Felip Puig da a entender que Ester Quintana perdió el ojo por culpa de los objetos lanzados por los manifestantes
El impacto que le provocó a Ester Quintana la pérdida de un ojo durante la manifestación de la pasada huelga general en Barcelona no fue el de una pelota de goma disparada por los Mossos d'Esquadra, sino el de los objetos que lanzaron en aquella zona los mismos manifestantes. Esta es la tesis que, a pesar de los numerosos testigos, ha defendido el conseller de Interior en funciones, Felip Puig, en su comparecencia ante la Diputación Permanente del Parlament de Catalunya. El conseller ha asegurado que “ese día no se lanzó ninguna pelota de goma”, pero en cambio ha reconocido que sí se dispararon 65 proyectiles de lanzaderas, que a diferencia de las pelotas o balas de goma, no rebotan y son más precisos.
Ninguno de estos proyectiles, sin embargo, se disparó, según Puig, en el Paseo de Gracia, el lugar donde se encontraba Ester Quintana. En este sentido, el conseller ha añadido que, a esa hora y en aquella zona, lo que sí que se produjo fue “un lanzamiento de objetos” por parte los manifestantes, insinuando así que podrían haber sido los mismos huelguistas los causantes del impacto que recibió Quintana. Al respecto, Puig ha concluido: “Lamento profundamente lo que le pasó a Ester Quintana pero no fue por el lanzamiento de proyectiles de los Mossos”.
Puig se ha referido también al menor de Tarragona que resultó herido y ha recordado que el mismo día se inició una investigación. El conseller ha reconocido que las imágenes “hieren la sensibilidad” y que “la primera impresión es que la intervención podría no ajustarse” a la normativa. Sin embargo, el consejero mantiene que se trata de un “golpe involuntario y fortuito”. Puig ha recordado que los dos casos se están investigando.
Durante la sesión, los diputados del PSC, ICV y ERC han puesto en duda que el “rebote” de una porra pueda provocar tantos daños al menor de Tarragona, que tuvo que recibir diferentes puntos en la cabeza. “Es un rebote muy contundente”, dijo Joan Puigcercós, de ERC, poniendo en duda la versión oficial. También han insistido en que se dejen de utilizar las balas de goma y que se consensue un sistema de actuación. “La policía tiene sus propios protocolos para el uso de armas pero hay un control político”, dijo Josep Vendrell, de ICV.
Los tres partidos han denunciado también que los agentes antidisturbios no vayan identificados, tal y como fija la ley. El conseller, como ya ha hecho en otras ocasiones, ha defendido que “se cumple escrupulosamente la normativa” pero “cuando llevan las defensas, en algunos casos estas no dejan ver la identificación”. Además, ha recordado a ICV que ellos tuvieron siete años para cambiar la normativa, mientras estuvieron en el tripartito, y no lo hicieron. Vendrell, en su turno, le ha recordado que fue precisamente el tripartito el que sacó adelante el Código Ético de los Mossos d'Esquadra que después el gobierno de CiU suspendió.
El uso de las balas de goma
Los diputados también han discutido sobre el uso de balas de goma, o de los proyectiles que teóricamente son más precisos, y Felip Puig ha anunciado que durante la próxima legislatura se analizará el uso de estas armas. Aun así, el conseller ha dicho que las alternativas que están utilizando otros países, como las mangueras de agua a presión, también han provocado heridos. Uno de los amigos de Ester Quintana, que estaba dentro de la sala y ha seguido toda el debate, criticó que Felip Puig “es indigno” del cargo que ocupa y que “ha mentido” en sus declaraciones. Según ha asegurado, “el día de la huelga se recogieron proyectiles”, aunque el conseller ha defendido que en ese punto no se dispararon.