Un activista denuncia que los servicios de seguridad del Estado buscan infiltrados en los movimientos sociales
Ofrecer informaciones sobre movimientos sociales del barrio barcelonés del Poble Sec –nombres, teléfonos, trabajos y domicilios– a cambio de una remuneración e intermediación ante la Fiscalía en relación al caso Pandora, por el que está acusado. Esta es la oferta que recibió el activista Quim Gimeno de dos personas que se identifican como miembros de los servicios de seguridad del Estado, según ha revelado este martes La Directa.
Uno de los dos hombres contactó con Gimeno en un acto de apoyo a anarquistas represaliados, se presentó como periodista de la Agencia EFE, y lo invitó a hablar sobre su caso. “Me preguntó si había elementos violentos en Barcelona, si éstos tenían algún tipo de relación con mi causa... Siempre intentando ponerse de mi lado”, explica el activista sobre el primer encuentro. En un encuentro posterior, el hombre aseguró que en realidad recibía un salario fijo del Estado y que podía darle dinero a cambio de información, “especialmente con todo lo relacionado con los anarquistas chilenos Mónica y Francisco”, remarca Gimeno. Esta fue el primer encuentro documentado a escondidas por La Directa a invitación del activista.
En un encuentro posterior, se incorporó un superior de la persona que lo había contactado, que preguntó si lo habían contactado otros cuerpos de seguridad, como los Mossos o la Guardia Civil. El 11 de abril un encuentro en el barrio de Les Corts sirvió para concretar la oferta que se le hacía a Gimeno: por un lado, 200 o 250 euros fijos y una remuneración que podía crecer en función de las informaciones que aportara. Por la otra, mejoras para Gimeno en el proceso del Caso Pandora. “El fiscal es un puto funcionario, con todos mis respetos, jerarquizado, con jefes, que depende del gobierno, en este caso, de la administración del gobierno central, del gobierno de España”, asegura el que se presenta como el superior en una grabación.