La despoblación cerrará más de 4.000 casas en Huesca y Teruel en los próximos 15 años
Más de 4.000 casas se cerrarán en los próximos quince años en las provincias de Huesca y de Teruel, las más castigadas por la despoblación y la crisis demográfica que sufre Aragón, Comunidad que perderá alrededor de 65.000 habitantes en ese periodo, según las estimaciones de la Proyección de Hogares del INE (Instituto Nacional de Estadística).
Esa pérdida de población equivaldría al padrón conjunto de Calatayud, Utebo, Alcañiz y Fraga. Sin embargo, el proceso de despoblación que sufre Aragón va en otra dirección: pérdida de habitantes en los pueblos de menos de 2.000 habitantes mientras aumenta el censo de las cabeceras de comarca y, especialmente, de la capital autonómica, en la que ya reside la mitad de los ciudadanos de la Comunidad.
La principal afectada por este proceso será Teruel, cuyo número de hogares pasará en ese periodo de 54.679 a 51.608, casi 3.000 menos; mientras que Huesca sufre un descenso menos acusado al caer de 88.490 a 87.272, algo más de 1.200. En Zaragoza ocurrirá lo contrario, ya que sus actuales 394.948 unidades familiares habrán aumentado hasta las 402.995 –alrededor de 8.000 más- en el 2031.
Dos tercios de los hogares, de uno y dos miembros
Sin embargo, ese aumento en el número de hogares no responde a un incremento de la población, sino a cómo se distribuye esta. De hecho, Zaragoza será, con un descenso de más de 34.000 habitantes –pasará de 961.072 a 926.581-, la provincia aragonesa que más población pierda en la próxima década y media, con una caída que casi triplica a la de Huesca -de 220.589 a 207.404- y que se encuentra cerca de duplicar a la de Teruel –de 136.260 a 118.564-.
Esas previsiones obligan a replantear aspectos del modelo productivo aragonés, ante la retracción del consumo que provocarán los procesos de envejecimiento y descenso de la población, y en especial de algunos sectores como la construcción -hay un stock de 15.000 nuevas por vender- y los servicios sociales.
Las previsiones del INE auguran que en 2031 prácticamente dos tercios de las unidades de convivencia aragonesas -347.345 de 541.875- tendrán solo uno o dos miembros, cuando ahora son algo más de la mitad, con las repercusiones que eso tendrá en otros indicadores demográficos como la natalidad, que se verá reducida en un 15% –de los 10.966 actuales al año a 9.377-.
Saldo vegetativo negativo y migratorio positivo
Ese descenso de los nacimientos será la principal causa de que el saldo vegetativo de Aragón sea progresivamente más negativo a pesar de que, como consecuencia del estancamiento demográfico, también se reducirá la cifra de defunciones, que en quince años pasará de las 14.019 actuales a 13.701.
Es decir, que la pérdida de población de la Comunidad por causas naturales pasará de los 3.053 habitantes de este año a los 4.324 en 2031. Esta será parcialmente paliada por el pequeño saldo positivo, de algo más de medio millar de personas al año, que dejarán los movimientos migratorios.
Dentro de tres lustros, y según las previsiones del INE, llegarán de otros países 787 personas más de las que se irán al extranjero desde Aragón, mientras el balance con el resto de España será de menos 256 personas.