La falta de quórum en la cúpula de RTVC impide debatir el relevo de Willy García
La ausencia de varios miembros del Consejo de Administración de Radiotelevisión Canaria (RTVC) provocó la suspensión del encuentro previsto para este miércoles y, por tanto, impidió debatir la propuesta del presidente de la cúpula del ente público, Miguel Guerra, sobre la destitución del director general del canal autonómico, Guillermo Willy García.
Según la propuesta redactada por el también consejero en representación de Nueva Canarias (NC), la Ley 8/1984 contempla la destitución del máximo responsable de RTVC por parte del Gobierno, a iniciativa propia o a propuesta del Consejo de Administración, a causa de su “incompetencia manifiesta o actuación contraria a los criterios, principios u objetivos” previstos en la normativa.
Igualmente, el reglamento del ente público también ampara la destitución del director general si “La gestión de la contratación llevada a cabo durante la VII Legislatura por el Ente público Radio Televisión Canaria y sus Sociedades, no se ha ajustado en general a criterios de eficacia, eficiencia y economía”. A juicio de Miguel Guerra, “esta afirmación es transcripción literal de la conclusión número 8 del informe de la Audiencia de Cuentas de Canarias” de 2013.
Aunque “esta primera razón sería suficiente para motivar la resolución y solicitud que propone el Consejo de Administración”, continúa la propuesta del consejero nacionalista, las conclusiones y recomendaciones de la Audiencia de Cuentas “incorporan muchas otras razones motivadoras de la resolución que se propone, mostrando la incompetencia manifiesta del director general”.
En este contexto, el documento de Guerra recuerda la “gestión personalizada y centralizada en su figura”, por lo que la Audiencia recomienda “que no debe priorizar su papel a los necesarios controles internos y a un necesario marco reglado, que proporcione las mínimas garantías en lo que se refiere a las decisiones que afecten a la gestión corporativa de la contratación”.
Además, Willy García, añade la propuesta, “ha incumplido sistemáticamente en su gestión, el espíritu y la letra de la Ley, obviando las competencias del Consejo, vaciándolas de contenido e ignorando las aportaciones de los consejeros del ente en su papel de fiscalización y control del cumplimiento en la programación que corresponde” a la cúpula del canal autonómico.
“Sirvan de botones de muestra asuntos tan relevantes, como la planificación de la actuación de la RTVC, la aprobación de los planes anuales de actividades del ente, así como el plan de actuación de las distintas sociedades dependientes, que han requerido en los tres últimos años de repetidas votaciones del Consejo para ser aprobados sin las mayorías previstas en el apartado 2 del artículo 11 del Reglamento, siendo decisivo el 'legalmente dudoso' voto del propio director general en el cómputo de la mayoría absoluta por el que se han aprobado in extremis”, detalla Miguel Guerra.
“Son igualmente relevantes los incumplimientos en la aprobación de los anteproyectos de Presupuesto del Ente público y sus sociedades en más de un ejercicio presupuestario”, abunda la propuesta. Y, además, “no consta la aprobación por el Consejo de la plantilla de la Televisión pública de Canarias, S.A., que es el órgano competente para ello”, rememora Guerra del informe de la Audiencia.
Además, el presidente de la cúpula de RTVC subraya “el incumplimiento muy reciente” del pluralismo democrático y acceso a los medios de comunicación en períodos y campañas electorales durante los comicios europeos del 25 de mayo. No en vano, “el plan de cobertura informativa de las Elecciones Europeas 2014 no pudo ser analizado por el Consejo de Administración del ente, no pudiendo por tanto, cumplir su papel de garantes en los medios de comunicación públicos canarios de garantía y representatividad de las fuerzas políticas concurrentes que dispone la Ley”.
En definitiva, Miguel Guerra considera que Willy García “no cumple con los dos grandes objetivos que dan sentido a la creación de la radio y la televisión públicas de Canarias: vertebrar social y culturalmente a las Islas desde unos medios de comunicación propios, próximos y cercanos, al tiempo que generar y potenciar una industria del sector audiovisual que facilite y muestre el talento creativo de los profesionales de Canarias, desde esa potente plataforma de unos medios de comunicación públicos”.
A su juicio, “el director general del ente RTVC viene desarrollando una actuación contraria o no ajustada a los criterios, principios y objetivos de los servicios públicos de radiodifusión y televisión dependientes de la Comunidad Autónoma de Canarias, recogidos en los artículos 2 y 3 de la Ley 8/1984
Entre los criterios legales incumplidos por Willy García, Miguel Guerra enumera “respeto, promoción y defensa de la igualdad y del pluralismo político, entre otros valores del ordenamiento constitucional y estatutario”, además de “objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones; la separación entre informaciones y opiniones, la identificación de quienes sustentan estas últimas y su libre expresión; acceso a los medios de los grupos sociales y políticos representativos, respetando el pluralismo político, religioso, social y cultural de la sociedad canaria; promoción de la cultura y de la educación; defensa de la identidad, valores e intereses del pueblo canario, así como la promoción de la convivencia y solidaridad reconocidas en la Constitución y el Estatuto de Autonomía”.
Por último, la propuesta de destitución atribuye también al director de RTVC las “actuaciones impropias de la responsabilidad institucional que ostenta, algunas de ellas en la propia sede del Parlamento de Canarias, y en las sesiones pertinentes de la comisión de control parlamentario” con la consiguiente reprobación de los cuatro grupos políticos en sede legislativa.
“Comportamientos y actitudes no presentables ni ajustadas a derecho del Director general” también fueron denunciadas por los consejeros del ente. “Sirva como ilustración de ello el que como miembro del Consejo de Administración ha participado con voz y voto en sesiones donde se debatían cuestiones de su gestión o que le afectaban personalmente”, ilustra Miguel Guerra antes de destacar que haya representado a los consejeros de Coalición Canaria, “produciendo con ello situaciones y resultados en votaciones que han distorsionado el sentir y la expresión de la voluntad” de la cúpula del ente.
Ante la pérdida de “la confianza y el crédito de la mayoría de los consejeros”, el presidente del máximo órgano de RTVC considera que la permanencia de Willy García hasta terminar la legislatura, “no solo no contribuye al normal funcionamiento de este órgano colegiado del Parlamento, sino, por el contrario, agudiza la crisis y el bloqueo institucional”.
“La expresión más inmediata de ello podría haber sido la previsible no aprobación de las cuentas anuales del ente público RTVC del ejercicio 2013, en la sesión que estaba convocada formalmente para hoy 18 de junio de 2014 y que no ha podido celebrarse por falta de quórum, al no comparecer los consejeros de CC”, lamenta Miguel Guerra antes de detallar que “hubiese sido la segunda ocasión” en que los balances no fueron aprobados tras el rechazo suscitado por los números de 2012.
Según concluye el presidente de RTVC, el Consejo de Administración del ente lleva más de siete años en funciones, esperando la renovación de este órgano colegiado del Parlamento de Canarias. “A pesar de las dificultades y la controvertida gestión del actual Director General, el Consejo ha continuado ejerciendo sus funciones con responsabilidad, asumiendo las tareas de fiscalización y control de los servicios públicos de radiodifusión encomendada por el Parlamento de Canarias”, finaliza Miguel Guerra.
