Hormigón para más de 1.500 metros cúbicos de tierra contaminada en La Cícer

Los concejales socialistas del Ayuntamiento de LPGC, Isabel Mena y Alfonso Campoamor, frente al solar de La Cícer.

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

El centro deportivo de La Cícer, que en estos momentos se construye en un solar ubicado en la Playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria, cuenta con más de 1.500 metros cúbicos de tierra contaminada por petróleo y derivados del mismo, provenientes de la antigua estación que la compañía eléctrica Unelco-Endesa mantiene en la zona.

Una contaminación que, según ha advertido este lunes la portavoz del Partido Socialista (PSC) en el Ayuntamiento capitalino, Isabel Mena, ha alcanzado las aguas subterráneas del lugar, lo que unido a las obras de la construcción del complejo podría hacer que recorrieran los 400 metros que distan de la orilla y alcanzaran el mar.

Aunque desconoce la cantidad de agua se ha visto afectada, Mena alerta de que algunas zonas acumulan hasta 2,5 metros de profundidad infectados, por lo que “nos encontramos ante un problema importante, tanto de Salud Pública, como medioambiental, en una de las zonas principales de la ciudad”.

Al respecto, señala la existencia de un informe encargado por la constructora a una entidad privada que fue emitido el pasado octubre, donde se advierten los riesgos existentes y la precaución con la que se tienen que llevar a cabo los trabajos. Un documento que se encuentra en manos de Salud Pública, Medio Ambiente y en las del propio alcalde capitalino, Juan José Cardona, afirma Mena.

La portavoz socialista asegura que Cardona tiene constancia de la situación desde la mencionada fecha y, sin embargo, “ha mantenido silencio todos estos meses”. En este punto, precisa que para tener conocimiento del estado del solar, ha recabado datos de técnicos del Ayuntamiento y del Gobierno de Canarias.

Lejos de solucionar el problema de raíz, Mena afirma que Cardona tiene pensado “encapsular el solar”, es decir, echar hormigón sobre la tierra contaminada y construir encima las instalaciones deportivas, dejando así aislado el sector. Una actuación que, según dice, tiene que contar con informes favorables de Medio Ambiente.

En su opinión “es peligroso que el solar esté contaminado, pero lo de las aguas también, por eso quizás encapsular no sea lo más garantista”, ya que “puede salir más caro a la larga”. Para Mena, la propuesta del alcalde responde a fines económicos, motivo por el que manifiesta que “aunque el PP considere que echar hormigón en este momento les ahorra dinero, lo que hay que garantizar es la salubridad de los vecinos y de la playa”.

La propuesta alternativa del PSC se centra en retirar el lodo y agua contaminados, para luego trasladarlos a la refinería de Santa Cruz de Tenerife. Una solución que, a juicio de Mena, “garantiza la seguridad de la playa, la de los vecinos y del recinto, por encima de los intereses económicos que pueda tener la empresa de ahorrarse unos miles de euros”.

La edil socialista concluye que “no nos podemos permitir contaminar ninguna playa de la ciudad, como ya estamos viendo que está sucediendo en todas con vertidos, la última La Laja”.

Por su parte, desde el Ayuntamiento afirman que el proyecto de recuperación ambiental del suelo se encuentra pendiente de aprobación por parte de la Consejería de Educación, Universidad y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias y que, previamente a que el área afectada quede sepultada, se procederá a la filtración del agua. Además, aseguran que los análisis elaborados por los técnicos municipales dictaminan que en la actualidad no existe riesgo alguno para la salud.

Emalsa a la Fiscalía

Preguntada por el anuncio de Cardona de llevar la actuación de la empresa de aguas Emalsa a la Fiscalía, debido a los vertidos registrados en la playa de La Laja, Mena recuerda que la ciudad capitalina lleva cuatro meses sufriendo derrames en San Cristóbal y La Cícer. “Esto muestra que hay un descontrol absoluto sobre la situación del agua en Las Palmas de Gran Canaria”, apostilla.

Un escenario derivado de la falta de inversión en el servicio municipal de aguas, en el que no se ha invertido un solo euro en dos años y medio, afirma. Mena señala que el Consistorio tiene cierto grado de responsabilidad en lo sucedido, ya que las infraestructuras pertenecen al municipio y por lo tanto “tiene que tener control del estado en el que se encuentra”.

“Si el alcalde quiere ir a la Fiscalía contra Emalsa, también va contra sí mismo, porque es parte de Emalsa, pero esto no es excusa para que el servico de aguas municipal no esté cumpliendo con sus obligaciones”, concluye.

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