Los ‘8 de Yesa’ evitan la cárcel tras quedar probado que parte de las lesiones de los agentes eran anteriores a la protesta
El juicio a los ‘8 de Yesa’ tomó una nueva, y muy distinta, senda. Viró el rumbo ayer, en su segunda sesión, tras probar, el perito de la defensa y un forense, que los guardias civiles ocultaron información: se desveló que muchas de las lesiones que achacaban a la protesta eran anteriores y, por añadidura, taparon otras que se produjeron con posterioridad.
Esto provocó que, tanto el fiscal, Manuel Torralba, como el abogado de la acusación, Mariano Tafalla, redujeran considerablemente sus peticiones de condena que, en el mayor de los casos, el de Chema Royo, era de 6 años y 6 meses de cárcel. Estas se quedaron en 2 años de prisión por un delito de atentado, multas en vez de prisión por las presuntas lesiones y retirada de la acusación de desórdenes públicos.
Lo que implica que los ocho juzgados, en ningún caso, entrarán en prisión ya que no tienen antecedentes. Su defensa pidió la absolución.
Actuación policial
Los hechos tratados se remontan al 10 de octubre de 2012, cuando un buen número de ciudadanos, entre ellos los acusados, trataron de evitar la expropiación, por parte de los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), de 62 hectáreas de terreno en Artieda (Zaragoza), para el proyecto de recrecimiento de Yesa. La Guardia Civil cargó contra los manifestantes y la concentración se saldó con varios heridos y ocho personas imputadas: los ‘8 de Yesa’.
Ayer en el juicio declaró el jefe de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, que fueron los que intervinieron. Se le leyó una transcripción de lo filmado, por la propia Guardia Civil, el día de autos. En donde, entre otras cosas, se pudo comprobar como el mismo dice: “A ver, niños, empujones los que haya que dar, y si hay que dar algún puntazo, se da”. “Si está grabado es que lo diría”, fue la única respuesta del agente.
Argumentó que en una masa no se puede abrir hueco “tirando flores” y que en las cargas “todo está permitido, aunque hay que tener cuidado con los órganos vitales”.