Engañabobos en ayunas

Es lógico que peperos y nacionaloides arremetieran contra el alcalde de Las Palmas, por destrozón, pero una cosa es una cosa y otra cosa Australia Navarro, presidenta del PP grancanario o así.

Vale que disienta de Saavedra en lo que al pacto se refiere, pero, qué quieren, se le fue la mano, a Navarro, al referirse en su reproche a la “crisis gravísima a la que los socialistas han conducido a todos los canarios y a todos los españoles”. De acuerdo en que ella es una mandada y que la coletilla obedecía a la consigna nacional pepera de zurrarle a Zapatero a como dé lugar; pero deberían tener un poco de cuidado porque el afán de ajustarse a las consignas puede hacer que algunos, tan faltos de un agua como la dicha Navarro, extremen su celo y lo culpen hasta de la muerte de Manolete; cuando todo el mundo sabe que su única responsabilidad cierta es haber perdido Cuba y Filipinas. Y no les digo la que le espera como la selección de fútbol no regrese de Sudáfrica con la Copa del Mundo.

Cree el PP que nos chupamos el dedo. Vale, si quieren, que Zapatero no es un prodigio, precisamente; pero se pasan varios pueblos al atribuirle urbi et orbe la crisis. Es verdad que en la espera de la peluquería no dispone Navarro de periódicos y revistas que analicen el origen de la crisis e informen de su evolución. Pero tampoco es preciso haber leído mucho para saber que sólo si España fuera primerísima potencia hubieran afectado al mundo de esta manera las papafritadas zapateriles.

Navarro ha demostrado la ignorancia inconsecuente que Soria valoró como para encumbrarla en lugar de mandarla al médico a que la vean. Mejor cintura, ma non troppo, ha demostrado Dolores de Cospedal, la número dos de Rajoy que se salió por peteneras para no opinar sobre las drásticas medidas que acaba de tomar Angela Merkel; por culpa de Zapatero, sin duda. Dijo Cospedal al referirse a Alemania que la situación no es la misma en cada país; con olvido de que lleva meses equiparando la de España con la de Grecia; y con la de Hungría en las últimas fechas. ¿En qué quedamos?

Lo irritante no es, pues, que le zurren a los psocialistas que para eso están los peperos en la oposición; lo que está feo es que nos crean idiotas. Por ejemplo: desde las filas del PP claman por elecciones anticipadas. Sin embargo, a poco que nos paremos a pensar, ocurre que si a Zapatero le han doblado el brazo en la UE para que adoptara sus medidas, ¿puede alguien creerse que si el PP ganase esas supuestas elecciones anticipadas las suspendería contra el criterio impuesto por la UE? ¿Es que somos bobos? Son las mismas que aplican en otros países y las que reclamaba el propio PP que ahora se opone a ellas, dice que en defensa de trabajadores, pensionistas y demás rémoras y parias de la tierra, como dijera Cospedal en la rueda de Prensa de la que debió salir tarareando la Internacional.

Desde el año 2004 no para el PP. A la complicidad psocialista con ETA para apoderarse del poder y la conspiración de todo el aparato del Estado contra su partido, se añaden las campañas exteriores de descrédito del país para llegar a La Moncloa. Y llenándose de imputados. Seis años en que nos han privado del placer de leer los periódicos mientras desayunamos: ahora hay que desayunar primero para abrirlos después con el estómago ya guarnecido. Más de un lustro llevan desplegando todo un arsenal de falsedades engañabobos y a veces pienso que la crisis que dicen de los medios informativos se debe a que tendemos a prescindir de la Prensa para que no nos joda el día si nos agarran en ayunas. Van a tener que vender los periódicos con un sistema de seguro, no vaya a ser que le prendan fuego al revistero.