El Ayuntamiento aplica sondeos geotécnicos para comprobar el estado del acantilado derrumbado en La Isleta
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha iniciado este lunes sondeos geotécnicos para comprobar el estado del acantilado en el que se produjo el derrumbe del pasado viernes, junto al tramo del paseo playero que une La Puntilla con El Confital.
Según sostienen desde el Consistorio, los técnicos municipales han ratificado el buen estado del terreno rocoso sobre el que se asientan el paseo y las viviendas de esta zona.
En un primer estudio los técnicos pudieron comprobar el mismo viernes que la roca principal sobre la que se asienta el paseo no había sido afectada, por lo que no fue necesario desalojar a las personas que viven en la zona. Sin embargo, desde las áreas de Urbanismo y Seguridad sí se determinó la necesidad de realizar trabajos para confirmar el buen estado del terreno del acantilado del que se desprendieron las piedras el viernes.
En esa zona siguen trabajando este lunes los equipos de seguridad y emergencias, técnicos municipales y empleados de la empresa especializada que contrató el mismo viernes Geursa para proceder a retirar todo el material que se desprendió, seguramente a consecuencia de las lluvias caídas en los días previos.
El avance durante el fin de semana de los trabajos de desescombro de las piedras y tierra que cayeron el viernes han permitido que nuevamente se hayan realizado labores de rastreo por parte de perros adiestrados del Cuerpo Nacional de Policía, confirmando ya con una alta probabilidad que no parece haber víctimas como consecuencia de ese derrumbe, constatación que desde el principio ha sido la principal preocupación de las autoridades y cuerpos de emergencia de Las Palmas de Gran Canaria.
La concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Encarna Galván, ha explicado que durante todo el fin de semana han continuado las labores en la zona para retirar el material caído y verificar que no hubiera nadie en la zona en la que se precipitaron hasta 400 metros cúbicos de piedras y tierra.
Galván ha confirmado que en la inspección por parte de los perros especializados una vez retirada parte del material no se ha detectado que puede haber ningún cuerpo sepultado bajo las rocas. Por esa razón, “aunque continuarán los trabajos hasta acceder al lugar en el que se encontraban las casetas en las que pernoctaban algunas personas, existen muy buenas perspectivas porque esperamos que todo haya podido quedar en un susto”, ha recalcado.
Además del resultado negativo en los rastreos, ya el viernes la Policía Local pudo localizar en distintas partes de la ciudad o constatar la salida de la Isla de las personas que habitualmente pernoctan en esta zona y de la que se tenía constancia.
Los trabajos para asegurar la ladera se desarrollaron durante sábado y domingo, con el aseguramiento del talud y la colocación de una malla de 50 metros, y ya el mismo sábado se pudo descolgar con una grúa una retroexcavadora de pequeñas dimensiones hasta la playa que pudo empezar a picar las piedras del derrumbe. A esta excavadora se le sumó otra ayer domingo que igualmente fue descolgada por una grúa hasta la base del acantilado para acelerar los trabajos de desescombro.
Los técnicos de la empresa municipal Geursa han decidido también aprovechar las piedras caídas con el derrumbe para crear una pequeña escollera natural con el fin de evitar que el mar siga erosionando el risco en esa zona.