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Diez lugares que hacen de El Hierro un lugar especial
Hace escasos días la UNESCO volvía a reconocer las particularidades de la Isla de El Hierro con un nuevo título que se añade al de Reserva de la Biosfera. El organismo internacional nombraba a la más pequeña de las Islas Canarias el primer Geoparque de España por la especial relación de los herreños con la naturaleza. Esta pequeña isla de apenas 278 kilómetros cuadrados tiene más del 60% de su territorio protegido y cuenta, además, con una de las reservas marinas más importantes de España. Hace poco, la puesta en funcionamiento de la central de ciclo combinado (eólica e hidráulica) de Gorona del Viento ha convertido a El Hierro en el primer territorio del mundo abastecido un 100% por energías limpias. Un proyecto del gobierno de la isla, además, pretende eliminar los vehículos de combustión interna en los próximos años.
Es, en definitiva, un lugar especial. Y Viajar Ahora se suma a la celebración por este nuevo reconocimiento internacional invitándote a recorrer esta pequeña joya a través de diez parajes que resumen esa relación tan especial que los herreños tienen por su isla. Diez lugares con encanto que no pueden faltar en la agenda del viajero inquieto. El tamaño de la isla, la buena red de carreteras y la accesibilidad de todos sus puntos turísticos y de interés hacen fácil la exploración. Pero conviene ir despacio. Ideal para un fin de semana largo.
El Garoé; el árbol que llora.- Pocos lugares ejemplifican la relación estrecha que los hombres y mujeres de El Hierro han tenido con su isla. En esta zona de la isla, los vientos alisios cargados de humedad chocan con la vegetación y se produce lo que en Canarias se llama lluvia horizontal, esto es, la precipitación de agua al ‘colisionar’ las nubes con las copas de los árboles. El Garoé era un tilo de enormes dimensiones que ‘lloraba’ agua dulce. Los antiguos herreños (bimbaches) crearon un complejo sistema de albercas, pozos, acequias y canales que servía para conducir y almacenar el agua que este, y otros árboles de la zona, robaban a las nubes. Un pequeño pero completo centro de interpretación (Acceso: Carretera de Los Lomos (H-10; Tel: (+34) 922 555 072; Horario: M-S 10.30 – 17.30 D 11.00 – 14.00) ayuda a comprender el lugar y su vinculación a la historia herreña. El antiguo Garoé fue derribado por un vendaval en el siglo XVII. Hoy, un ejemplar de tilo plantado en 1957 ocupa su lugar.
Mirador de la Peña.- Aquí se unen el espectacular paisaje de El Golfo y el genio del artista canario César Manrique. El Mirador de La Peña (Acceso: HI-10 (Guarazoca); Tel: (+34) 922 550 300; Horario: L-D 10.30 – 22.30; E-mail: rest-mirador@el-meridiano.com) es un balcón privilegiado sobre el abismo de El Golfo. El edificio, una reinterpretación de la arquitectura popular isleña, se integra totalmente en el paisaje como un elemento más y ofrece vistas imponentes gracias a su ventanal y las terrazas del exterior. Una de las fotos recurrentes de los que visitan la isla. En su interior se alberga uno de los mejores restaurantes de Canarias.
El Tamaduste.- Bahía perfecta a pocos kilómetros de Valverde (Acceso por HI-20), el Tamaduste es una de las zonas de ´playa’ más frecuentadas por la población local. Aguas tranquilas, un escenario idílico (mejorado con solariums, escaleras de acceso al agua y trampolines) y algunos de los mejores restaurantes de pescado fresco de la isla se localizan en este pequeño pueblo de pescadores que, hoy, alberga una modesta infraestructura turística. Ideal para darse un chapuzón y olvidarse de todo.
Pozo de las Calcosas.- (Acceso: carretera Juan Moreno desde HI-150) Antiguo poblado de pescadores junto a una de las piscinas naturales más bellas de la isla. Una de las particularidades de este asentamiento es que se ha respetado la arquitectura tradicional de la zona. Casitas de piedra con techo de paja (colmo de centeno) culminan un trozo de costa mágico formado por las coladas de antiguas erupciones volcánicas. Un lugar irreal.
