Carla Suárez, madrina de una ONG que fomenta la educación y el desarrollo a través del deporte

La tenista grancanaria Carla Suárez.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

“Nuestro campo de actuación son esas ciudades surgidas en la nada que acogen a la personas que huyen de la persecución, violencia, los desastres y la extrema pobreza”. Así se define la ONG Ciudades de Viento en su web, una organización que se presentó en sociedad el pasado 4 de marzo en Cuenca y que usa del deporte (por ahora solo el tenis) para fomentar la educación y el desarrollo en diferentes partes del mundo.

Carla Suarez fue la escogida para ser la madrina tras una idea de uno de los ocho fundadores de la ONG, Freddy Santos, un profesor de tenis de alumnos de nivel de base e intermedio. “Un día, a través de Xavi Budó (entrenador de la grancanaria), se lo ofrecí mandándole una carta y la sorpresa fue que nos dijo que sí desde el principio, y eso que la pillamos en un momento delicado, debido a su lesión en el hombro que le ha impedido competir en óptimas condiciones”, narra Santos. 

La carta original con la que Santos convenció a Carla Suárez está publicada en su web y el fundador de Ciudades de Viento se mostró “muy orgulloso” de tener “una crack dentro y fuera de las pistas” colaborando con una ONG que quiere ser “pequeñita”, es decir, que todo aquel que quiera colaborar con ellos, vea a donde, cómo y a quién se destina su ayuda. “Vamos paso a paso, enfocándonos en un solo proyecto antes de pasar a otro”, aclara Santos.

Ahora mismo tratan de crear una escuela deportiva para los pigmeos Baka en el sur de Camerún, en colaboración con Zerca y Lejos, que tiene un proyecto educativo en la zona. “Los Baka tienen problemas con otras etnias, con el Gobierno de Camerún y la deforestación del segundo pulmón del planeta”, explica Santos

Concretamente, en la ciudad de Bengbis, Zerca y Lejos cuenta con un colegio de Educación Primera, donde Ciudades de Viento enfocará sus esfuerzos para tratar de fundar la Educación Física “formando a dos pigmeos Baka como profesores para que se mantenga una escuela deportiva de forma estable y duradera”, cuenta Santos, quien matiza que “no se trata de ir, hacernos una foto y volver, sino de escucharlos y que nos digan cuales son sus necesidades y tratar de cubrirlas en la medida de nuestras posibilidades”.

“Lo ideal”, comenta Santos, “sería poder crear unas instalaciones polideportivas y que al final haya incluso una placa conmemorativa con el nombre de Carla Suárez y el de la ONG en la ciudad”, afirma, agregando, en tono serio, que no pararán “hasta crear la escuela”.

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