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“La Lomce solo piensa en evaluar y se olvida de que lo importante es enseñar”

Manifestación del sector educativo en Zaragoza. Foto: Juan Manzanara

Óscar F. Civieta / Óscar F. Civieta

Zaragoza —

Ni las formas, ni el fondo. Nada de los nuevos currículos de Bachillerato y Educación Secundaria gusta a los sindicatos en Aragón. Critican el contenido de los mismos, el momento de su entrada en vigor, 15 de mayo de 2015; y el hecho de que suponga la implantación definitiva en la comunidad de una normativa vituperada por ellos desde su nacimiento: la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).

El pasado 15 de mayo, solo nueve días antes de la celebración de las elecciones autonómicas, el Gobierno de Aragón aprobó, mediante sendas órdenes, los nuevos currículos de Educación Secundaria y Bachillerato. Algunos sindicatos habían solicitado la suspensión, ya que supone seguir con la implantación de la Lomce, ley que PSOE, Podemos, CHA e Izquierda Unida, se han comprometido a paralizar si llegan al Ejecutivo autónomo.

“Lo han hecho todo deprisa y corriendo para dejarlo bien atado”, apunta Javier García Lisbona, de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F). “Es muy poco oportuno sacar un currículo en el mes de junio con un gobierno extinto y otro en camino”, explican desde CGT.

Pero la crítica que une a todos es la existencia de “miles de ítems y puntos que el profesorado debe estar evaluando”. Para el representante de CSI-F, “sería necesario un profesor solo para evaluar”. “Nos estamos olvidando de que lo importante es enseñar”.

En la misma línea se expresa José Luis Cimorra, de CCOO. Estos  currículos, afirma, plantean una serie de obstáculos, como las reválidas, que nada tienen que ver con la calidad de la educación. La Lomce, en general, obliga a los alumnos a ser competitivos, “cuando debería fomentar la solidaridad y el compañerismo”.

Con la Lomce se estatuyen tres evaluaciones que antes no existían: las de 3º y 6º de Primaria y la de 4º de la ESO. Según Cimorra, no es normal que establezcan reválidas continuas que, además, “son todo pruebas escritas que solo valoran el conocimiento memorístico”. Lo que intenta el Gobierno con esta ley, dice, “es controlar mucho más los contenidos que se dan en la escuela”. Para García Lisbona, “la sensación es que no fían del profesorado”.

“En Primaria están desbordados”

También les preocupa el proceso de implantación en los distintos centros. “En Primaria llevan un año y están desbordados, van locos para cuadras horarios y asignaturas. Es imposible que los institutos puedan amoldarse a la nueva ley para el próximo curso”, dice García Lisbona. Todo lo que implica la Lomce, y la manera de implantarla, perjudica al profesor, al alumno y, por ende, “a la educación”.

Para Cimorra, realizar los estándares de aprendizaje de Primaria está siendo “una labor de ingeniería”. “Es demencial el trabajo que están invirtiendo en eso cuando deberían dedicarlo a enseñar”, indica.

No se olvidan en CGT del nuevo tratamiento que la Religión tiene en la Lomce; una asignatura que se ha dejado al albur “de la jerarquía eclesiástica y sobre la que la Administración no tiene ningún tipo de control”.

Cimorra envía un mensaje a los partidos políticos para que incluyan la derogación de la Lomce en sus negociaciones, “porque es algo que corre mucha prisa”.

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