El expresidente del Instituto de Hemodonación cifra en 12.000 euros la relación de plazas que encargó a una empresa externa
El expresidente del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) Ángel Luis Castilla ha asegurado que la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) que encargó a una empresa externa durante los diez meses que estuvo al frente del organismo público y que finalmente no se aplicará, costó 12.000 euros.
Asegura que nada más acceder al cargo encontró al Instituto sin un documento de planificación de los recursos humanos y “era mi obligación dotarlo de esa estructura organizativa”.
Explica que parte de los empleados pertenecen a la comunidad autónoma y la mayor parte son propios del ICHH y “son todos contratos indefinidos que se han producido por concatenación. El objetivo del documento organizativo que se estaba discutiendo era la estabilidad del empleo público y consolidar los puestos de trabajo”.
Castilla lamenta que el actual dirigente del Instituto, Christian Méndez, que le sustituyó en el cargo tras la ruptura del pacto de gobierno que mantenía Coalición Canaria (CC) con el Partido Socialista (PSOE) en el Gobierno de Canarias, haya decido guardar en un cajón la relación de plazas.
Méndez razonó su decisión en el malestar que había creado la RPT entre la plantilla y aseguró que el propio personal ha empezado a trabajar en una nueva. Castilla, sin embargo, cree que el organismo público no cuenta con profesionales que sean capaces de llevar a cabo esa tarea. “Si son capaces de hacerlo ellos, me alegro, pero generalmente se contrata o bien a un servicio especializado de la propia administración pública, que no lo tenemos, o bien a una empresa externa que te redacta un documento”, añade.
Asegura que el documento presentado era abierto y se estaba negociando con los sindicatos y que la información económica del ICHH era “pública” y cualquier trabajador podía acceder a ella, pese a lo manifestado por CCOO.
Castilla recuerda que tomó posesión del cargo el 3 de marzo de 2016 y cesó el 23 de enero, lo que supone unos 10 meses de gestión. Lo primero que hizo cuando llegó, rememora, fue analizar la situación del organismo, lo que le hizo darse cuenta de la necesidad de implantar una estructura organizativa en la plantilla.
“Ambulancias obsoletas y nueva página web”
Otra de las iniciativas que indica haber llevado a cabo se centra en la mejora de las infraestructuras de la entidad, pues la labor de los profesionales tanto en Tenerife, como en Gran Canaria contaba con un espacio “muy reducido”. De hecho, afirma haber entablado conversaciones para que una parte de los laboratorios de la antigua facultad de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) fuera cedida al ICHH.
Además de encargar nuevas ambulancias, puesto que muchas están “totalmente obsoletas, son muy antiguas, algunas tienen hasta 24 años. Tienen muchas deficiencias y se avería con cierta frecuencia, por ejemplo, el aire acondicionado”. Lo que las hace “inadecuadas para la atención al donante”.
Motivos por los que el organismo adquirió tres unidades nuevas con recursos propios y de la comunidad autónoma, que estaba previsto que se pusieran en funcionamiento el presente mes de mayo. También se hizo con dos furgonetas nuevas para el transporte de personal.
Castilla afirma que estaba preparando al Instituto para “nuevos retos”, como la complementación de un banco de leche materna, para la donación de cordones umbilicales y tejidos, lo que a su juicio lo consolidaba como “una herramienta más decisiva todavía dentro del Servicio Canario de Salud”.
Sobre la Web que se ha quedado prácticamente congelada en el tiempo desde 2014, asevera que se estaba haciendo una nueva, con un formato más atractivo. El problema se centra, precisa, en la estricta normativa del Gobierno de Canarias, que encasilla a este tipo de páginas.
Sobre los motivos por los que no se siguió actualizando la que estaba publicada mientras se modificaba la normativa, entiende que esa responsabilidad correspondía a los informáticos. En ese sentido, recuerda que en esa época se había iniciado el cambio de los servidores, lo que podría haber afectado.
Sobre la comunicación con el donante, señala que se realizó una aplicación móvil que aportaba información y permitía interactuar con el Instituto. A pesar de que está terminada, tampoco ha visto la luz de momento.
A la cola en donaciones, por Lanzarote y Fuerteventura
Castilla es rotundo al afirmar que los datos que empobrecen los resultados del Archipiélago en donaciones y lo hacen situarse a la cola de España, se centran en Lanzarote y Fuerteventura.
El motivo, explica, es que las unidades móviles sólo tienen presencia en estas islas diez veces al año, que son “insuficientes para obtener las donaciones que potencialmente podrían producir” . Esto repercute en que baje la media de la comunidad autónoma.
“Si nosotros solo hacemos el cálculo de las cinco restantes islas, superamos la media nacional, que son 36,4 donaciones por cada 1.000 habitantes”, asevera. Para Castilla, la solución se encuentra en potenciar la presencia del ICHH en Lanzarote y Fuerteventura.
De hecho, asegura que una de las unidades móviles de reciente adquisición estaba destinada a Lanzarote y cubriría Fuerteventura y que la selección de personal estaba en fase de contratación.
La especialización, “no hace falta”
Castilla, cuya experiencia se centra en los 30 años que estuvo al frente de un ayuntamiento gomero, no cree que la persona que ocupa el cargo de presidente del Instituto de Hemodonación y Hemoterapia de Canarias tenga que contar con conocimientos específicos en materia sanitaria.
“Se necesita un buen gestor y los conocimientos sobre el funcionamiento del Instituto, los adquiere sin problema”, a su juicio, en un mes. “Ha habido trabajadores que me han contado que en algunos periodos del Instituto ha habido profesionales de la medicina y la gestión ha sido un desastre”, apostilla.
Entre los poderes otorgados al presidente del ICHH, se encuentra el contratar a personal, elaborar el anteproyecto de presupuestos del Instituto; las relaciones de puestos de trabajo; ejecutar los acuerdos del Consejo; ejercer la dirección y gestión administrativa; así como el impulso y coordinación de sus actividades y servicios.