Ecomuseo de Guinea y Lagartario.- (Dirección: Carretera de Las Puntas (HI-5); Tel: (+34) 922 555 056; Horario: julio – septiembre M S 10.30 – 14.30 y 17.00 – 19.00 D 11.00 – 14.00; octubre –junio M S 10.00 – 14.00 17.00 – 19.00 D 11.00 – 14.00) Este pequeño centro museístico comprende el centro de recuperación del lagarto gigante, una especie endémica de la isla que estuvo a punto de extinguirse y un antiguo poblado agrícola hoy restaurado que se ha convertido en una de las referencias turísticas de la isla. La recuperación de un símbolo natural como el lagarto gigante y el cuidado por el patrimonio son un ejemplo claro de los herreños por el desarrollo sustentable. Muy cerca, en la costa, se encuentra el Hotel Las Puntas, el más pequeño del mundo.
Los espectaculares bosques herreños. La carretera HI-1 comunica, por las cumbres de la isla, las dos localidades más importantes de El Hierro (Frontera y Valverde). En las zonas expuestas a las nieblas del norte prospera la Laurisilva, un bosque mágico dominado por los helechos, musgos y una veintena de especies arbóreas que apenas dejan entrar la luz del sol. Tomando después la HI-40 en dirección a El Pinar se atraviesan los bosques abiertos de Pino Canario, el otro ecosistema estrella de las alturas isleñas. Desde el Mirador de Tanajara (en la población de Taibique) se puede ver una panorámica del bosque en toda su plenitud.
El encanto marinero de La Restinga.- El pueblecito marinero de La Restinga ocupa la punta sur de la isla y ha ganado justa fama entre los amantes del buceo por ser la puerta de entrada a la Reserva Marina del Mar de Las Calmas, uno de los mejores lugares del mundo para disfrutar de la vida subacuática. Pero hay mucho más: desde las playas, como la de La Restinga o la encantadora Tacorón hasta yacimientos arqueológicos como los petroglifos que se encuentran a pocos metros del pueblo. Otro de los puntos fuertes del lugar es su precioso paisaje volcánico.
Los enigmas de El Julan.- La carretera que recorre la fachada sur de la isla (HI-400) permite admirar la impresionante caída del terreno hacia el Mar de Las Calmas. En una de estas laderas, los bimbaches dejaron multitud de rastros en forma de grabados rupestres que se reparten por las coladas volcánicas de la Ladera del Julan; popularmente se los conoce como ‘Los Letreros’. La mayoría son motivos alfabetiformes de la antigua escritura líbico bereber. Un centro de interpretación (Acceso: HI-400; Horario: MS 10.00 – 16.00) anticipa las claves de la posterior visita.
Las sabinas retorcidas de La Dehesa.- El extremo occidental de El Hierro resume en pocas hectáreas todo lo que la isla representa; naturaleza, autenticidad y surrealismo paisajístico. La Dehesa es uno de los parajes más auténticos y, a la vez, con mayor carga simbólica para el imaginario insular. Es el lugar en el que se encuentra la Ermita de Nuestra Señora de Los Reyes (Acceso HI-506; Horario: M-D 9.30 – 17.30), patrona de la isla, es el centro de la rica cultura pastoril herreña y atesora uno de sus parajes más singulares: el Sabinar. Aquí, el viento creó un paisaje de árboles retorcidos que recuerdan a las pinturas surrealistas.
El fin del mundo está en Orchilla.- La Punta de Orchilla (Acceso HI-503) fue, hasta el descubrimiento de América, el trozo de tierra más occidental del mundo conocido por el orbe europeo. Durante siglos también fue el punto de paso del meridiano cero. Impresionante para un lugar tan pequeño, pero la verdad es que lo merece. Desde el actual Faro de Orchilla la sensación de estar en el fin del mundo es real. La inmensidad del Atlántico y la propia configuración del paisaje crean esa atmósfera. Ideal para ver una puesta de sol imponente.