El entorno de Lanza vincula una retención en 2014 a una situación de “acoso policial” en Barcelona
Mariana Huidobro, madre del joven condenado por el 4F Rodrigo Lanza, se quedó “estupefacta” cuando vio, en directo desde el plató del programa de TV3 .Cat, la información de El Periódico que recogía un atestado policial reciente –posteriormente desestimado por el juez– según el cual su hijo admitía supuestamente ante dos agentes haber sido el autor de la grave agresión a un guardia urbano en el desalojo de la calle Sant Pere Més Baix, la noche del 4 de febrero de 2006.
“¿Cómo puede ser que después de nueve años de haber negado ser culpable y tras cumplir la condena completa vaya a decir esto ante unos guardias?”, se pregunta su madre, Mariana Huidobro, ante la información sobre el suceso de hace un año. “Es imposible, absurdo y una manipulación”, sentencia Huidobro, que recuerda como su hijo tuvo opción de acceder a beneficios penitenciarios durante su condena a cambio de admitir haber participado en los hechos y nunca lo hizo.
En el atestado, fechado a 2 de febrero de 2014, la policía relata como identificó a un grupo de jóvenes, entre ellos Lanza, en el Parque Güell, después de que un guarda de seguridad del recinto les hubiera llamado advirtiendo que le habían lanzado una piedra. Siempre según la versión policial, durante la retención Lanza habría admitido haber cometido el lanzamiento fatal de una piedra contra el agente herido, y hasta se habría jactado de ello cuando, al querer dar la mano a los agentes al término de su actuación, ellos se negaron: “Tu compañero tampoco me pudo dar la mano”, habría afirmado el joven.
El atestado, sin embargo, fue desestimado al momento por el juez, que no vio justificadas las faltas de “daños” y de “desobediencia leve contra los agentes” con que le acusaron los guardias. Al ser rechazado, Lanza y su familia nunca llegaron a saber de la existencia del documento, hasta que ayer lo hizo público El Periódico.
Para Huidobro, así como su abogado, Gonzalo Boye, lo sucedido se enmarca en una situación de “acoso policial” a Lanza por parte de la Guardia Urbana de Barcelona, que le para y le identifica a menudo, según su madre. “Desde que salió de la cárcel se fue a vivir a Zaragoza porque aquí le paran muchas veces, le dicen que saben quien es...” relata Huidobro. “Le identifican cada vez que le ven y le piden la documentación en una situación de acoso, por parte de un cuerpo de policía que por otro lado nunca ha criticado a sus compañeros por torturas”, añade Boye.
Huidobro detalla que su hijo ha vuelto ya a Zaragoza tras pasar los últimos días en la capital catalana junto a su familia. La madre dice estar mucho más tranquila cuando su hijo está fuera de Barcelona, y pese a que tenía previsto quedarse unos días más aquí, al final ha optado por irse tras ver el programa de TV3 ayer.