aragón de CCOO. Los melocotones y nectarinas aragoneses con entrada vetada a Rusia son recolectados por trabajadores originarios de Rumanía, Marruecos, Argelia, Paquistán o África Subsahariana.

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