El volcán Tagoro cumple seis años activo desgasificándose y lanzando nutrientes
El 10 de octubre de 2011 surgió un nuevo edificio volcánico en Canarias, el volcán submarino Tagoro, en El Hierro, que seis años después sigue activo, en fase de desgasificación, y emite grandes cantidades de nutrientes con un efecto de fertilización natural que permite recuperar el ecosistema.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO) recuerda que, durante más de seis meses, el volcán submarino emitió al medio marino grandes cantidades de magma, calor y gases que produjeron fuertes anomalías físico-químicas en uno de los ecosistemas más ricos y productivos de Europa.
Al respecto, señala que el buque oceanográfico Ángeles Alvariño del IEO regresará a El Hierro para realizar la vigésimo cuarta campaña oceanográfica de seguimiento y control del volcán submarino Tagoro en los últimos seis años.
La campaña, denominada VULCANO-II-1017, forma parte del proyecto de investigación VULCANO-II del Ministerio de Economía, Industria y competitividad y fondos Feder, en el que participan además del IEO, las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y de La Laguna y el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife.
Durante la campaña oceanográfica, que tendrá una duración de 15 días a partir del 22 de octubre, se realizarán estudios físico-químicos, biológicos y geológicos para el seguimiento y control de la fase de desgasificación del único volcán submarino activo del territorio español.
Además, con motivo del sexto aniversario del nacimiento del volcán submarino Tagoro todo el equipo científico y técnico de los proyectos Vulcano y Vulcana han realizado un vídeo divulgativo de 4 minutos de duración en el que se muestra, por primera vez, imágenes inéditas submarinas adquiridas con el ROV Liropus 2000 del IEO durante la campaña Vulcana0417 en abril de este año.
Las imágenes muestran claramente estas salidas de calor y gases por grietas alojadas en el edificio volcánico alrededor de los cráteres primario y secundario y, asociadas a ellas, grandes extensiones de placas bacterianas de color blanquecino ligadas al consumo de azufre.
Además se muestra no solo la dificultad de las medidas con instrumentos colocados en el interior del cráter, sino también la belleza de la naturaleza y de cómo esta, seis años después, ha colonizado la zona casi por completo.