El Ayuntamiento de Zaragoza vigilará que sus contratas no usen productos con contaminantes hormonales
El Consistorio de la capital aragonesa creará, dentro del Consejo Sectorial de Medio Ambiente, una comisión sobre contratación sostenible y saludable. A través de la misma, se hará un seguimiento específico de todo lo que tenga que ver con los contaminantes hormonales y se realizarán tareas de vigilancia para comprobar que los productos utilizados en las distintas contratas no incorporan estas sustancias. La mesa de seguimiento estará compuesta por técnicos de salud pública, medio ambiente, contratación y agentes sociales.
Es el último paso dado después de que, el pasado 28 de octubre de 2016, el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobara una moción de CHA promoviendo la aplicación de medidas “para reducir en lo posible la exposición de la población y del medioambiente a los contaminantes hormonales, por iniciativa de un conjunto de entidades sociales, vecinales, ecologistas y sindicales”.
Antes, apuntan desde el Ejecutivo municipal, se comenzó a “aplicar, preferentemente, métodos de lucha contra plagas y de control de hierbas que no utilicen sustancias químicas tóxicas”. Por ello, se ha prohibido en sus contratos el uso de glifosato como herbicida.
Del mismo modo, se promovió la utilización de productos libres de contaminantes hormonales, “en la medida de lo posible, a través de cláusulas en contratos de centros públicos de titularidad municipal”. En la actualidad, en los comedores de las guarderías municipales ya tienen adoptados estos criterios en sus compras. Esto se enmarca en el proyecto global del Gobierno de Zaragoza de alimentación saludable y sostenible.
Exposición 'Nuestro futuro robado. Efectos de las sustancias disruptoras en nuestras vidas'
La concejala delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, Teresa Artigas, junto con Luis Clarimón (CCOO) y Dolores Romano (Ecologistas en Acción), presentaron este miércoles la exposición Nuestro futuro robado. Efectos de las sustancias disruptoras en nuestras vidas.
La muestra, informaron, expone que “en las últimas décadas se ha incrementado, sobre todo en los países más industrializados, la incidencia de enfermedades del sistema reproductor (infertilidad, malformaciones, pubertad precoz, etcétera), de cáncer (ovarios, mama, testículos, tiroides), y de enfermedades neurológicas, inmunológicas y metabólicas (síndrome metabólico, obesidad, diabetes).
De igual forma, apuntaron, se ha observado el declive de la capacidad reproductiva de las poblaciones de numerosas especies de animales silvestres, incluyendo invertebrados, anfibios, aves, peces y mamíferos.
Señalaron que estas enfermedades “están relacionadas con la exposición, en particular durante el desarrollo uterino, a contaminantes ambientales que tienen la capacidad de alterar el sistema hormonal; sustancias que se pueden encontrar en alimentos, en productos y artículos de consumo habitual, en los entornos laborales o como contaminantes ambientales y para las que no existe un umbral de exposición seguro”. El coste sanitario en la Unión Europea de solo algunas de las enfermedades relacionadas con estas sustancias, dijeron, “se estima en más de 150.000 millones de euros anuales”.
Esta exposición pretende explicar qué son los disruptores endocrinos, cuáles son sus efectos para la salud y el medioambiente, las alternativas que existen y algunas iniciativas llevadas a cabo por diferentes gobiernos, empresas y organizaciones sociales para eliminar o reducir el uso y la exposición a estas sustancias.
La muestra, ubicada en el Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente (CDAMA), se inauguró el pasado 5 de diciembre y permanecerá abierta hasta el próximo día 20 de diciembre. El contenido de la exposición ha sido desarrollado por Ecologistas en Acción y CCOO, pero ha contado con el apoyo de numerosas entidades sociales, ecologistas y vecinales.