Consultas para llevar el derecho a decidir más allá de la independencia
Catalunya parece ser tierra de consultas. Mientras los partidos intentan infructuosamente negociar una consulta sobre la independencia con el gobierno del Estado, colectivos ciudadanos apuestan por organizar las suyas propias. Igual que en 2009 se empezaron a organizar consultas sobre la independencia, ahora la plataforma Multireferèndum quiere llevar más allá el formato de las consultas populares y preguntar a la ciudadanía sobre diversos temas que le afectan.
La idea surgió de la plataforma Aturem el fracking, donde participan individuos y también colectivos, como Som Lo Que Sembrem, al que pertenece Albert Puy. “Encontramos una gran opacidad con el tema de la fractura hidráulica, cuando algunos ayuntamientos ni siquiera fueron informados de que se habían concedido permisos a empresas para perforar su subsuelo”, explica Puy. “Algo estaba fallando cuando las instituciones más cercanas a la población, que son los ayuntamientos, ni siquiera habían podido participar”, añade.
De esta preocupación por la opacidad surge la idea de hacer una consulta a la ciudadanía. “Ya que no habíamos podido participar, no habíamos podido decidir, nos planteamos hacer un referéndum”, dice Puy. Y por qué no una Iniciativa Legislativa Popular? Porque no tienen buenas experiencias al respecto. En 2009 Som Lo Que Sembrem presentó 105.000 firmas para llevar al Parlamento una ILP contra los transgénicos, pero los votos de CiU, PSC y PP permitieron rechazarla sin que ni siquiera se debatiera.
Preguntas de diversos colectivos
Por todo ello, abrieron el proyecto a diversos colectivos con el objetivo de consultar directamente a la ciudadanía. Una de las propuestas que se votan es precisamente que los grupos promotores de ILPs puedan someterlas a referéndum. Es una de las cuatro preguntas generales y tres cuestiones locales que promueven diversos colectivos. Som Lo Que Sembrem pregunta qué tipo de agricultura queremos en Catalunya, con o sin transgénicos; la CUP y la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda preguntan si queremos “que el Gobierno de la Generalitat de Catalunya deje de pagar la deuda y los intereses que la ciudadanía declare ilegítimos”; la Red para la Soberanía Energética, si queremos que “la ciudadanía de Cataluña establezca un control democrático directo sobre el sector energético”.
Además, la iniciativa nace con una fuerte vinculación al territorio y en tres lugares habrá una quinta pregunta específica sobre problemas locales. Una sobre el proyecto de Barcelona World, otra sobre la gestión del servicio de abastecimiento de agua de la ciudad de Lleida y la tercera sobre la construcción de la línea de Muy Alta Tensión.
Este miércoles 23 de abril comienza la votación a través de internet, que estará abierta hasta el 16 de mayo. A partir de entonces se podrá llevar a cabo el voto anticipado en diferentes puntos habilitados hasta el día de celebración del Multireferèndum en toda Catalunya: el 25 de mayo, coincidiendo con las elecciones europeas.
Derecho a decidirlo todo
La comparación con el proceso soberanista es inevitable y Albert Puy considera que la iniciativa en este contexto “es muy pertinente porque estamos hablando del derecho a decidir y entiendo que tenemos derecho a decidirlo todo”, asegura.
“Tenemos un bloqueo político que no nos permite decidir sobre la independencia de nuestro país, aunque lo haremos, y de la misma manera tenemos un bloqueo desde las mismas instituciones catalanas sobre cuestiones iguales o más graves, como es la deuda ilegítima”, dice Puy. “Para que sea real la independencia necesitamos poder decidir sobre todos aquellos temas que nos hacen prisioneros y en ningún caso benefician a la ciudadanía sino a unos intereses muy concretos”, añade.
“Los cambios difícilmente vienen de las instituciones, sino de la ciudadanía, y ésta no es la primera oportunidad ni la última, pero es una buena oportunidad para recuperar la palabra democracia, que es poder del pueblo”, explica. Considera que es una iniciativa “instituyente” una herramienta para “encaminarnos hacia una democracia más directa”.
Ponen énfasis en el rigor, necesario para demostrar cómo podría funcionar un proceso de democracia directa. Para ello la plataforma de voto electrónico, preparada por Piratas de Cataluña, prevé que el votante deba identificarse con el DNI, a la vez que el voto queda encriptado, para evitar que vuelva a votar presencialmente. En todo caso, no tienen ninguna duda de la legitimidad del proceso: “Está muy legitimado para permitir decidir sobre cosas que no tenemos otra herramienta para decidir, en algunos casos muy nuevas como el BCN World, u otras ya muy viejas como los transgénicos”, recuerda Puy.