Juego de votos

Paulino Rivero con Fernando Clavijo. Efe

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife —

Parafraseando una de las más célebres frases de la afamada saga Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martín, cuyo éxito ha sido globalizado por la serie de televisión, “en el Juego de Tronos, o ganas o mueres”.

Y eso es lo que se va a dirimir en el Consejo Político que celebra Coalición Canaria (CC) para elegir a su candidato a la presidencia del Gobierno en 2015: la muerte política de Paulino Rivero o Fernando Clavijo.

Pero no solo eso, pues siguiendo con R.R. Martín, “cuando los reyes chocan…la tierra entera se estremece bajo sus pies”, y los mismos cimientos del partido que ha ostentado la Presidencia del Gobierno ininterrumpidamente desde 1993 pueden acabar destruidos.

Por eso son vitales los 18 votos de miembros del Consejo Político de El Hierro, La Gomera y La Palma que aún no se han pronunciado ni por Rivero ni por Clavijo.

18 votos que deben apostar por si dan por amortizada la legislatura y se desentienden de los 8 meses que aún restan para ejercer una creíble tarea de Gobierno (tanto el PP como NC harían leña de Rivero como árbol caído en todos los debates parlamentarios, contribuyendo al desgaste electoral de CC el próximo mes de mayo, en un remedo de lo que le sucedió a Rodríguez Zapatero) o, por el contrario, creen que en tiempo de tribulaciones es mejor no hacer ni mudanzas ni experimentos.

18 personas a las que los partidarios de Rivero, según fuentes consultadas, quieren captar agitando la baza de la responsabilidad: “si el vicepresidente del Gobierno, José Miguel Pérez, ya ha renunciado a ser candidato y, además, el presidente es derrotado en su partido…¿cómo se va a poder gobernar Canarias hasta mayo con sus dos cabezas derrotadas de antemano?”

“Sería un suicidio que afectaría también a los resultados de Clavijo como candidato a la Presidencia”, insisten en su argumentación.

Una tesis rebatida por los críticos: “algunos no se están dando cuenta de lo que está pasando en la calle y en los ciudadanos, cansados de ver siempre a los mismos dirigiendo gobiernos y partidos, y que hay que regenerar y renovar para tener opciones”.

Tormenta de espadas

Pero no solo es la batalla de los 18 votos aún no decantados. La Tormenta de espadas se prolonga a los cuatro representantes del Partido Nacionalista Canario (PNC) afines a Rivero y a las cuatro secretarías ejecutivas.

Una lucha que no concluyó el sábado, cuando se decidió dejar votar al PNC y no así a los otros, pues la disposición duodécima de los estatutos de CC permite que el Consejo Político Nacional pueda cambiar los acuerdos de la Comisión Ejecutiva Nacional.

Los críticos al presidente insisten en que se ha sido restrictivo al no permitir que las secretarías ejecutivas voten porque favorecen a Clavijo y, sin embargo, han sido generosos con el PNC, que apoya Rivero.

Una situación que pretenden cambiar en el Consejo Político para que el alcalde lagunero pueda contar con el voto de dos de sus avalistas: Cristina Valido (consejera del Cabildo de Tenerife y secretaria de Comunicación de CC) y Aurora Moreno (concejal del Ayuntamiento de Arucas y secretaria de Igualdad y Participación) ya que tanto Narvay Quintero como Carmen Hernández sí pueden ejercer su voto como representantes de El Hierro y Lanzarote.

El Consejo Político comenzará, por tanto, con 24 apoyos para Rivero y Clavijo con 35 que, supuestamente, les votarán en la reunión. Ninguno de ellos alcanza 55 apoyos, los tres quintos necesarios y ambos pueden ejercer la minoría de bloqueo (los avales de Clavijo, numéricamente, lo posibilitan y los partidarios de Rivero dicen que también tienen más apoyos no avalados) que obligue a realizar tres votaciones.

Y ese es el escenario que permite que los 92 miembros del Consejo Político puedan votar hasta tres veces para designar a su candidato a la Presidencia del Gobierno canario antes de plantearse si continúan votando en esa misma sesión o, si por el contrario, convocan una nueva reunión al día siguiente o se decide apostar por abrir un proceso de primarias.

Una opción que beneficia a Rivero, que en estos meses de maniobras políticas internas ha conseguido hacerse con la simpatía de la mayoría de la militancia.

¿Festín de cuervos?

Los partidarios de Clavijo creen que “sería una ignominia y una deslealtad que ahonda en la división de cara a los ciudadanos” que el presidente del Gobierno no se retirara tras la segunda votación para que solo quedara la candidatura del alcalde de La Laguna y pudiese ser aclamado candidato.

El argumento contrario se basa en uno de los mantras de los partidarios de Clavijo: “¿no dicen que hay que escuchar a los ciudadanos y hacerlos participar en la vida orgánica? ¿Qué mayor cercanía e implicación que sean los militantes, y no miembros de la cúpula, quienes elijan al candidato?”

Lo cierto es que CC afronta siete u ocho horas decisivas para sí misma. Se muevan como se muevan las piezas, tendrá consecuencias de mayor o menor calado en los próximos meses.

Solo cabe esperar que George R.R. Martin no tenga razón y no se cumpla que “cuando se apaga el clamor de las espadas, solamente queda carroña para los cuervos”

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