Manuel Fitas, 20 años de trayectoria en órganos de dirección de CCOO en Canarias que acabaron en los tribunales
A pesar de que Manuel Fitas reivindica actualmente que forma parte una escisión crítica de Comisiones Obreras (CCOO) y ha conformado la asociación Sindicalistas de Base (SB) en Canarias, lo cierto es que durante veinte años ocupó cargos de responsabilidad dentro del sindicato. Hasta que fuera suspendido de militancia en 2014, fue secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo (FECOHT) en el Archipiélago.
Fuentes del sindicato aseguran que siempre estuvo ligado a cargos ejecutivos: “Nunca ha sido crítico con la política de CCOO” sino una persona “influyente del órgano de dirección”. En 1994 fue elegido secretario insular del antiguo sindicato de hostelería, e incluso después fue secretario general de esta área. Más tarde, consecuencia de una fusión fue secretario general de FECOHT. Fitas también trabajó en Madrid, en la Federación Estatal junto al secretario general, Javier González Martin. Una carrera que se vio interrumpida cuando el sindicato decidió fusionar FECOHT con COMFÍA en la actual Federación de Servicios.
Durante ese período de fusión, el sindicato informa que estaba previsto un congreso el 12 de septiembre de 2014. Para su celebración, los órganos que se encargan de velar por su correcta organización pedían una serie de actas en las que se especificara quiénes serían los delegados que asistían al congreso. Sin embargo, Fitas no presentó las actas, por lo que se decidió posponer el congreso y nombrar una dirección provisional para la Federación de Servicios de CCOO Canarias. El entonces responsable de FECOHT en Canarias se mantuvo en desacuerdo con esta decisión y acudió a los tribunales.
Un asunto en el que, de momento, el TSJC ha dado la razón al sindicato al entender que no se ha producido vulneración del derecho de la actividad sindical y que queda justificado que se haya suspendido el congreso. Además, aprecia que Fitas veía perder, como consecuencia de la fusión, su anterior protagonismo como secretario general de FECOHT Canarias.
Esta situación, aún judicializada ya que Fitas ha recurrido al Supremo, generó que se le abriera un expediente disciplinario por el que quedaba suspendido de militancia durante cuatro años. A ello se le suma que el sindicato le pidiera más adelante documentación contable de FECOHT en la que se demostraría que tenía una deuda de un millón de euros.
Este no es el único episodio convulso en la etapa de Fitas en CCOO, el sindicato señala que estuvo a punto de abrirle un segundo expediente disciplinario por “faltas muy graves”, que no ha querido especificar al no haber sido probadas en los tribunales. Dicho expediente no se llegó a finalizar ya que se formalizó la baja de Fitas en el sindicato al conformar uno nuevo, Sindicalistas de Base, a cuya presentación acudió precisamente Javier González Martin.
CCOO aclara que de la escisión que se crea tras la disolución de FECOHT ( por la unión con COMFÍA en la Federación de Servicios de CCOO en Canarias) hubo un sector que continuó en el sindicato y que incluso apoyó al actual secretario general de la organización en Canarias, Carmelo Jorge. El sindicato también apunta que se encuentran más “tranquilos” después de que se hayan acabado las disputas y que todas las personas de las que están saliendo informaciones que puedan manchar la gestión de esta asociación sindical estén fuera de él.
Los convenios colectivos, otro punto polémico
Tras la conformación de la Federación de Servicios de CCOO salieron a la luz otros puntos que no han convencido a sus miembros. Durante la etapa en la que Fitas era secretario general de FECOHT en Canarias han constatado un uso indebido de los fondos de los comités de empresa de hostelería de Tenerife, unos comités que eran asesorados por el polémico sindicalista.
CCOO ha llevado a la Fiscalía el hecho de cada comité de empresa recibiera entre 700 y 1.500 euros mensuales por parte de las empresas. Esos comités creaban asociaciones sin ánimo de lucro para poder crear cuentas corrientes y gestionar el dinero. Algunas de esas asociaciones estaban domiciliadas en locales de CCOO, por lo que el sindicato abrió expediente a los afiliados que pertenecían a esos comités de empresa. En total se han abierto unos ochenta.
El sindicato propuso así eliminar esos fondos que podían generar suspicacias en el personal de esa empresa y más si no se hacía de ellos una correcta gestión. Y es que, para CCOO “el sindicato debe buscar negociaciones colectivas para toda la plantilla”, por lo que ese dinero han decidido convertirlo en masa salarial para los empleados de las empresas.