Todos salimos ganando
La Economía del Bien Común (EBC) se está abriendo paso cada vez más en el mundo occidental, y Canarias no es una excepción. La EBC es un movimiento que fomenta el comportamiento ético en las prácticas económicas mediante la aplicación de estándares de calidad y metodologías específicas que buscan la economía social, solidaria y sostenible.
Estos días las universidades canarias acogen encuentros de EBC en los que se han interesado los dos cabildos de las islas capitalinas. Además de ellos, hay varios ayuntamientos implicados. El de Santa Lucía de Tirajana ha sido el pionero en apostar por la EBC. En Gran Canaria, tras él, se han interesado vivamente los de Agüimes, en primer lugar, y de Santa Brígida, más recientemente, tras la llegada a la alcaldía de Ando Sataute, un partido progresista y asambleario formado por vecinos de diferente procedencia, desde profesionales independientes a agricultores, pasando por docentes, economistas y trabajadores sociales.
Hay otros ayuntamientos que también comienzan a interesarse por el nuevo modelo económico de filosofía ética donde se mima más la rentabilidad social que la económica, sin descuidar esta. Se trata de los ayuntamientos de Tegueste y Vilaflor, en Tenerife, o Telde y Las Palmas de Gran Canaria, en la isla redonda. De hecho en estos tres municipio, además de San Bartolomé de Tirajana, Santa Lucía y Santa Brígida, están radicadas algunas de las once empresas canarias integradas en la EBC. También hay otros tinerfeños interesados, como el de Buenavista del Norte.
De hecho, en las jornadas que se han celebrado recientemente en la Universidad de La Laguna acudieron representantes del Cabildo de Gran Canaria y de los ayuntamientos de Santa Lucía de Tirajana, Agüimes y Santa Brígida. Este último estuvo representado por cuatro personas encabezadas por su alcalde, el economista José Armengol, que hasta su llegada al ayuntamiento ejercía como gerente de Aider.
El organizador de estas jornadas, José Carlos Hernández, es el tesorero de la Asociación Canaria para el Fomento de la Economía del Bien Común, miembro activo del campo de energía de Tenerife y consultor del nodo de empresas de la EBC en Tenerife. Es consultor social experto en emprendimiento social, gestor de proyectos y promotor de la red de profesionales para una nueva forma de hacer economía Red Innovación Social.
Hernández confirma que el Cabildo de Tenerife “está interesado en conocer el modelo socioeconómico de las empresas que nos dedicamos a la Economía del Bien Común. Y lo ha hecho desde el Área de Gobierno Abierto, Acción Social, Educación, Juventud, Igualdad, Cultura y Deportes, consejería con delegación especial en Participación y Atención Ciudadana. El Cabildo de Tenerife ha financiado el taller de la implantación de la EBC en los municipios”, que se ha celebrado el 3 de julio en Tenerife, en el marco del evento Tenerife, isla colaborativa.
El presidente de la Asociación Canaria para el Fomento de la Economía del Bien Común, José David Monzón, destaca la importancia que la EBC está teniendo en Canarias, la segunda comunidad donde se implantó en España después de Cataluña.
“La Economía del Bien Común es para Canarias un soplo de aire fresco, es una posibilidad de volver a ser afortunadas. En el espíritu de la gente de Canarias hay solidaridad, cooperación, conciencia ecológica. La EBC recoge todo esto y lo propone”, afirma.
La primera exposición de buenas prácticas de la EBC en Canarias en 2015 la integran las siguientes empresas: Oceanográfica, Limonium, Hotel Avenida de Canarias, alojamiento turístico El Paseo, Plántate (centro especial de empleo), Creatividad Canaria, Huertos El Farmero, Alojamientos Santa Lucía Rural, Alborinco, Diego Delgado Nutricionista y Red Innovación Social. Todas son de Gran Canaria, menos la última, que es de Tenerife.
Alborinco está en Las Huesas (Telde) y se sustenta en una concepción ecológica de productos y servicios. Se trata de una iniciativa agrícola que pretende repercutir en la generación de riquezas de la sociedad, “basándose en un modelo económico, social y medioambiental coherente con las necesidades reales de la población, según sus costumbres y el medio que les rodea”, según sus mentores.
