El historiador Manuel Lobo acusa al Gobierno de “aceptar el chantaje” de Riu en el Oasis de Maspalomas
Manuel Lobo, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha calificado de “verdadera mofa a la historia” el rechazo de los técnicos del Gobierno regional a la declaración del Oasis de Maspalomas como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de sitio histórico. En un informe de apenas dos páginas y media emitido la pasada semana, la ponencia del Consejo de Patrimonio Histórico de Canarias desaconseja concederle al enclave esa categoría de protección, oponiéndose así a la propuesta elevada por el Cabildo de Gran Canaria con el aval de seis informes externos favorables.
“El Gobierno de Canarias ha aceptado el chantaje de una empresa”, ha sentenciado Lobo, autor de uno de esos dictámenes, en referencia a la cadena mallorquina Riu, que pretende derribar el hotel Oasis y construir en su lugar un nuevo complejo de 25 metros de altura por 370 de longitud, un proyecto que se vería frustrado en caso de que se aprobase el BIC. “Lo triste es que lo haya hecho un gobierno nacionalista”, agrega el veterano militante de Coalición Canaria, quien cree que detrás de esta postura se esconden intereses “mucho más fuertes y poderosos” que la protección de un paraje con unos valores históricos y naturales “indiscutibles”. Entre ellos, la posibilidad de que la empresa “retire inversiones en las islas”.
El historiador considera “impresentable” el no de la ponencia técnica al BIC y recuerda que la propuesta del Cabildo contaba con numerosos informes “motivados” de especialistas en diferentes disciplinas. “Es una verdadera mofa, no solo a la institución, sino a las personas que han elaborado los informes”, afirma Lobo, para quien no hay ninguna discusión de que el lugar “reúne todas las características” para ser declarado Bien de Interés Cultural.
En su informe, fechado el 31 de agosto de 2013, el catedrático aseguraba que, en su dimensión histórica, la ensenada de Maspalomas tiene “un valor incalculable” y que el hecho de que Colón eligiera este lugar habla “del conocimiento que tenía de la existencia en este paraje de lo que necesitaba (agua y leña) y de las facilidades para conseguirlo”.
Lobo lamenta la “falta de rigor” del Gobierno de Canarias en relación a este expediente. “Se ha reído de la historia cuando aquí se ha declarado BIC hasta el lucero del alba”, concluye el historiador, que no alberga ninguna esperanza de que el Consejo Canario de Patrimonio Histórico apoye finalmente este jueves la propuesta del Cabildo de Gran Canaria.
Combinar el pasado con la modernidad
Por su parte, Antonio Tejera, catedrático de Arqueología de la Universidad de La Laguna, espera que el Consejo de Patrimonio Histórico “sea razonable”, que reconduzca su posición y que resuelva este jueves a favor de la declaración del BIC del Oasis de Maspalomas. A Tejera no se le permitió votar el pasado viernes en la ponencia técnica, de la que es miembro, por haber redactado el informe de la universidad lagunera, en el que respaldaba el BIC. “No me dieron derecho a voto. Estaba a favor de que allí no se hiciera ninguna barbarie”, ha manifestado en declaraciones a la cadena COPE.
El arqueólogo ha insistido en la necesidad de “valorar y marcar” los hechos históricos singulares acaecidos en las islas. Tejera recordó que, en su paso por Gran Canaria antes de emprender el cuarto y último viaje a América, en 1502, Cristóbal Colón “enfiló sus cuatro naves hacia el sur” de la isla para aprovisionarse en la ensenada de Maspalomas del agua, la leña y la carne que no conseguía en Las Palmas. “Entendió que era el mejor lugar. Lo conocía sobradamente porque en los viajes con los portugueses a la costa de Guinea debió haber pasado por allí mil veces”, ha explicado citando la Historia del Almirante escrita por Hernando Colón, hijo del navegante genovés.
“No conviene olvidar que las Islas Canarias desempeñan un papel fundamental en todo el proceso. Es el único lugar de España donde está Colón en los cuatro viajes”, ha comentado el catedrático. Tejera aboga por “combinar la modernidad con el pasado sin molestar a nadie”, en diálogo con la historia y el medio ambiente, un criterio que “ha funcionado en todas las ciudades históricas” y que es incompatible con la construcción de “enormes mamotretos” que, a su juicio, “pertenecen a otras etapas y momentos del pasado”.
“Como ciudadano, no me importa que allí haya algo. El edificio se puede cambiar, quitar o ponerse en el siglo XXI, pero combinando las dos cosas. La gente podría quedarse maravillada en aquel paisaje hermosísimo, un mini desierto que es un lujo”, ha zanjado.
Más de 3.000 firmas para salvar el Oasis
La petición registrada el pasado viernes en la plataforma digital change.org a favor de la declaración del BIC del Oasis de Maspalomas ya ha alcanzado las 3.000 firmas. La iniciativa pretende “evitar la demolición del hotel Oasis de Riu y la construcción de un nuevo edificio cuya arquitectura pondrá en peligro la naturaleza del entorno”.