Podemos denuncia un “negocio millonario” en Canarias a través de la privatización de la sanidad
El grupo parlamentario de Podemos ha denunciado este miércoles un “negocio millonario” en Canarias a través de la privatización de la sanidad y el transporte sanitario y ha pedido al Gobierno canario que frene “la especulación privada de la sanidad publica”.
En algunos casos, según el diputado Juan Márquez, los profesionales del transporte sanitario urgente y no urgente están trabajando bajo condiciones de ansiedad por la presión recibida por parte de algunas de estas empresas, que “utilizan la amenaza del despido para negociar las retribuciones del colectivo”, afirma. A su juicio, “esta situación de precariedad laboral repercute en la calidad del servicio que se presta a la ciudadanía.”
Las empresas privadas que gestionan estos servicios “están más preocupadas de los márgenes de beneficio que de ofrecer el mejor servicio de urgencias”, señala el político de Podemos, que además cree que hay un negocio “millonario” con la atención de las urgencias.
Según estudios independientes recientes, recuerdan desde Podemos, el archipiélago está entre las comunidades autónomas que más presupuesto destina a los conciertos con las clínicas privadas, sólo superada por Cataluña y Madrid, y es la comunidad que ostenta la peor valoración del servicio por parte de los usuarios.
En esta línea, asegura el diputado, “el 52% de los hospitales canarios es de titularidad privada, así como el 35% de las camas, el 75% de los equipamientos de resonancia magnética, el 47% de los TAC, el 28% de los servicios de hemodiálisis. En el caso de la Rehabilitación y Servicios sociosanitarios la privatización llega al 61%.”
También denuncia que “dentro de los hospitales canarios se pueden encontrar zonas gestionadas directamente por clínicas privadas, como ocurre con el servicio de Medicina Nuclear del Hospital Doctor Negrín.”
“Tanto el Partido Popular como Coalición Canaria y ahora el Partido Socialista han ido construyendo un modelo sanitario donde el objetivo no está en la calidad del servicio ni su carácter público y universal, sino en los márgenes de beneficios que obtienen las empresas privadas a través de las derivaciones y externalización de los servicios”, afirma Juan Márquez.
