El día en que uno de los fundadores de los Panteras Negras elogió a los manteros de Barcelona
Miles de personas recorren en tromba las calles de Barcelona. Se manifiestan bajo el lema 'Volem acollir' (queremos acoger). En la cabecera de la manifestación, una representación del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes: Aziz Faye y Lamine Sarr, dos de sus portavoces, secundan a una tercera persona que no es del sindicato, mantera o refugiada.
Aunque, tal y como él ve las luchas por los derechos de las personas negras –como una única reivindicación, sea cuál sea el origen o la circunstancia– lo es todo a la vez: Bob Brown es esa tercera persona. Brown es uno de los fundadores de los Panteras Negras estadounidenses y se desplazó hasta Barcelona sólo para conocer el movimiento de los manteros. “Lo de estos chicos es algo diferente, un auténtico orgullo para toda la comunidad”.
A finales de los años setenta, Bob Brown fue uno de los fundadores de la delegación de Chicago de los Panteras Negras, la organización del movimiento en defensa de las personas negras –“socialistas y revolucionarios”, se definían– más influyente del siglo pasado. Casi 50 años después, Brown sigue haciendo activismo. “Por la unión de todos los africanos”, comenta en la marcha por los refugiados de Barcelona mientras luce una camiseta del sindicato mantero.
El ex Pantera Negra recorre ahora el mundo con el objetivo de conectar pequeños grupos progresistas para “tejer vínculos entre ellos”. “Unos pocos no hacen mucho, pero Internet es una ventana a la unión de todos los hermanos”, sentencia el veterano activista, que cuenta con tantas canas en su cabellera como países visitados en las últimas décadas en pro de los derechos de las personas negras y contra el racismo.
Un movimiento “único”
En los próximos días, Brown irá a Londres y París, antes de empezar una larga gira por América Latina. Pero de forma extraordinaria ha alargado su estancia en Barcelona porque ha visto algo “único” en la capital catalana: el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes.
Brown destaca que, en todos estos años conociendo experiencias de agrupaciones de diferente índole, jamás había conocido un grupo sindical organizado. “Lo que ellos hacen es un orgullo para todos: debe extenderse, no sólo para los vendedores, sino para todos los trabajadores”, dicta mientras varios manteros a su alrededor esbozan una sonrisa.
“Para nosotros esto es un refuerzo muy positivo. Que alguien como Bob se interese por nuestra situación es muy importante”, comenta uno de los manteros que este viernes asistió a la charla de más de dos horas y a puerta cerrada que Bob Brown tuvo con los vendedores.
El reconocimiento de Brown se suma a la larga lista de personalidades y entidades que, tan sólo un año después del nacimiento del colectivo de la manta, han alabado la labor de los vendedores de Barcelona. El mismo Papa Francisco recibió hace unas semanas al colectivo en el Vaticano. “Seguid luchando”, les dijo el pontífice. “Esto se hace grande. Las cosas están difíciles, pero hay motivos para seguir batallando”, zanja Pape Diop, otro de los portavoces del sindicato mantero y que ha hecho las veces de traductor de Brown en las intensas 24 horas con el colectivo.