Un asesor de Aznar experto en recortes se encargará de servicios sociales y violencia machista
De Fomento a Servicios Sociales. De colaborar con FAES a prevenir la discriminación o luchar contra la violencia machista. La nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha colocado a un hombre de línea dura al frente de la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.
Mario Garcés (Jaca, 1967) inspiró, entre otras cosas, la ley de subvenciones de Aznar o un presupuesto autonómico plagado de recortes con la que fuera presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi.
Este inspector de Hacienda y auditor del Estado en excedencia ha sido también colaborador del laboratorio de ideas del PP, la fundación FAES, que recientemente se ha desvinculado del partido. También fue vocal asesor de Aznar durante su última legislatura y ahora se encargará de los asuntos relacionados con inclusión social, familia, dependencia, igualdad entre hombres y mujeres o violencia machista.
Algunas de sus colaboraciones con la fundación son la autoría de un estudio elaborado por FAES bajo el título Por un estado autonómico racional y viable, en el que propone abordar una reforma organizativa del sector público o su participación en el curso de economía del Campus FAES 2011 titulado Equilibrio presupuestario y eficacia en la prestación de servicios públicos.
En julio de 2011, Luisa Fernanda Rudi lo nombró consejero de Hacienda. Sin embargo, la cosa no acabó de funcionar. Garcés, al que Sanidad define en una nota de prensa como una persona “con gran sensibilidad social y compromiso con las personas con discapacidad”, dejó el gabinete siete meses después para ocupar el cargo que desempeñaba hasta ahora como subsecretario del Ministerio de Fomento.
A la luz del curriculum publicado en el Portal de la Transparencia del Gobierno, la formación vinculada con la intervención social, prevención de la discriminación o igualdad de oportunidades no sobresale en la trayectoria de Garcés, de marcado perfil económico, licenciado en Derecho y diplomado en el Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Presupuestos
En Aragón aplicó las tijeras y ejecutó un recorte de cinco millones en subvenciones y ayudas por considerarlas “superfluas, ineficientes e innecesarias”, un plan de ahorro de 105 millones anuales en gasto corriente en 104 medidas, una reducción de unos 400 millones en sus primeros presupuestos y un desplome real del gasto social del 5%, por encima de los 130 millones.
Sin embargo, Garcés, uno de los hombres fuertes de aquel Gobierno de Rudi, no acabó su obra. De hecho, se fue a Madrid antes de que esos presupuestos estuvieran aprobados y de que su jefa los retirara para presentar otros.
Para entonces, el jaqués, que semanas antes había llegado a sonar como ministrable de Administraciones Públicas e incluso como jefe de la Intervención, estaba viviendo en Madrid como responsable de intendencia –subsecretario– de un ministerio inversor como Fomento sin apenas recursos.
Mario Garcés volvió a sonar como ministrable tras la investidura de Rajoy. Finalmente se queda como secretario de Estado en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, donde él, un experto en controlar los gastos, convivirá con una ministra que acaba de nombrar una jefa de gabinete que es militante antiabortista.