Creatividad Canaria se basa en una concepción social de productos y servicios. “Para cualquier organización la comunicación es esencial. Por eso establecemos una relación directa y personal con cada uno de nuestros clientes, convirtiéndonos en su propio departamento de marketing. Porque no solo acometemos la creatividad final, sino que también la formulación primera de la idea”. Está situada en la capital grancanaria y se presta servicios de gestión, formación, producción audiovisual, marketing y eventos.
Los apartamentos El Paseo se basan en una concepción ecológica de productos y servicios. Es un pequeño complejo de apartamentos turísticos que presta un servicio personalizado, con buenas prácticas medioambientales, éticas y de calidad. Se encuentra en Playa del Inglés.
En el hotel Avenida de Canarias, de Vecindario, prima la calidad del puesto de trabajo y la igualdad. El establecimiento está situado en el centro comercial y de negocios Avenida de Canarias, muy próximo al aeropuerto de Gran Canaria.
Huertos El Farmero persigue la reducción de efectos ecológicos. “Prestamos un servicio de ocio consistente en el alquiler de huertos para compartir. Asesoramiento, formación sobre agricultura ecológica, organización de charlas, conciertos y eventos variados, punto de encuentro para lúdico. Alquiler de parcelas para huertos ecológicos. Está ubicado en el Camino a Los Olivos, en Santa Brígida.
Limonium Canarias Aventura y Medio Ambiente funciona con una gestión ética de la oferta de suministros. “Nuestra actividad se fundamenta en la transmisión y ejemplificación de valores ecológicos y sostenibles por medio de acciones formativas, intercambio de experiencias, foros de debate y opinión, actividades de turismo activo, actividades de ocio, gestión de recursos ambientales educación ambiental. Está en Las Palmas de Gran Canaria.
Diego Delgado Nutricionista destaca por la demanda y la promoción del comportamiento ecológico de los empleados. Trata de crear salud desde un visión global y no paliativa.
Oceanográfica es una empresa fundada en enero de 2002 y nacida de la unión de científicos y publicistas. Oceanográfica sirve de vehículo entre la ciencia y la sociedad. “Ofrecemos un servicio único a empresas y entidades cuya actividad tenga relación con temas medioambientales o tecnológicos. Nuestro carácter innovador radica en el potencial de análisis y de creación de contenidos, procedente de la formación científica y técnica de nuestro equipo. Tratamos y cuidamos de forma especial la información y los productos, aumentando así su grado de alcance divulgativo”.
Esta empresa ofrece servicios de educación y divulgación, gestión y coordinación, creatividad y diseño y producción gráfica, siempre con aportación al bien común. “Nuestro deseo es que nuestros productos se caractericen por aportar un claro beneficio, destinado no sólo a nuestros clientes sino a toda la sociedad y al planeta que compartimos. En la medida de nuestras posibilidades, trabajamos para mejorar el mundo”, dicen absolutamente convencidos de su propósito. Se encuentra en el polígono industrial El Goro de Telde.
El Centro Especial de Empleo Plántate trabaja la calidad del puesto de trabajo y la igualdad. “Somos una entidad en la que el 100% de los trabajadores tienen algún tipo de discapacidad con una filosofía clara: cuidar y proteger el entorno y crear empleo”. Realiza una actividad de acción forestal, servicios de jardinería y mantenimiento de huertas y una formación de actividades accesibles en la naturaleza.
La Red Innovación Social, la única de las once que está radicada en Tenerife, tiene su aportación al bien común con la creación de una estrategia socioeconómica de desarrollo sostenible para el municipio de Tegueste vinculada a la relocalización de una industria del sector creativo y artístico-cultural bajo la marca de Valle Creativo. Es una consultoría social.
Santa Lucía Rural tiene una concepción ecológica de productos y servicios y se preocupa de la reducción de efectos ecológicos, además de un efecto social. “Nuestros alojamientos rurales contribuyen al turismo accesible en la naturaleza, la dinamización económica y social de los valores naturales y culturales del casco histórico del pueblo de Santa Lucia de Tirajana, así como de microeconomías: casas rurales, restaurantes, repostería, artesanía, tracking, escalada, bici, artesanía, cultura. Además apostamos por el medio ambiente con energía renovable, placas solares, la desinfección electrolítica del agua de la piscina, cultivos ecológicos…”. Es un alojamiento rural con cultivos ecológicos y actividades en la naturaleza.
