“Las normas de asilo de la Unión Europea no están preparadas para una afluencia masiva de refugiados”
El Palacio de Congresos de Jaca ha vuelto a acoger esta semana una edición más de la Academia Europea de Jaca, una cita veraniega imprescindible para el debate sobre las instituciones de la Unión. La profesora titular de Derecho Internacional Carmen Tirado (Zaragoza, 1967), investigadora del Grupo Japón de la Universidad de Zaragoza, ha sido la encargada de pronunciar una conferencia titulada 'La Unión Europea y la crisis de los refugiados: algunas reflexiones'.
¿Cuál es la regulación de la Unión Europea respecto a los refugiados?
Es una regulación muy amplia. A veces, en algunos medios de comunicación, da la impresión de que la Unión Europea deje las cosas estar a la espera de lo que pueda pasar. Sin embargo, en realidad, la UE lleva muchos años legislando sobre el derecho al asilo y sobre protección de los refugiados. Con los precedentes del Convenio de Ginebra de 1951 y del protocolo de Nueva York de 1967, la Unión Europea aprobó ya en 1990, hace muchos años, el Convenio de Dublín, que decide qué estado va a ser el responsable de tramitar una solicitud de asilo. Este convenio se ha ido actualizando y también se han ido aprobando una serie de normas de derecho derivado, que son básicamente una serie de directivas y de reglamentos que regulan la situación de la persona refugiada, los tramites que debe superar. El problema fundamental es igualar los procedimientos para conceder o no el asilo por parte de los estados miembros: la falta de confianza entre los estados y las diferencias de regímenes hacen que haya países donde acuden más los refugiados porque parece más sencillo lograr allí el asilo. Lo que se intenta con la regulación que ha ido realizando la Unión Europea es que todos los países tengan un mismo sistema y que los refugiados soliciten el asilo donde les corresponda y no intenten, digamos, comprar el foro, en el sentido de acudir al que les sea más beneficioso.
¿Se ha conseguido crear ese sistema similar?
Estamos en vías de conseguirlo porque, por un lado, tenemos la regulación mediante reglamentos, que es algo muy parecido a nuestra ley ordinaria. Pero, por otro lado, están las directivas, que se tienen que transponer a cada miembro y dejan un margen de maniobra a los países. Estamos en el proceso de que esa transposición de las directivas se haga correctamente. No está totalmente conseguido, pero estamos en el camino.
¿Cuáles serían los estados en los que hoy en día es algo más fácil o algo más difícil conseguir permiso de asilo?
Hay algunos casos específicos, como Grecia, que es un país donde los refugiados acuden de una manera mucho más masiva, pero no es tanto por una cuestión de facilidad o dificultad por una cuestión administrativa, sino, simplemente, por su situación geográfica. Es también el caso de Italia; son países periféricos y cercanos a zonas en conflicto en el pasado. Ahora, con la crisis de Siria, los países del Este de Europa, los últimos en entrar en la Unión Europea, también están recibiendo mucha afluencia y están poniendo trabas fronterizas donde antes no había. Ahora mismo, la situación geográfica es lo que más determina la afluencia.
¿Se está cumpliendo toda esta normativa que nos ha explicado con la crisis humanitaria de Siria y de otros países vecinos?
El problema es que todas estas normas, en principio, no están preparadas para esta afluencia masiva de refugiados; los países están preparados para un flujo de solicitantes más reducido. La crisis siria ha provocado una afluencia de solicitudes de asilo que no son asimilables por los estados, además concentradas en estados del sur y del este de Europa. Evidentemente, Europa no estaba preparada para esto. De ahí ha venido el acuerdo con Turquía, que es otro punto polémico, porque es un acuerdo que ha sido negociado desde la urgencia de buscar una solución rápida a esta crisis humanitaria.
¿Sería imposible, entonces, aplicar las normas actuales a la crisis de refugiados de estos meses?
Sí, el problema es la afluencia, no la regulación. Tampoco creo que haya una voluntad de incumplir la norma. Las normas no están preparadas para tantos cientos de miles de personas. Incluso con voluntad, sería imposible. La tramitación de una solicitud de asilo en países muy garantistas, como los del norte de Europa, puede llevar prácticamente un año. Ahora en Turquía hay dos millones y medio de refugiados, no sólo de la crisis siria. Es imposible tramitar tantos millones de solicitudes y es imposible que cueste un año hacerlo: eso implica que las personas se queden todo ese tiempo esperando la resolución de su solicitud en el país donde la han presentado; tienen ese derecho.
¿Podría llegar a considerarse un delito esta falta de tramitación del derecho de asilo a los refugiados?
Delito no sería porque los delitos los realizan las personas físicas o jurídicas, pero sí que podría considerarse una incorrección y aplicar incorrectamente el derecho comunitario está perseguido dentro del propio ordenamiento jurídico. El Tribunal de Justicia puede castigar a un por incumplir el derecho comunitario; se prevé la posibilidad de pagar una multa, de obligar a un comportamiento diferente... Todo esto lo puede hacer el Tribunal de Justicia desde el tratado de Ámsterdam, que es de finales de los años 90.
¿Quién tendría que iniciar ese proceso?
Un procedimiento por incumplimiento lo pueden iniciar otros estados o la Comisión Europea. Los particulares podemos presentar una queja a la Comisión haciéndole saber la situación irregular para que la Comisión inicie el procedimiento por incumplimiento.
¿Le parece probable que ocurra?
Pasa todos los días, no en cuanto al incumplimiento radical de un país de todas las normas, pero sí todos los días se demanda a multitud de países. Los 28 hemos estado demandados en alguna ocasión por normas relativas al derecho de asilo, a la libre circulación de personas... Lo que no ha ocurrido nunca es que un país sea expulsado de la Unión o que se le prohíba votar en el Consejo por incumplimiento grave de este tipo de normas que afectan a los derechos fundamentales. Hace ya muchos años, Austria estuvo a punto de ser sancionada por un incumplimiento grave y sistemático de derechos fundamentales, porque había una coalición en el gobierno formada por un partido que demostraba tendencias xenófobas. Entonces, incluso se planteó la posibilidad de cortar relaciones diplomáticas con Austria, pero no se llegó a hacer; se resolvió de otra forma. De momento, no ha habido una sanción de este tipo para ningún .
¿La inestabilidad política de Turquía influirá en la crisis de refugiados?
Puede ser, en el sentido de que Turquía había sido declarado un país seguro por parte de la Unión Europea para realizar el acuerdo sobre los refugiados. Este acuerdo supone que Turquía se queda con los refugiados que llegan ilegalmente, a cambio de unas ayudas económicas y una contraprestación política, que era la supresión de los visados para los turcos. La situación era más o menos estable; parece que la Comisión daba buenos informes de la aplicación de este acuerdo. Sin embargo, ahora se va a desestabilizar porque las medidas que se están tomando contra las personas que, teóricamente, han realizado el golpe de Estado están siendo muy duras. También se habla de instaurar la pena de muerte... Todas estas cosas, desde luego, no influyen positivamente en la opinión pública europea con respecto a Turquía.