“Por primera vez en 13 años, Defensa ha reconocido que no existen contratos del vuelo del Yak”
13 años recordando una tragedia son muchos años. Miguel Ángel Sencianes (Sevilla, 1970) ya no se emociona durante la entrevista, pero suspira, resopla, guarda silencio unos instantes... sigue sufriendo. Las elecciones generales tras la primera investidura fallida de la historia de la democracia española son también una pequeña etapa más en el largo calvario de los familiares del Yakolev 42: piensan que, a partir de hoy, en cualquier momento, el Consejo de Estado podría emitir un informe sobre su caso.
¿Todas sus esperanzas pasan ahora por el Consejo de Estado?
Sí, porque el Consejo de Estado tiene que hacer un informe sobre la responsabilidad del Estado en la contratación del vuelo del Yakolev 42 para el caso abierto por la denuncia por la vía civil. El Consejo de Estado ha estado preguntando sobre los contratos para el vuelo, sobre el seguro, sobre los informes de inteligencia... por todo. Entonces, nuestra esperanza está en que ese informe nos pueda servir también para reabrir, por aportación de nuevas pruebas, la causa penal en la Audiencia Nacional. Esta causa es lo que nosotros llamamos “el juicio de contratos”, con el que queremos evidenciar que hubo negligencia en el grupo de control de la contratación. El juez Grande-Marlaska decretó un sobreseimiento libre de este caso, sin posibilidad de recurso, a pesar de que el fiscal Burgos había hecho un informe favorable a la apertura de juicio oral. Es decir, el fiscal veía claras negligencias en el grupo de control al hacer la contratación.
¿En qué se basan para hablar de negligencias?
Hay muchos argumentos: era un avión contratado a través de cinco subcontratas de diferentes países, entre ellos, Libia, Turquía y, finalmente, Ucrania; se pidieron 100.000 euros en comisiones. Según la normativa internacional, el vuelo fue declarado ilegal por las deficiencias del aparato: por ejemplo, no funcionaba el detector de fuel. También había negligencias en la formación de los pilotos y en sus certificados médicos, que estaban caducados. Estos pilotos llevaban 24 horas de vuelo continuado, algo que está prohibidísimo. Eran aviones piratas. Los nuestros nos lo decían: que eran aviones tartana, que había inseguridad... Mi hermano me dijo que dejarían de contratar esos aviones cuando alguno se cayera. Es justo lo que pasó.
Pero además, los informes de inteligencia también advertían de que se corrían graves riesgos en la utilización de los vuelos de estas compañías exsoviéticas. Lo decía el mando aéreo de Levante, cuando envió una queja directamente al Ministerio de Defensa. Tenemos esperanza en el informe del Consejo de Estado porque nosotros nunca hemos conseguido las cadenas de contrataciones de los contratos del Yak ni de los otros 43 vuelos anteriores en compañías similares. Ahora, por primera vez en trece años, tras la petición de este Consejo, el Ministerio de Defensa ha reconocido que los contratos son inexistentes. El Consejo de Estado también ha pedido información sobre quién y cómo tenía que haberse contratado el seguro que, supuestamente, no se contrató; cuando era la primera obligatoriedad de un contrato de aviación.
¿Es habitual que un fiscal pida apertura de juicio oral y el juez decrete un sobreseimiento libre, que ni siquiera permite recurso?
Sin ser expertos, por lo que hemos consultado a juristas, podemos decir que no es usual un sobreseimiento libre. Y aún menos con un fiscal apoyando la apertura de juicio. No es normal. Con todo el respeto al sistema judicial, el juez Grande-Marlaska también quiso sobreseer el caso de las identificaciones de los cuerpos, diciendo que era inane e intrascendente la identidad de un muerto. La Sala de lo Penal de la Audiencia logró reabrir el caso y, finalmente, el juicio oral declaró delincuentes al general Navarro y a sus comandantes.
¿Pensáis que hay razones políticas detrás de la actitud de Grande-Marlaska?
(Suspira) Es un tema sensible y delicado. Todos tenemos que jugar al juego de decir que creemos en este sistema judicial, pero no estamos de acuerdo en este caso con el juez Marlaska. ¿Existe separación del poder judicial y el poder legislativo, de jueces y políticos? Pues, mi sensación es que no. Pero tengo que respetar que éste es nuestro sistema.
¿Qué impresión tiene usted ahora de cómo funciona la justicia y de los derechos que tenemos los ciudadanos?
