José Luís Rodríguez Zapatero, en la etapa final de su mandato nos dejó un deplorable testamento: aceptación de las medidas de ajuste impuestas por la troika de la UE; reforma de la Constitución para anteponer el pago de la deuda exterior a cualquier otro gasto; aceptación de instalar en Rota (Cádiz) el Escudo antimisiles de EEUU. Testamento, del que no es menos responsable el presidente actual Mariano Rajoy, pues con él pactó Zapatero tan singulares aportaciones para el bienestar y progreso de los españoles.
De éste último, el escudo antimisiles, acaba de llegar a Rota el primer destructor de los cuatro que se han de instalar en la bahía de Cádiz, portadores de mísiles balísticos que han de interceptar los mísiles lanzados por supuestos países enemigos de EEUU y sus aliados de la OTAN, entre ellos, claro está, nosotros.
Estos cuatro destructores van dotados de un sofisticado sistema de detección de mísiles denominado Aegis BMD, al que acompañan misiles SM-3 de 160 km de alcance destinados a destruir en el aire un misil atacante. El total de marines desplazados será de 1.800 efectivos, entre la tripulación de los destructores y personal militar y, más 1.200 de personal civil.
Este escudo antimisiles fue aprobado en la cumbre de la OTAN de Lisboa en noviembre de 2010. Consistía, de otras instalaciones similares, baterías de misiles interceptores en Rumania y Polonia y más rádares en Turquía. Una panoplia de instalaciones a la que se opuso enérgicamente Rusia, pues aunque EEUU lo niegue, y afirme que su destino es impedir el ataque de países enemigos como Irán, su disposición en países fronterizos con Rusia evidencia que el escudo tiene otros propósitos.
Un escudo que evidencia la reapertura de una carrera de armamentos nunca del todo finiquitada. La Rusia de Putin se mostró muy irritada desde el inicio de la aprobación del escudo antimisiles, ya que lo considera una ruptura de los acuerdos alcanzados sobre la reducción de armas nucleares (STAR). Rusia considera que el escudo es una amenaza, lo que ha empujado a Putin a desplegar misiles Iskander de largo alcance y con capacidad de transportar cargas nucleares en Kaliningrado apuntando a Europa; además de iniciar la investigación de nuevos y complejos sistemas de misiles que puedan burlar el escudo de EEUU.
Un escudo que forma parte de los dispositivos de la OTAN desplegados en España para complementar su despliegue en el Mediterráneo, el Norte de África y Oriente Próximo. El escudo forma parte de un conjunto de medidas militares dispuestas en esta región. Por una lado, el escudo de Rota estará coordinado con otro similar dispuesto por Israel para impedir el ataque con misiles sobre su territorio. Es decir, que el escudo de Rota también formará parte de la defensa del estado de Israel. Además, forma parte de la estrategia de EEUU, que se coordinará con AFRICOM como comando militar para África y el CETCOM, otro dispositivo militar destinado al control de Oriente Próximo.
Otra disposición reciente ha sido el despliegue en Morón de la Frontera (Sevilla), mientras no encuentren un lugar más apropiado en el Norte de África, de una fuerza de intervención rápida dependiente de AFRICOM, compuesta de 500 efectivos que se puede ampliar si el gobierno español lo autoriza a 750 marines, más ocho aviones. Esta fuerza tiene como misión actuar en los países de las regiones del Sahara y el Sahel para luchar contra los grupos jihadistas que practican el terrorismo.
En definitiva, España se alinea más que nunca con el bloque atlántico. Lo ha estado desde nuestra incorporación a la OTAN, y ahora lo está aun más con el gobierno del Partido Popular. Una alineación que dificulta que España juegue un papel de mediación entre Europa y el África del Norte y Oriente Próximo y se convierte en objetivo de ataques indeseados por parte de los enemigos de EEUU.
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