Barcelona crea un censo de pisos vacíos para ampliar la bolsa de alquiler social
¿Cuántos pisos vacíos hay en Barcelona? ¿Por qué razón lo están, teniendo en cuenta la emergencia de vivienda que tiene la ciudad? Estas son las dos preguntas que han hecho que el Ayuntamiento de Barcelona impulse un censo de pisos vacíos, según ha explicado hoy el concejal de Vivienda, Josep M. Montaner. El objetivo del consistorio es doble con esta medida: trazar un “mapa fiel” de los pisos sin uso y averiguar los motivos por los que lo están para luego incorporarlos al parque de alquiler social de la ciudad.
La estimación de los pisos vacíos en Barcelona es, según el propio consistorio, de unos 80.000 pisos. Una cantidad que permitiría –si fuera asimilada como alquiler social– aliviar, en parte, la crisis de vivienda de la ciudad. “Si se acogen al plan, los propietarios podrán tener ganancias, limitadas, y ayudarán al problema de vivienda de la ciudad”, ha dicho Montaner.
Con el censo de pisos vacíos, el consistorio cumplirá una de sus promesas electorales, después de llevar a cabo diversas medidas paralelas con el fin de incentivar el uso de los pisos vacíos: el Ayuntamiento anunció en julio que los propietarios de Barcelona pagarían 633 euros más por tener pisos vacíos y, unos meses atrás, en diciembre de 2015, Ada Colau consiguió la cesión de 200 viviendas de la Sareb, el banco malo. Ahora, después de un verano en el que la presión turística ha disparado el precio del alquiler hasta máximos históricos, el Ayuntamiento pretende incrementar su parque de alquiler social por medio de la detección, además del incentivo económico a los propietarios de pisos vacíos.
Este incentivo consistirá en beneficios en la tramitación del inmueble, un 50% de reducción en el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IMI) y también un 5% de subvención –en caso de que éste lo necesite– en las obras de la vivienda vacía, sin superar los 15.000 euros. “Barcelona quiere comprobar si el piso tiene propietario, si tiene proyecto o si está vacío porque no está en buenas condiciones”, ha destacado Josep Maria Montaner, que ha asegurado que el Ayuntamiento firmaría con los propietarios por un mínimo de cinco años.
El Ayuntamiento, en colaboración con el Instituto Municipal de Tecnología y Barcelona Activa, que formará una decena de técnicos para la gestión con los propietarios de pisos vacíos, implementará los próximos seis meses una detección en los barrios de Sat Andreu, San Martí, Nou Barris, Ciutat Vella y Gràcia. El objetivo es que el estudio se acabe haciendo extensible al resto de la ciudad, pero desde el consistorio se ha dejado entrever que se trata de un trabajo que ocupará toda la legislatura.
En cuanto al método para la elaboración del censo, un equipo de trabajo de quince personas visitará los inmuebles de una lista basada en cruzar la información del Padrón, el Catastro y los datos facilitados por Aguas de Barcelona sobre el suministro de agua. Estos elementos permitirán al Ayuntamiento conocer qué pisos muestran indicios de desempleo.
Por otra parte, el método para establecer los precios de alquiler funcionará según la bolsa de alquiler de cada distrito. Eso sí, según ha destacado el concejal de Vivienda, Josep M. Montaner, los alquileres estarán siempre “por debajo del precio de alquiler de mercado”. “Se busca que esté como mínimo a menos del 20% del precio de mercado”, ha reforzado el gerente del Ayuntamiento de Barcelona, Javier Burón.
El Ayuntamiento ha calificado el proceso de obtención del censo de “pionero” de acuerdo a que no existen muchos precedentes. En el resto del Estado, sólo el Gobierno del País Vasco, a través de la empresa Bizigune, movilizó unos 5.000 inmuebles desde 2004 aunque el proyecto se encuentra paralizado ahora mismo.
La CUP Barcelona, que ha acompañado a Josep M. Montaner en la comparecencia de este lunes y que votó a favor de la elaboración de un censo de pisos vacíos el pasado mes de febrero en comisión de Cultura y Deportes, ha hecho una llamamiento para superar las trabas del Estado y la Generalitat ante una “legalidad que no permite acceder a un derecho de todos y todas como la vivienda”. Según la CUP, este censo permitirá ver si bien la construcción o bien la dinamización de vivienda son la solución del problema habitacional que vive Barcelona.