El Gobierno canario “deja morir” un colegio público 'rodeado' de centros concertados
Una reunión escolar convocada por la dirección del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Guiniguada, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, hizo saltar las alarmas de las familias con niños que residen en el entorno del barranco capitalino. Según relataron varias madres, en el encuentro se les entregó un papel que pedía a los padres o tutores legales de los menores que escogieran entre otros tres centros públicos para una próxima matriculación.
Miembros del la recientemente creada Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del CEIP Guiniguada, han presentado ante la Consejería regional de Educación y Universidades más de 1.000 firmas en apoyo al centro público, ante el temor de que el Gobierno decrete su cierre o lo dedique a otra actividad.
Tanto para la presidenta del Ampa, Noelia Hernández, como para otra de las madres de alumnos, Fátima Suárez, el motivo de que se hayan ido perdiendo matriculaciones hasta bajar a 60 se debe a una clara intención de la Administración regional de ningunear al colegio, en favor de los cinco centros concertados ubicados en un radio de dos kilómetros de la zona en la que residen.
Suárez denuncia que la Consejería ha olvidado a la escuela “a propósito”, y no ha implantado ningún proyecto educativo que atraiga a los padres, que al preguntar por el colegio reciben de la dirección la información de que “piensan agrupar en una sola aula, con un solo profesor, a niños de infantil y cuatro cursos de primaria”. “Qué padre querría poner a su hijo en esas condiciones”, cuestiona.
“Ha querido cerrar poquito a poco el grifo”, lamentó Suárez, quien insistió en el que Gobierno regional está “dejando morir el centro. ¿Cómo? No derivando niños, porque no hay ningún proyecto atractivo que atraiga a los padres”.
Los tres colegios alternativos propuestos por la Consejería, relata Hernández, son el CEIP Cervantes que “está ya masificado” y “lejos”; el CEIP Aragón, por el que “tendríamos que subir todo el Batán hasta llegar a la punta de arriba de San Roque con nuestros hijos”; y el CEIP Alcalde Ramírez Bethencourt. Sobre este último, sentencia que “no vamos a subir todo el Risco de San Nicolás por la mañana con 20 libros en la espalda, es devastador”.
Las madres reconocen que hasta la fecha no se les ha informado del cierre del centro y temen que se esté a la espera de las matriculaciones que se produzcan durante el presente año.
Noelia Hernández asegura tener un hijo en el CEIP Guiniguada, que describe como un centro con unas instalaciones “espectaculares”, con cinco zonas de recreo, comedor, 24 aulas, un gimnasio y una huerta, entre otros. Además de un Aula Enclave que atiende a menores con necesidades especiales.
A su juicio, una de las principales medidas para impulsar la escolarización sería contar con una guardería pública en el edificio, puesto que el barrio carece de una.
La presidenta del Ampa rechaza la propuesta que, asegura, les ha trasladado la Consejería en relación a que el edificio pase a usarse para formar a adultos. “Nosotros no necesitamos eso, sino una guardería para nuestros niños del barrio, quitándonos esto lo único que van a conseguir es que nos quedemos sin nada”, sostiene.
“Seguirá abierto mientras haya alumnos”
Desde la Consejería afirman que de momento el CEIP Guiniguada no va a cerrar, y explican que una clausura la determina el número de alumnos escolarizados. La instrucción que se ha dado, indican, es la de recoger todas las solicitudes de admisión y en función de ellas determinar los grupos de funcionamiento del curso próximo.
Respecto al impulso de la enseñanza concertada en favor de la pública, niegan que se potencie una red sobre la otra y sostienen que el ejemplo “lo tenemos en el propio centro Guiniguada, que año a año va perdiendo alumnos (en este curso solo tiene tres grupos) y aún así se mantiene abierto por el servicio que presta a la comunidad donde está y que seguirá abierto mientras haya alumnos y demanda del centro”.
La Administración señala que las instalaciones cuentan con otros usos en la actualidad, puesto que considera que disponer de un edificio con 20 aulas vacías supondría un mal uso de los recursos públicos. Por este motivo, existen recursos educativos como el área de Tecnología educativa, entre otros.
“En su momento, y si dejase de escolarizar alumnos , por supuesto que se utilizarían las dependencias que se desocupen para otros usos educativos”, apostilla la Consejería que, sin embargo, no detalla las gestiones emprendidas para reconducir la caída de matriculaciones.