Mueren dos personas en Gran Canaria tras ser tiroteadas por su hermano
Una disputa relacionada con una empresa familiar y una herencia parecen estar en el origen del doble asesinato cometido este miércoles en la isla de Gran Canaria. Un hombre mató a tiros a sus dos hermanos: primero a su hermana, a la que atacó a en su casa en el barrio de Almatriche (Las Palmas de Gran Canaria), y después a su otro hermano, al que persiguió en coche hasta el barrio de Jinámar, en Telde.
El autor de los hechos fue detenido poco después, tras entregarse a una patrulla de tráfico a pocos metros de la calle Manuel Alemán Álamo de Jinámar, donde cometió el segundo de los homicidios y donde dejó abandonada sobre la calzada el arma utilizada en el último crimen, una escopeta de caza de un solo cañón, y varios cartuchos.
El doble homicidio se produjo aproximadamente en un intervalo de quince minutos, entre las 7.40 y las 7.55 horas, en dos barrios humildes de la capital grancanaria y de Telde cuyos vecinos han quedado conmocionados.
El primero de los crímenes se cometió en la calle Acebuche del barrio de Almatriche, donde el agresor sorprendió a su víctima en la puerta de casa y disparó contra ella varios tiros sin bajarse del coche, según han relatado los testigos que avisaron al 112.
La mujer recibió ayuda urgente de las emergencias, pero falleció poco después en el Hospital Doctor Negrín, mientras era operada.
El segundo homicidio tuvo como escenario la prolongación de la calle Manuel Alemán Álamo, hasta donde el agresor persiguió a su víctima y donde logró interceptarla, estrellando su coche contra el de su hermano a la salida de una rotonda. Después disparó contra él con la escopeta y acabó con su vida en el acto.
Testigos presenciales dijeron haber escuchado perfectamente tres disparos seguidos.
El segundo de los crímenes ocurrió a escasa distancia de la entrada del colegio del barrio, pero poco antes de su apertura. Varias madres del barrio destacaban, aliviadas, ese hecho, porque eso ha evitado que los escolares hayan presenciado el fatal desenlace de esta riña familiar.
El cadáver del homicidio de Jinámar y la escopeta del agresor han permanecido en el mismo lugar de los hechos hasta pasadas las 10.30 horas, una vez que la Policía y la autoridad judicial completaron la inspección del escenario del crimen.
Según ha podido saber este periódico, los investigadores barajan que los dos crímenes fueron unas acciones premeditadas y sospechan que el homicida no había terminado su presunto ajuste de cuentas porque llevaba varias botellas de gasolina en el coche y hasta tres escopetas. Entre los motivos, podría estar una disputa por la empresa familiar y la eventualidad de que el presunto autor de los hechos haya sido desheredado recientemente por su padre.
Una de las escopetas utilizadas en la matanza fue licenciada por la Guardia Civil el pasado 6 de mayo, lo que refuerza las tesis de que tras las desavenencias familiares por cuestiones económicas, el presunto asesino tomara la determinación de acabar con su familia o con parte de ella.
El arrestado era el mayor de estos tres hermanos y tenía 49 años, mientras que la mujer tenía 42 y el hermano, 47.
Fuentes de la Policía Local de Telde han confirmado que el agresor se entregó a una patrulla de tráfico que en esos momentos ordenaba la circulación en esa misma zona.