Miguel Guerra renuncia como consejero de RTVC
Miguel Guerra, miembro del Consejo de Administración de Radiotelevisión Canaria (RTVC) ha presentado este martes su renuncia al cargo al entender que no tiene la posibilidad de cumplir con la función de control asignada al Consejo de Administración.
Guerra, según informa Nueva Canarias, ha comunicado al presidente del Parlamento, Antonio Castro, su renuncia en una carta en la que ha señalado que el Parlamento y los grupos mayoritarios “no han tenido la voluntad de velar por el interés general” para que el Consejo de Administración cumpliese el papel asignado por ley.
Guerra, que es miembro del Consejo de Administración desde 1999, afirma que este órgano lleva siete años sin ser renovado, responsabilidad que atribuye a los grupos parlamentarios de CC, PP y PSC-PSOE, que han sustentado los gobiernos de ambas legislaturas y que, según señala, son responsables “de este importante déficit democrático, que en parte explica la situación del ente RTVC”.
“Ambos partidos y socios del actual Gobierno de Canarias (CC y PSOE) tienen una cuota muy especial de responsabilidad en la grave situación de descrédito y deslegitimación del ente público RTVC, al propiciar o permitir que el director general, Guillermo García, haya gestionado este servicio público al servicio del Gobierno y de su presidente y no con los principios y criterios que la ley contempla y que emanan de su naturaleza pública”, señala Guerra.
Como ejemplo cita la convocatoria ordinaria de junio del consejo en la que deberían examinar las cuentas anuales y liquidaciones de los presupuestos del ente RTVC y de las sociedades TVPC, S.A y RPC, S.A, convocatoria en la que no se produce el quórum necesario porque los consejeros de Coalición Canaria Marcos Brito y Honario García no comparecen “a pesar de haber confirmado su presencia en el mismo y haber recibido formal y oportunamente la convocatoria de la sesión”.
En esta sesión, agrega Guerra, estaba previsto debatir una propuesta de resolución del Consejo de Administración por la que se solicitaba al Gobierno de Canarias el cese del director general del ente público RTVC.
“Esa propuesta motivada, que como presidente de turno del consejo propicié, ha sido mi último intento por desbloquear una situación insostenible del ente y su funcionamiento” añade.
Agrega que su renuncia significa también la denuncia ante la institución y máximo órgano representativo del pueblo canario, de la responsabilidad política del propio Parlamento de Canarias y de los grupos parlamentarios mayoritarios “que, interpreto, no han tenido la voluntad de velar por el interés general, para que el Consejo de Administración del ente público RTVC cumpliese el papel que la Ley de Radiodifusión y Televisión de Canarias le asignó”.