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Quo abis, Coalición Canaria?

Logo de Coalición Canaria.

Salvador Lachica

Coalición Canaria es un partido nacido en el Gobierno. Lleva sin apearse del Ejecutivo regional desde 1993. Obviamente, no ha tenido nunca que transitar en 21 años por el desierto de la oposición, que es lo que permite a los partidos políticos reciclarse y regenerarse, purificándose internamente de los vicios que se incrustan desde la ostentación del Poder. Ahora, conscientes del desgaste e inmersa en una de sus tradicionales luchas cainitas por el liderazgo, CC afronta su catarsis con el documento 'Canarias 20. Tendencias económicas y sociales en Canarias'.

Según la tradición, el apóstol Pedro, mientras huía de Roma, preguntó en alto al comprobar como eran perseguidos los cristianos por orden de Nerón: “Quo Vadis, Domine?” (¿A dónde vas, Señor?). Ante la pregunta, Jesús responde: “Voy a ser crucificado en Roma por segunda vez porque mis propios discípulos me abandonan”. Avergonzado de su cobardía, Pedro regresa a Roma para afrontar su destino: el martirio.

Coalición Canaria también ha estado huyendo hacia adelante los últimos 21 años, preocupándose más por no abandonar el poder que por la sociedad a la que gobernaba y por sus propios votantes, que han ido dando la espalda lenta, pero inexorablemente, a la formación nacionalista.

Por eso, aunque no tanto por la vergüenza que sintió Pedro sino por la constatación de que se podía jorobar el invento que nació en 1993, CC marcó en su dramático V Congreso, en el que un golpe de estado interno estuvo a punto de costarle el liderazgo a Paulino Rivero (una crisis aún no cerrada), una línea de trabajo para formular las nuevas políticas que presentar a la sociedad canaria, en la segunda y tercera década del siglo XXI, con el fin de evitar su propio martirio.

Para poder reinventarse, la dirección nacionalista se planteó su propia pregunta en voz alta (Quo abis, Canariis Inuicem?) y encargó a las universidades de La Laguna y Las Palmas de Gran Canaria un trabajo prospectivo en diferentes ámbitos que ya ha visto la luz: 'Canarias 20. Tendencias económicas y sociales en Canarias'. Un documento que ahora se abre a los ciudadanos para que incluyan sus propias propuestas, que conformarán el manifiesto sobre las políticas de futuro que se aprobará en la Conferencia Política del 27 de septiembre, un cónclave vital para CC porque en el mismo también se decidirá si Rivero sigue timoneando el partido o será Fernando Clavijo su nuevo capitán.

Adiós CC, Hola PNC

El análisis, que ha sido elaborado por diez profesores dirigidos por Urbano Medina, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad y ex alto cargo del Gobierno canario con CC, plantea de entrada cambiar la marca con la que se ha conocido el partido en las dos últimas décadas: “CC debe cambiar de nombre pero a través de una reflexión colectiva y un debate interno en los órganos competentes”.

“Se ha apuntado en numerosas ocasiones la adopción del nombre de Partido Nacionalista Canario (PNC). Pero habría que aprovechar no sólo el cambio estético sino la viabilidad de incorporación de grupos políticos, formales e informales, que forman parte de la sociedad canaria, convirtiéndose así en un espacio político diverso”, se afirma en el documento.

Pero no solo hay que cambiar la marca de fábrica, sino que hay que modificar “el perfil del liderazgo en CC”.

“No es suficiente la buena persona y conocida por todos, puede ser desconocido y sin embargo prestar un servicio tremendo al partido. No puede ser que la vara de medir sea el grado de populismo del dirigente político de CC. Esto también hace falta, pero no se pude abandonar los otros atributos”, afirma el documento.

No está mal la reflexión en un partido que ha bebido y vivido del tirón popular de Manuel Hermoso, Adán Martín, Tomás Padrón o José Carlos Mauricio, por poner solo unos ejemplos y que, sin embargo, asume que “hay que incorporar nuevos dirigentes que tengan características distintas con respecto a los actuales”.

“Hay que centrar los esfuerzos en construir grupos de profesionales y si se afilian a CC, mejor, pero no debe ser una obsesión”, insiste un documento que también se atreve con otro dogma de fe de CC: “La concepción de una Canarias global partiendo de la realidad insular debe abandonar la idea de los equilibrios en la elección de cargos públicos o candidatos”.

Una idea que, aunque ya no está en los estatutos de CC, si se mantiene en el inconsciente colectivo de los dirigentes que designan a su 'primus inter pares'.

La valoración del líder, según el informe dirigido por Medina, “debe ser a partir de la formación educativa, política e ideológica, y la necesaria empatía con el electorado, así como la honradez, prudencia, eficacia en la gestión, y valentía”.

En este punto, se considera “necesario establecer una diferenciación entre los perfiles de las personas que están preparadas y tienen unas capacidades y motivaciones diferentes dependiendo de las responsabilidades”.

“Es necesario redefinir los siguientes perfiles de liderazgo: personas que pueden ocupar responsabilidades públicas (de gestión), personas que pueden ocupar cargos electos (diputados, concejales, etc.) y personas que pueden ocupar responsabilidades en el partido”, apunta el informe.

Es decir, que el debate que debe abordar CC (o futuro PNC) es el siguiente:“¿deben estar preparadas y servir para estas responsabilidades indistintamente o simultáneamente?” Y la respuesta es contundente: “la práctica nos enseña que son perfiles diferentes y creemos que las motivaciones son distintas”.

