Los vecinos de Sagrada Familia intensifican las protestas contra la invasión turística
El efecto Barceloneta va camino de convertirse en un tsunami a pocos meses de las elecciones municipales. Los vecinos de Sagrada Familia preparan un otoño de movilizaciones contra la intensa presión turística que soporta el barrio aprovechando las protestas vecinales de este verano iniciadas en la Barceloneta por la presencia de pisos turísticos ilegales y contra la especulación Inmobiliaria.
La primera manifestación se ha convocado para el próximo lunes 6 de octubre para protestar contra la construcción –casi clandestina- de un nuevo aparcamiento para trece autocares turísticos en una zona verde situada en la confluencia de las calles Lepanto y Aragón. Y no será la única. Los perjuicios que genera la presencia masiva de turistas sin ningún control en los alrededores del templo de la Sagrada Familia, la apertura de nuevas tiendas de souvenirs vulnerando la normativa, la luz verde del consistorio barcelonés al plan que permitirá la transformación del cine Niza en un supermercado de la cadena Mercadona y la falta de respuesta del distrito del Eixample a las quejas por la presencia de apartamentos turísticos ilegales han acabado con la paciencia de los vecinos.
El pasado miércoles 1 de octubre se celebró la primera asamblea después de las vacaciones de verano en la Asociación de Vecinos de Sagrada Familia para preparar el calendario, informar de la reunión mantenida el 23 de septiembre con el regidor del distrito, Gerard Ardanuy, y convocar a los vecinos al plenario extraordinario del Eixample que se celebrará el próximo 15 de octubre para abordar el cuestionado modelo turístico del barrio. A la reunión asistieron decenas de vecinos –la mayoría afectados por el nuevo parking y por la urbanización del entorno del templo expiatorio- y en el local de la entidad no cabía ni un alfiler.
Los representantes vecinales reclamaron a Ardanuy que el templo expiatorio establezca un aforo limitado diario de visitantes, que ahora no existe, para evitar el colapso actual y que las colas de turistas se hagan dentro del recinto y no en las aceres. “Si se ocupa la acera se ha de obligar a la dirección del templo a pagar la tasa de ocupación de vía pública”, remarcó el responsable de urbanismo de la asociación, Joan Itxaso, después de recordar que el templo no paga ningún impuesto municipal y actúa con total impunidad al trabajar de noche y durante los fines de semana. Sobre los grupos organizados de turistas que colapsan las aceras de las calles próximas, la entidad exigió al distrito que ponga orden estableciendo un máximo de 25 personas por grupo y que prohíba el acceso de autocares que se limitan a descargar turistas para hacer la foto. “Que vengan en transporte público”, exigió Itxaso.
El apoyo de los grupos municipales de CiU, PP y ERC al plan definitivo que contempla la conversión del cine Niza en un Mercadona y en un posible hotel provocó les críticas de los vecinos, sobre todo de los residentes de las fincas más cercanas, que hasta ahora no han recibido ninguna información del Ayuntamiento a pesar de estar afectados por las futuras obras. A la espera de que el promotor presente el proyecto definitivo, la asociación vecinal prepara un recurso para intentar parar el expediente y conseguir convertir el mítico cine en un ateneo popular.