RIU irá a juicio por presuntos delitos ambientales cometidos en Costa Rica
La cadena hotelera española RIU se enfrenta a un juicio penal por unos supuestos delitos medioambientales cometidos en Costa Rica. Concretamente, el Ministerio Público le acusa de haber edificado un hotel de cinco estrellas en Guanacaste, en primera línea de mar, tras haber destruido un manglar en la zona para su construcción.
Según han informado varios medios locales, como el periódico La Nación, a la cadena mallorquina se le acusa de haber destruido este bosque tras cometer distintos delitos. De hecho, aseguran que en el escrito de acusación se recoge que el hotel se encuentra en una zona marítimo-terrestre para la que RIU no obtuvo concesión en la etapa de realización de obras. Del mismo modo, el expediente indica que los trabajos habrían invadido también un espacio de la vía pública.
La causa es seguida contra el exdirectivo del Ministerio de Ambiente y Energía Róger Gutiérrez Vindas; el regente forestal Luis Alcides Hernández, y Till Wilhelm Kohler, gerente del hotel. El Ministerio Público les acusa de prevaricación, falsedad ideológica, infracciones a la ley de la zona marítimo-terrestre, así como infracciones contra la ley forestal.
Estos hechos han sido denunciados por la organización ambiental Confraternidad Guanacasteca desde que comenzara la construcción del hotel RIU Guanacaste. Para el colectivo, la empresa española ha hecho un “grave daño” al medio ambiente pues, entre otros aspectos, resalta que Matapalo, la playa donde está edificado el hotel, es territorio de anidación de tortugas
La cadena mallorquina reconoce que se ha decidido elevar a juicio penal varios asuntos relacionados con la parcela en la que ha construido sus hoteles RIU Guanacaste y RIU Palace en Costa Rica. Esta noticia “no ha sido una sorpresa”, señala la compañía, que agrega que de este modo tendrá la oportunidad de aportar ante la Justicia las pruebas que le eximen del supuesto delito de “usurpación” del que se le acusa.
Y es que, según explica la empresa española, la acusación sostiene que el terreno donde se materializaron los permisos de tala de árboles era un bosque y, por ello, se acusa al funcionario responsable de aquel momento en el Ministerio de Medioambiente de haber otorgado dichos permisos en el año 2006, antes de que RIU comprara el solar.
Para la cadena hotelera, el aspecto ambiental del proceso es el hecho de que ha cambiado de uso el suelo donde se construyeron los hoteles y se pasó “de un terreno boscoso a uno agropecuario”, y que es por ser el mismo terreno donde se edificaron los hoteles de RIU la razón por la que se hace referencia como si fuera esta cadena quien cometió los daños ambientales.
No obstante, fuentes autorizadas de la compañía aseguran que al inicio de la investigación se pretendía atribuir a RIU la destrucción de un manglar, arrecifes y de una quebrada, pero asegura que estas circunstancias ya fueron resueltas por el juez penal con el dictado de un sobreseimiento y archivo de la causa en cuanto a esos aspectos.
Contra un representante de RIU se mantiene acusación por un supuesto delito de usurpación, aunque la cadena puntualiza que aportará en el momento del juicio, que previsiblemente se celebrará dentro de un año, las pruebas que para la entidad le eximen de este delito.
El hotel, de 701 camas, se inauguró el 30 de octubre de 2009 y no estuvo libre de polémica. Un año antes, en 2008, durante su edificación, un obrero nicaragüense de 26 años falleció mientras trabajaba en él. La prensa se hizo eco del accidente y las obras se paralizaron después de que Costa Rica denunciara que había hasta 1.500 empleados viviendo en condiciones de insalubridad.
La entonces ministra costarricense de Salud, María Luisa Ávila, llegó a afirmar a los medios de comunicación que los empleados vivían hacinados en barracas y que estas malas condiciones coincidían con la muerte del joven que padecía fuertes vómitos, fiebre y diarrea. Asimismo, se informó de que varios trabajadores habían tenido problemas de salud.
Para reanudar las obras, la ministra señaló que se le dieron a la compañía instrucciones para cerrar las barracas, los baños, la cocina y el comedor hasta que se resolvieran una serie de interrogantes sobre la forma en la que trabajaban estas personas, según recogió la agencia EFE en esas fechas.
Además, diversos medios como el semanario Universidad, que publicó un reportaje sobre estos hechos, aseguran que aún no se han esclarecido las causas del fallecimiento de este obrero y que su familia sigue esperando una respuesta. En este sentido, el medio trató de hacerse con los resultados de la autopsia pero nunca tuvieron éxito.
Ese mismo periódico recogió varios testimonios de migrantes nicaragüenses que aseguraron enfrentarse a condiciones laborales de alto riesgo por parte de la constructora que edificaba este hotel.
Por su parte, RIU se desmarca de estos hechos. Sostiene que en 2009 la ministra señaló que no había pruebas suficientes para culpar a la cadena ni a los constructores de las causas de la muerte del trabajador y explicó que el proyecto cumplía con todas las condiciones.
La cadena mallorquina RIU tramita en estos momentos un expediente de declaración de interés general ante el Gobierno de Canarias para que se le autorice la construcción de un hotel en el Oasis de Maspalomas, un espacio ambientalmente sensible en el Sur de Gran Canaria, ante la oposición del Cabildo de esa isla y los colectivos ecologistas.