Los candidatos simbólicos de la CUP en el Parlament
Durante la elección de la Mesa de la X legislatura del Parlament de Catalunya han aparecido tres votos nulos en todas las votaciones, algo nada habitual en una sesión parlamentaria. A pesar de que los responsables del recuento se referían a ellos simplemente como “voto nulo”, sus autores, los diputados de la CUP, han explicado en Twitter el contenido de las papeletas. Os explicamos quiénes serían los miembros de la simbólica Mesa del Parlament que ha votado la CUP.
Un presidente desahuciado
Los votos para presidente de la cámara catalana de los diputados de la CUP no han ido para Núria de Gispert, sino para Manuel G.B., vecino del municipio valenciano de Burjassot que el pasado mes de octubre, a sus 53 años, se arrojó al vacío ante la presencia de la comisión judicial y un policía local que se habían presentado en su casa para ejecutar su desahucio. A diferencia de otros, Manuel sobrevivió al intento de suicidio. La diputada Georgina Rieradevall ha depositado su voto con una camiseta de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Para los vicepresidentes, “ni olvido ni perdón”
El próximo 5 de enero se cumplirá un año de la muerte de Idrissa Diallo, un joven guineano, en el Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca. Algunos internos, a los que dieron voz diversas entidades sociales, denunciaron un caso de negligencia por parte de la policía, ya que, aseguran, Diallo solicitó ayuda médica y no se le fue concedida. Añadían la denuncia de la falta de servicios médicos y de urgencia en el CIE. Debido a la opacidad de la gestión de estos centros, aún no se ha aclarado la muerte de este joven.
Del asesinato de Pedro Álvarez hace más tiempo, pero eso no ha hecho que se olviden de él. El pasado fin de semana se cumplieron 20 años del día en que recibió un tiro en la cabeza mientras paseaba con su pareja por la avenida Catalunya de L'Hospitalet de Llobregat. Durante el proceso judicial, su pareja identificó a un policía, que en este momento no estaba en servicio, como el autor del disparo, pero 20 años después el caso sigue sin respuesta. La Plataforma Pedro Álvarez, que volvió a salir a las calles el pasado día 15, teme que el caso sea archivado.
Guillem Agulló, también del municipio valenciano de Burjassot, murió de una cuchillada en abril de 1993. Militaba en Maulets, organización juvenil de la Esquerra Independentista, y la acusación denunció en crimen como un asesinato por motivos políticos, ya que los jóvenes implicados en los hechos eran reconocidos por su ideología nacionalista española. Pedro Cuevas, condenado por el crimen, cumplió 4 años de condena y en 2007 se presentó a las elecciones municipales por Alianza Nacional. Toni Gisbert, portavoz de la acusación popular en el caso de Agulló, declaró en aquel momento a Vilaweb que asesinar nacionalistas sale barato en el Estado español.
Secretarios que exigen justicia
Ester Quintana es la mujer que perdió un ojo durante las cargas policiales que pusieron fin a la última jornada de huelga general el 14-N. Quintana, vecina de Barcelona de 42 años, presentó hace unas semanas una querella contra los Mossos d’Esquadra denunciando que el impacto que recibió en el ojo fue el de un proyectil o bala de goma de los que usan los antidisturbios. Por el momento, el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, niega que la agresión que sufrió Quintana la causara la policía. Sin embargo, varios vídeos han contradicho las versiones del conseller, que se ha visto obligado a rectificar en público y a aceptar la dimisión del máximo responsable de los antidisturbios, Sergi Pla.
Activista histórica del movimiento independentista de izquierdas catalán y hoy número 9 en las listas de la CUP por Barcelona y miembro de la Assemblea Nacional de Catalunya, Blanca Serra militó en el Front Nacional de Catalunya y luego en el PSAN (partido socialista de liberación nacional). Fue detenida a principios de la década de los 80 en el marco de una actuación contra el grupo armado Terra Lliure, aunque pocos días después fue puesta en libertad. Durante la detención denunció haber sido torturada.
Técnico electrónico de profesión, Andreu del Cabo fue despedido recientemente de la empresa donde trabajaba, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), por “razones disciplinarias”. Desde el sindicato CGT, sin embargo, denuncian que su despido se debe a su compromiso incondicional con las reivindicaciones de los trabajadores de la empresa, que en los últimos meses han llevado a cabo varias huelgas para defender sus condiciones laborales.
