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“¿Por qué nos parece natural hacer justicia con las víctimas de ETA y no con las del terrorismo de Estado?”

De izquierda a derecha, Carlos Slepoy y José María Galante.

Óscar F. Civieta

Zaragoza —

Ayer se habló de memoria histórica en las Cortes de Aragón. Representantes de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (Armha) y de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los crímenes del Franquismo (Ceaqua) tuvieron la oportunidad de explicar su difícil situación en un país en el que el apoyo institucional al respecto es prácticamente nulo.

Las palabras verdad, memoria, justicia, recuerdo o condena se pronunciaron en muchas ocasiones en la Sala de Comisiones ‘Giménez Abad’. Incluso las fuerzas menos proclives a apoyar con rotundidad esta causa, las de más a la derecha del arco parlamentario (PP, PAR y Ciudadanos), se mostraron algo más condescendientes; aunque sin salirse del guion previsto.

Tanto Fernando Galve (PP), como María Herrero y Jesús Guerrero, por parte del PAR, repitieron en varias ocasiones el mantra de que hay que pedir justicia para todos los asesinados, “independientemente del bando”. La respuesta directa le llegó de José María Galante, de Ceaqua: “No conozco una exhumación pendiente que no sea del bando republicano. En este país se ha hablado de los gloriosos caídos por Dios y por la patria, pero ni una mención a los del otro bando”.

Dijo Guerrero (PAR) que la sociedad española quiere avanzar y que en la guerra “no ganaron unos y perdieron otros”. Y de nuevo obtuvo respuesta de Galante: “No se puede construir un estado democrático sobre la base de negar derechos fundamentales, 40 años después no puede haber gente en fosas comunes, es una ignominia que en este país sigan siendo delincuentes Miguel Hernández, Lorca o Lluís Companys”.

Galante cifró en 8.523 las víctimas en Aragón. Cuatro décadas, explicó, “sin que se nos haya concedido el derecho a la justicia. Como en España nos cerraron las puertas tuvimos que salir”. Es “insólito”, apuntó el abogado argentino Carlos Slepoy (también de Ceaqua), que una magistrada argentina trate un tema “que es de españoles que mataron a españoles”.

Pidió a las Cortes de Aragón que realicen una declaración institucional condenando “la impunidad del Franquismo” e instó a los grupos parlamentarios a que hagan un llamamiento a los ayuntamientos para que se interpongan querellas.

Slepoy dejó varias preguntas en el aire: “¿Por qué nos parece natural que se les haga justicia a las víctima de ETA y no a las del terrorismo de Estado?, ¿por qué se legitima un régimen que mató a alcaldes, concejales...?, ¿si eso pasara hoy, alguien diría que hay dos bandos?”.

Para el letrado argentino, la derecha española no quiere juzgar estos crímenes “porque siguen ligados al Franquismo. Si no, no se entiende el temor y el miedo”.

“Curar una herida que todavía sangra”

Antes intervinieron Enrique Gómez y Mercedes Sánchez, como representantes de Armha. Sánchez habló de mantener vivo el recuerdo y de que “las víctimas de uno de los bandos todavía no han tenido todo lo que se puede tener”. Para Gómez, “lo primero que tenían que haber hecho los partidos en democracia es una condena parlamentaria inequívoca del Franquismo”. Fuera de España, dijo, es algo que sorprende.

PP y PAR mantuvieron un argumentario similar al que esgrimirían posteriormente ante los miembros de Ceaqua. También se unió en este caso el diputado de Ciudadanos Ramiro Domínguez, que hablo de “rojos y azules” y de que hay pueblos donde este tema “no se quiere ni nombrar y familias que ni se hablan”. La situación, dijo, es “delicada”.

El popular Fernando Galve calificó la Transición como “modélica”. Gracias a ella, apuntó, “hemos avanzado y llegado muy lejos”. Dejó claro que “no hay que reabrir heridas y que se debe construir en vez de destruir”.

Enrique Gómez le dio la réplica asegurando que solo quieren tapar heridas que siguen abiertas, “aunque algunos se empeñen en decir que están cerradas”. Ojalá esta asociación, señaló, no tuviera ya razón de ser, “ojalá hubiéramos caducado hace 20 años. Cuando comenzamos ni se nos ocurría pensar que a estas alturas seguiríamos hablando de esto”.

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