La subida de la luz reaviva el debate sobre la quema del carbón autóctono
La crisis energética en Francia ha vuelto a poner sobre la mesa el debate del futuro de las centrales térmicas de carbón autóctono en España. El parón de 21 de las 58 centrales nucleares de Francia ha coincidido en España con la falta de energías procedente de las renovables y con un aumento de la demanda en ambos países debido a la ola de frío, que ha provocado una fuerte subida del precio de la luz.
Este escenario ha tenido un efecto inmediato en el carbón. La Central Térmica de Andorra (Teruel) ha comenzado el año con un repunte de la producción en comparación con el año anterior. A 25 de enero, había producido 452 gigavatios por hora, frente a los 196 registrados en enero del año anterior, según datos facilitados por su propietaria, Endesa. En 2016, la térmica acabó el año con 3.328 gigavatios hora.
El sector de la minería en Teruel no ha pasado por alto la situación para volver a insistir en algo que han transmitido al Gobierno en todas las comisiones de seguimiento que se han celebrado: la necesidad de continuar quemando carbón autóctono. Por su parte, la posición del Ejecutivo es que la minería nacional no es sostenible sin ayudas públicas y que estas tienen fecha de caducidad por mandato europeo.
El aumento de la actividad en la térmica de Teruel como consecuencia de la crisis energética, refleja que el carbón autóctono es “indispensable” como respaldo a las energías renovables, explica el responsable de minería de CCOO en Teruel, Antonio Montoyo. Sostiene que la quema de carbón está salvando la situación actual y está evitando una crisis energética tanto en Francia como en España. “Si no fuera por la energía que se está mandando desde aquí tendrían verdaderos problemas”, dice.
Durante estos últimos meses, el precio del carbón internacional se ha incrementado, lo que ha provocado que la tonelada métrica del carbón extraído en España sea más barata, además de tener un precio más estable. Montoyo defiende la necesidad de invertir también en las centrales térmicas que queman carbón autóctono –Compostilla (León) y Andorra (Teruel)- , no solo en las de carbón importado como se ha hecho hasta ahora.
Si Endesa no invierte en la térmica de Andorra para cumplir con las exigencias de la Unión Europea, el cierre de la instalación se produciría en 2020. No obstante, Montoyo no pierde la esperanza y afirma que hasta la fecha todavía hay tiempo para que la compañía eléctrica decida invertir para mantener la actividad. Hace dos semanas, lainformacion.com publicó que el Ministerio de Energía tiene en su poder un informe “confidencial” que asegura que el consumo de carbón nacional abarataría el precio de la luz a los consumidores.
Ante esta crisis energética, el sector minero turolense ha vuelto a exigir al Gobierno que convoque la comisión de seguimiento de la minería, que lleva 19 meses sin celebrarse. Montoyo critica que el nuevo secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, rechace convocarla cuando es un asunto vital para las regiones mineras.
Trabajo para los próximos dos años
En la provincia de Teruel, cerca de 4.000 personas viven de la minería, entre empleos directos e indirectos. En Andorra-Sierra de Arcos, “es prácticamente toda la comarca entera”, señala Montoyo. No obstante, en comparación con otras regiones mineras, como Asturias, la situación de estas familias es mejor. Al menos, para los dos próximos años.
La empresa Samca ha firmado un contrato con Endesa para suministrar más de 2 millones de toneladas de lignito a la Central Térmica de Andorra para 2017 y 2018. Este contrato hará que parte de los trabajadores que perdieron su empleo durante el 2016 pueda reincorporarse de nuevo a la actividad. “Se trata tan solo de una tonelada de carbón cada año, fijaos con qué poco vivimos un montón de gente”. Recuerda, además, que el año pasado se eliminaron 200 empleos por el cierre de la mina de interior de Ariño.