La EBC cubre los elementos básicos de un sistema de orden económico alternativo y está abierta a la sinergia con sistemas similares. El objetivo es crear un marco legal vinculante para la creación de valores de orientación empresarial y particular hacia el Bien Común, que dé incentivos a sus participantes. Según una encuesta de la fundación Bertelsmann, el 88% de los alemanes y el 90% de los austriacos desean un nuevo orden económico.
La economía del bien común (Deusto, 2012) es un sistema económico alternativo completo, cuyos fundamentos habían sido desarrollados por Christian Felber en Neue Werte für die Wirtschaft (Deuticke, 2008; el título se puede traducir al castellano como Nuevos valores para la economía, obra solo disponible en alemán) y más tarde pulidos por un cada día mayor círculo de empresarios.
El fin es escapar de la discusión estéril (“quien está contra el capitalismo, está con el comunismo”) y ofrecer un camino concreto y viable para el futuro. A finales de 2013 eran ya más de 1.400 empresas de 27 países las que apoyaban la iniciativa. Varios centenares de ellas están aplicando el corazón del modelo, el Balance del Bien Común. El movimiento crece globalmente en cada día más ramas de actuación. Más de 80 campos de energía (grupos de apoyo local) se han fundado hasta la fecha en Austria, Alemania, Italia, Suiza, Polonia, Holanda, España, Inglaterra, América del Norte y América Latina.
La economía del bien común se rige por una serie de principios básicos que representan valores humanos: confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, etcétera. El movimiento EBC tiene una estructura organizativa celular, muy descentralizada.
La Asociación Canaria de Fomento de la Economía del Bien Común remitió al Gobierno de Canarias un documento que preparó expresamente para explicar al Ejecutivo autónomo en qué consiste la EBC, con el propósito también de que se adhiera a esta nueva filosofía de economía social, cooperativa, sostenible y solidaria.
En este documento, recuerda Monzón, se señalaba que “el desarrollo sostenible se fundamenta en la confluencia de los intereses del sector empresarial, la ciudadanía y el sector público, pues todos los agentes deben tener metas compartidas. La EBC propone que esta meta sean los derechos humanos, fomentados mediante la cooperación que busca el bien común, pero para ello es necesario que las personas y las diferentes organizaciones: políticas, sociales y económicas compartan esos mismos objetivos. Por tanto, todas las organizaciones pueden aportar con su actividad al bien común tanto en su gestión interna como en su relación con el entorno.
Una forma práctica de evaluar la actividad organizativa es elaborar su Balance del Bien Común (BBC); un indicador diferente al balance financiero que pretende medir dicha aportación según los seis valores principales que aparecen en las constituciones de los países democráticos del mundo: dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, justicia social, democracia y transparencia.
Esto supone en primer lugar, un cambio en los objetivos del desarrollo local desde la competitividad a la calidad de vida de la ciudadanía; en segundo lugar, un cambio en la gestión interna de las entidades locales, que también se someten a la evaluación del balance del bien común; y en tercer lugar, que las entidades públicas (locales, insulares, regionales) asuman la nueva responsabilidad de fomentar el bien común de una forma activa en el ejercicio de todas sus funciones“.
En la Comunidad Autónoma de Canarias existen actualmente dos campos de energía en funcionamiento, localizados uno en la isla de Gran Canaria y otro en la de Tenerife. En dichos grupos locales se generan actividades de investigación y desarrollo del modelo EBC (ámbito universitario), de asesoramiento y auditoría a empresas y organizaciones públicas y sin ánimo de lucro, así como actividades tecnológicas (desarrollo de nuevas metodologías de aplicación empresarial orientadas al Bien Común, de difusión del modelo, etcétera).
Como noticia destacable cabe citar que en el año 2013 dos de las cuatro empresas españolas auditadas en el seno de la EBC son canarias. Estas dos empresas son a su vez las que cuentan con la primera y tercera puntuación más alta de Europa de las más de 150 empresas auditadas. Asimismo, en Gran Canaria, el municipio de Santa Lucía de Tirajana es uno de los 10 municipios españoles que está en el proceso de ser nombrado Municipio del Bien Común. Vilaflor, en Tenerife, está interesado en iniciar la misma trayectoria.
