Los Mossos desalojan una acampada a favor de la consulta ante la delegación del Gobierno
Los Mossos d'Esquadra han desalojado esta noche una acampada de más de un centenar de personas que había plantado sus tiendas ante la delegación del Gobierno en Barcelona para exigir la celebración de la consulta el 9-N a pesar de la suspensión cautelar del Constitucional. La policía catalana ha dispersado a empujones a los concentrados y ha retirado la mayor parte de las catorce tiendas que había.
Tras una primera actuación policial, los manifestantes se han replegado de nuevo en el cruce de las calles Mallorca y Roger de Llúria, donde se encuentra la delegación, pero los Mossos han vuelto a apartarlos otra vez a empujones hasta desalojar la acampada. Después de resistir hasta las 23:30, cuando habían convocado una asamblea, los concentrados han decidido levantar la protesta y convocar otra mañana por la tarde. En total había alrededor de la delegación una veintena de furgones de los Mossos, además de una decena de la Policía Nacional en segunda línea, que protegían el edificio ubicado en la calle Mallorca.
Un grupo de personas decidió esta noche acampar ante la Delegación del Gobierno en Barcelona para protestar contra la prohibición de la consulta. Su intención era bloquear la sede del Ejecutivo central en la capital catalana hasta que se levante la prohibición. La protesta ha surgido al final de una manifestación convocada por las organizaciones de la Izquierda Independentista cuando ha terminado la concentración en la plaza Sant Jaume por la tarde, organizada por la ANC y Òmnium también para defender el 9-N y poner en marcha la campaña puerta a puerta por el 'sí'.
Han sido más de un millar de personas las que se han sumado a la llamada de la campaña Desobeïm y han recorrido las calles con gritos como “Desobediencia por la independencia”, “Ni Francia, ni España, Países Catalanes” o “Independencia para cambiarlo todo”.
Se han encontrado una Delegación del Gobierno completamente blindada por los Mossos y las luces de la calle apagadas. Allí uno de los convocantes ha cogido el micrófono para anunciar que querían proponer a los asistentes acampar en el cruce ante el edificio gubernamental como símbolo de desobediencia, a lo que los manifestantes han contestado con gritos de “¡Acampamos! ¡Acampamos!”.
Las personas dispuestas a pasar la noche se han reunido para valorar si la propuesta era factible y posteriormente han desplegado 14 tiendas de campaña que llevaban preparadas. Con el desalojo han increpado a los Mossos recordándoles que su actuación no dependía de la decisión del Tribunal Constitucional y han proferido gritos contra el gobierno de CiU.
