La PAH ocupa un piso de Blackstone para exigir respuestas al fondo buitre
La PAH ha vuelto a poner el fondo estadounidense Blackstone en el punto de mira. Blackstone adquirió el paquete de deudas hipotecarias de CatalunyaCaixa y ahora los gestiona desde su filial española, Anticipa. Los afectados por la hipoteca han criticado en varias ocasiones la falta de voluntad negociadora de la entidad desde antes de que la compra se hiciera realidad. Este martes, tras concertar cita para visitar uno de los pisos provenientes de desahucios que la entidad tiene en el mercado, lo han ocupado con decenas de activistas de la PAH.
Reclaman la dación en pago y el alquiler social “sin chantajes” para las familias, mejoras en la atención telefónica y oficinas en las capitales de provincia para que puedan acudir los afectados, y contratos de arrendamiento que eliminen el cobro de costes adicionales a la cuota de alquiler. “Con el cumplimiento de nuestras demandas, se desbloquearán los casos de más de cien familias afectadas, que siguen sin solución desde que Blackstone adquirió 90.000 activos hipotecarios de CatalunyaCaixa, entre los que se encontraban sus hipotecas”, aseguran desde la plataforma.
La PAH denuncia que “Blackstone llega a aprovecharse de la angustia y de la desesperación de las familias recurriendo impunemente a la extorsión contratando empresas externas para que se presenten en el domicilio de las familias y amenazándolas con el desahucio si no abandonaban voluntariamente la vivienda”.
El conflicto entre la PAH y Blackstone viene de lejos. Cuando el fondo negociaba la compra del paquete de hipotecas de Catalunya Caixa, el banco catalán ofrecía a las familias los llamados “contratos de espera”. Proponía a las familias que no podían pagar la hipoteca un contrato que les permitía seguir en casa por cuotas de 300 o 400 euros hasta que Blackstone se hiciera cargo de la gestión. La contrapartida, sin embargo, era que firmaran una cláusula comprometiéndose a no protestar contra el banco. Por otra parte, tampoco garantizaban una solución pasado este plazo, como sigue denunciando la PAH. Los afectados pusieron en marcha una campaña con aliados internacionales, que protestaban ante la sede de Blackstone en Nueva York, y provocó preocupación en el fondo buitre.
