Laura estuvo expuesta al talio entre 2 y 3 meses antes de morir

Iván R.A. acusado de envenenar a su esposa Laura A.G. envenenándola con diversas sustancias.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

La enfermera Laura A.G., supuestamente envenenada por su marido, el también sanitario Iván R.A., estuvo expuesta puntualmente al talio entre dos meses y medio y tres meses antes de morir, según se concluye del análisis de su vello púbico, donde se hallaron 8,8 microgramos del metal pesado.

Así lo ha corroborado este martes, a preguntas del Ministerio Fiscal y la acusación particular el teniente coronel y farmacéutico José Luis López Colón, del Centro Militar de la Farmacia para la Defensa, en el juicio con tribunal Jurado que sigue en la Audiencia de Las Palmas contra el presunto asesino de la enfermera.

En esta sesión, tanto Colón como varios químicos y farmacéuticos del Instituto Nacional de Toxicología de Madrid han respondido, a través de una videoconferencia a las preguntas que la defensa y las acusaciones les han realizado acerca de los informes que realizaron tras analizar diferentes muestras del cuerpo de la fallecida, de su pareja y del hijo de ambos.

Los expertos han destacado que en los dictámenes elaborados en agosto y en septiembre de 2010, uno y dos meses después de la muerte de la enfermera, no se hallaron en Laura A.G., ni en su marido, concentraciones tóxicas o superiores al rango de valores considerados normales para el talio, cuya presencia siempre se situó por debajo de los cinco microgramos por gramo.

Sin embargo, en un informe sobre unas muestras de vello púbico realizado el 8 de julio de 2010, cuatro días antes de que muriera la víctima, de 34 años, Colón detecta 8,8 microgramos de talio, lo que, según ha dicho, podría indicar cierta toxicidad a ese metal, aunque no es un valor concluyente.

Los expertos consultados este martes han reiterado que las intoxicaciones medioambientales por talio solo están descritas en personas que permanecen durante mucho tiempo cerca de fábricas de cemento, es decir, que para producirse es necesaria una exposición prolongada al metal tóxico, lo que no es aplicable en el caso de la enfermera.

También han afirmado que ese metal no tendría que aparecer en una persona que lleva una vida normal.

Cólon ha subrayado asimismo que los restos de talio encontrados en el vello púbico de la fallecida pueden ser compatibles con una exposición puntual al metal, lo que implicaría que su concentración “se diluyera” con el paso del tiempo.

El doctor en Farmacia del Centro Militar de la Farmacia para la Defensa, institución europea de referencia en la detección de metales que se presentan por debajo de los niveles considerados tóxicos, según han reconocido hoy los peritos del Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, también ha afirmado que los síntomas que tenía la víctima pueden ser compatibles con la acción del talio.

Así, tanto Colón como los peritos del Toxicológico han concluido que las líneas de Mees que presentaban las uñas de Laura A.G. podrían corresponderse con una intoxicación de talio, arsénico o floruro.

A preguntas del Jurado, el perito ha informado de que es normal encontrar metales en analíticas.

En cualquier caso, José Luis López Colón ha considerado que la concentración de talio encontrada en el vello púbico de Laura A.G. antes y después de su muerte y las líneas de Mees halladas en sus uñas “pueden ser un hallazgo más” de su supuesta intoxicación que, sin embargo, “no podría confirmarse”.

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