Nosotros hemos formado una red de asociaciones de víctimas de diferentes casos como Spanair, el metro de Valencia, Alvia de Santiago, el Madrid Arena... Somos gente que hemos pasado por la circunstancia de perder a un ser querido y querer saber por qué ha muerto con una investigación independiente. Lo que nos hemos encontrado todos es que, si interviene la política, es muy complicado. No ha existido transparencia. Piensa que, después de un tesón de trece años, no tenemos todavía los contratos del Yak ni tampoco sabemos quién debió contratar el seguro y por qué no se contrató. No tenemos nada.
Todo lo que hemos conseguido ha sido a través de denuncias de las familias en nuestro sistema de justicia, que es un sistema lento en el que los jueces incluso dicen abiertamente que reciben presiones. Lo reconoció en televisión el juez que nos llevó el caso de identificaciones, el juez Bermúdez. Cuando declararon en la Audiencia Nacional los responsables del Instituto Anatómico Forense, también aseguraron que habían recibido presiones del señor Jiménez Ugarte (secretario general de Política de la Defensa en el Ministerio con Trillo), para que firmaran un papel inculpándose de la no identificación de los cadáveres.
Sobre los políticos, en nuestro caso, Trillo dijo que era un buen avión y que todos los cadáveres estaban perfectamente identificados. De hecho, la única intervención del señor Trillo y del Partido Popular, incluso del presidente actual, ha sido el indulto a los generales implicados. Fue un indulto indigno; ni Navarro, ni Trillo, ni sus comandantes nunca nos pidieron perdón. Nuestra sensación es que en España no hay un Estado realmente de derecho ni un Estado transparente. Que si en algún momento, cualquier ciudadano pierde un familiar en una situación así, va a comenzar un calvario. Que no hay interés por llegar a la verdad ni al fondo del asunto.
¿Cómo llevan las víctimas este calvario?
Siempre hemos intentado ser honestos, decir la verdad, nunca insultar, nunca agredir... Creo que lo hemos llevado con mucha dignidad a pesar de que hemos pasado por momentos de verdadero desgarro, sobre todo, al principio. Cuando supimos que 30 cadáveres no habían sido identificados y empezamos a hacer el recuento de cada bolsa, dónde y cómo había sido enterrado cada uno... Yo hice un entierro en campo santo y con ataúd y resultó que mi hermano estaba incinerado y sus cenizas, esparcidas en el Mediterráneo. Esos momentos fueron desgarradores, con Trillo llamándonos mentirosos a nosotros. En el Ministerio de Defensa nos decían que teníamos que ir al psicólogo porque estábamos muy afectados y no estábamos en nuestros cabales.
Durante el juicio en la Audiencia, fue desgarrador enterarnos de que el general Navarro se encerró en un despacho con una botella de vodka, una lista de números sin identificar y una lista de nombres y se sorteó. Y cuando se abrieron los cadáveres, nos encontramos que había hasta tres piernas en una misma bolsa; es decir, cuando repartieron los cuerpos, lo hicieron como si fueran bestias.
Además, las madres de víctimas recuerdan con mucha rabia, con indignación, la única manifestación que hemos convocado: las madres fueron por la Castellana, se veían desvalidas, reclamando el cadáver de sus hijos delante del Ministerio de Defensa y nadie salió ni hizo nada. Es como si les diera totalmente igual. A todos los familiares de la asociación, nos impacta la determinación que tienen las madres de víctimas, que siempre dicen que, mientras tengan un rayo de vida, siempre apostarán por que se sepa la verdad y se haga justicia con sus hijos. Por eso, cuando me preguntan por el Estado de derecho y por la justicia, ¿qué puedo pensar? Que los políticos están muy lejos no de la gente o del pueblo, sino de la humanidad, de ser humanos. Están lejos de ser humanos.
¿Se han tomado todas las medidas posibles para evitar que vuelva a ocurrir?
Sin darnos la razón, nunca más se contrató a una compañía exsoviética para llevar las tropas a Afganistán ni a Kirguistán. Hubo una excepción, pero en el Ministerio de Defensa nos dijeron que solo había sido para carga. Les avisamos de que estamos atentos a lo que contratan. Yo creo que sí que se han mejorado cosas.
¿Se podría haber hecho más?
En el caso del Yak, se hicieron muchas cosas mal. No evitaron el accidente porque no quisieron; hubo 14 quejas de los soldados sobre vuelos anteriores. Pero, ¿qué es lo que me temo? Pues que si nadie ha pagado con su responsabilidad, ni políticos ni militares, de alguna manera, existe la puerta de la impunidad. Si te protegen, puede ser que en un momento o en otro, alguien vuelva a ordenar en el ejército algo como traer unos cadáveres sin identificar o que a alguien le dé igual que sean aviones piratas. Como no ha habido justicia, puede que haya impunidad.