El compromiso asumido por el alcalde de dicha localidad es asistir o enviar a una concejala de su equipo de gobierno a la próxima reunión de municipios de la EBC que va a celebrarse en octubre en Sevilla, conocer las buenas prácticas actuales e iniciar el proceso de elaborar el Balance del Bien Común como paso previo para desarrollar las primeras actuaciones conducentes a declarar a Vilaflor como Municipio del bien común.
El apoyo del Gobierno de Canarias a la innovación demostrada puede suponer un destacado impulso al posicionamiento de la economía canaria y el desarrollo sostenible para toda la región, en palabras de José David Monzón.
Canarias es un lugar privilegiado a la espera de que se desarrollen todas sus potencialidades, según los mentores de este movimiento de economía social, porque es “un lugar de encuentro entre naciones, con buenas comunicaciones por mar y aire. Observamos, no obstante, que se puede hacer mucho más por mejorar el archipiélago y ayudar a las personas que viven en él a desarrollarse mucho más y a paliar una de las lacras que actualmente están incidiendo negativamente en la vida y esperanzas de los canarios. Nos referimos a la tasa de desempleo, que según la Encuesta de Población Activa correspondiente al primer trimestre de este año, cifra en 32,5% las personas que están en situación de desempleo en Canarias. Es necesaria una diversificación del tejido productivo y empresarial en Canarias. Actualmente, más del 70% del PIB de las islas depende del sector servicios y, más concretamente, más del 40% depende, exclusivamente, del sector turístico. La apuesta por diversificar el tejido productivo y no poner todos los huevos en la misma cesta es necesaria para afrontar con garantías el futuro de nuestra tierra. Una mayor implicación en sectores industriales para los que, Canarias, por su localización geográfica y sus condiciones climáticas inmejorables, suponen un plus de condiciones que muchas otras regiones y países no poseen. En concreto, una mayor preocupación por el medio ambiente y por las fuentes de energías llamadas limpias (eólica, fotovoltaica, hidráulica, etcétera) se convierte en indispensable para generar un desarrollo sostenible en el tiempo que proteja el medio ambiente y genere empleo de calidad, un tipo de empleo que, por su condición de cualificación, permitirá una juventud mejor formada, mejor preparada y con mayores garantías de afrontar su inserción laboral de manera mucho más fructífera que la actual y que, en situaciones de crisis económica venideras, podrán volver a disponer de cualificación de manera mucho más rápida y exitosa en los nuevos yacimientos de empleo porque ya partirán con una base adquirida que les hará más resistentes y más resilientes a los embates futuros”.
“Ante todo, debemos tener en cuenta que, la Economía del Bien Común es una filosofía, una manera de entender la actuación económica en la sociedad y cómo generar beneficio, no solo a las empresas, a las instituciones públicas sino, sobre todo y, por encima de todo, cómo ayudar a las personas, cómo generar el bien común y que este beneficie a la colectividad. Todo ello bajo el prisma de un comportamiento ético que debe impregnar y convertirse en la seña de identidad de toda acción que se realice en pos de este objetivo y, por ende, de todas aquellas personas que quieran implementar un proceso de Economía del Bien Común en su ámbito específico, que puede ir del personal hasta el local, pasando por la empresa”, añaden.
Entienden que las sociedades se basan en principios éticos. La EBC es un modelo de economía alternativa que buscan una economía real y cuyas actividades produzcan un impacto social o medioambiental positivo. El modelo económico actual, según los promotores de la EBC, promueve la competitividad en los mercados y mide los resultados sólo en función de los beneficios financieros, no en función de lo que se aporta al bien común. “Las personas no necesitamos dinero para vivir, necesitamos utilidades. En un sistema de libre mercado todas las empresas deben trabajar en igualdad de condiciones. No es justo que aquellas que tienen un comportamiento más ético y más respetuoso con el medio ambiente sean penalizadas con un precio de sus productos más elevado. Debemos conseguir que aquellas empresas alineadas con los valores de nuestra sociedad, obtengan, a cambio, el beneficio de poder ofrecer al consumidor mejores precios”, concluyen.
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