Se acabó el ombliguismo

Pero no es suficiente con cambiar la marca y al vendedor de la misma. En un momento de desafección ciudadana que está encumbrando a nuevas propuestas políticas se debe “representar una nueva etapa del nacionalismo canario”.

Por ello, se propone “actualizar” diversas cuestiones ideológicas internas y “adaptarlas al nuevo pensamiento político, generando opinión y una posición no sólo sobre los grandes temas de Canarias, sino de España”, sobre todo porque “las redes sociales y las nuevas formas de comunicación” pueden incorporar al debate interno “no sólo a militantes sino a personas que tengan alguna afinidad”.

Y es que para los analistas que han suscrito el informe, se acabó el ombliguismo inherente al nacionalismo.

“Es necesario que CC recupere el liderazgo entre determinadas élites isleñas (profesionales, artistas, empresarios, profesores, etc.)”, se afirma, pues “la ilusión en la gente se logra con ideas nuevas, con planteamientos que trascienden, sobre el futuro de nuestra tierra y planteamientos más o menos certeros sobre problemas de ámbito superior, de España, y de la Unión Europea”, concluye.

Para los autores del estudio sobre el futuro de CC en los próximos 20 años, se debe “hacer un esfuerzo por clarificar los términos de nación y nacionalismo y esto hay que hacerlo con valentía aunque parezca estéril a primera vista pero es uno de los pilares donde debe sustentarse el ideario político”.

“CC debe centrarse en una posición en el eje ideológico izquierda-derecha, ya no cabe la indefinición y que sólo lo que nos importa es Canarias, los ciudadanos exigen a CC como partido una posición política en los grandes temas y esto se hace con unos fundamentos ideológicos, así funciona la política”, afirman con contundencia.

Claro que esa es la teoría y “otra cosa es el mensaje en las elecciones”. Es decir, la práctica. Pues en ese tiempo concreto en las vidas de los partidos “parece lógico que CC continuará con un mensaje de marcado acento canario”.

Pero no solo canario, sino insularista, como en sus comienzos, y por ello, proponen afrontar las campañas electorales, “desde un punto de vista ganador, independientemente de la situación de partida o de los objetivos”, elaborando los mensajes “teniendo en cuenta las peculiaridades insulares, adaptando su mensaje a las preocupaciones y demandas de cada isla desde un punto de vista autonómico”.

Pero además, y teniendo en cuenta la deriva que existe en otras autonomías gobernadas por nacionalistas, los expertos lo tienen claro: “CC y Canarias tienen un camino distinto a Cataluña y al País Vasco”.

CC, por tanto, “mantendrá relaciones de cordialidad y colaboración con otras formaciones políticas nacionalistas del Estado”, pero entendiendo la peculiar situación de Canarias, “CC no se comparará con PNV y CiU más allá de aspectos concretos, pues el nacionalismo canario de CC se basa en características distintas a los proyectos mencionados”.

No hay peligro, por lo dicho en el documento, de derivas soberanistas ni consultas soberanistas, para tranquilidad de Mariano Rajoy y del PP.

Y, para ser nacionalistas, no deja de tener su punto el hecho de que, electoralmente, su mentor no sea Secundino Delgado sino el mismísimo Obama.

“Todos los partidos que tengan posibilidades van a cambiar de la mano de la revolución introducida por Obama y el Partido Demócrata en Estados Unidos en sus campañas. Es el sistema que han aplicado, con éxito, algunos candidatos en Europa. Es un cambio que obliga a los partidos a acercarse a los electores. Ya en 2008, y sobre todo en 2012, la campaña de Obama logró utilizar los modelos estadísticos más avanzados para identificar votantes específicos que pudieran decantarse por el candidato demócrata. Se apoyó en la movilización de un ejército de voluntarios que fueron a visitar a estos ciudadanos en sus casas”, se apunta en el documento.

Reforma electoral y estatutaria, ma non troppo

Los expertos que han elaborado el informe coinciden en que la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias “debe centrar la atención de CC hasta la finalización” de misma con el fin de que Canarias asuma nuevas competencias de gestión. Aunque no solo hay que modificar el Estatuto, sino la Carta Magna española, un mensaje que lidera el PSOE y al que se sumó hace meses Rivero.

“Es necesario redefinir el modelo político de Canarias, hay que redefinir el modelo de Estado así como nuestras relaciones con la Unión Europea. Esto formará parte de una estrategia de diferenciación de CC con respecto a los planteamientos que defiendan los partidos del Estado. También será especialmente relevante de cara a las elecciones generales. Es necesario por tanto un planteamiento global de Estado y de Europa”, dice el documento.

Y, paralelamente, “CC podrá apostar por modificar a la baja (ligeramente) las actuales barreras electorales” en el sistema de acceso al Parlamento, pues el vigente “refleja el equilibrio de las siete islas”.

“Una hipotética circunscripción electoral de ámbito autonómico que complemente a las actuales siete circunscripciones perjudicará a CC debido a que el conjunto de partidos políticos estatales obtendrían más escaños en el conjunto del Parlamento de Canarias”.

Más claro, agua

En definitiva, CC ha asumido, lo que hay que valorar, que se encuentra en un cambio de época y al final de un ciclo, por lo que debe perfilar su nuevo liderazgo político y readaptarse si no quiere que su miedo se haga realidad: que conservadores y socialistas acaben prescindiendo de ellos y pacten entre sí pues “no está claro que en el futuro se dé la imposibilidad de acuerdos entre los partidos políticos estatales”.

Lo que, como decían los galos de la aldea de Asterix, sería como que el cielo cayera sobre sus cabezas.

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