El director José Luis Montesinos ha entrado a formar parte del palmarés de los Goya, el máximo galardón que otorga la Academia española del Cine. Este ha sido el último galardón que se ha llevado su corto El corredor, que acumula desde el 2014, más de una decena de premios entre los que destacan, además del Goya al mejor cortometraje, el Gaudí del año pasado o el reconocimiento de mejor corto europeo en el Festival Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). El corto dirigido por Montesinos e interpretado por Miguel Ángel Jenner y Lluís Altés, invita a reflexionar sobre la crisis a través de un encuentro fortuito entre un ex trabajador y el jefe de una empresa obligada a cerrar. No es el primer cortometraje exitoso de Montesinos, que en 2010 ya cosechó una interminable lista de premios –más de cien– en el ámbito nacional e internacional con La historia de siempre. A continuación recogemos las sensaciones del director tarraconsense después de recibir el premio más importante del cine español.
¿Qué ha supuesto ganar el Goya?
Una ventana para que mucha más gente vea nuestra obra. Una alegría por todos aquellos que han sido felices viendo al corto recoger un galardón tan importante.
¿Por qué crees que ha funcionado tan bien el corto?
Lo curioso es que con La historia de siempre tuvimos también muchos premios y ni siquiera estuvimos nominados. El corto ha funcionado muy bien en España pero nos ha sorprendido el eco internacional que ha obtenido. El tema de las segundas oportunidades ha gustado. La gente se ha familiarizado con el dolor que sufren las personas afectadas por la crisis. Mucha gente se ha sentido identificada con nuestra historia.
¿El Corredor ha llegado a la meta?El Corredor
Todavía quedan festivales, proyecciones y vías de distribución para el corto. Nunca hay una meta real, tan solo sirven para caminar.
Vamos al principio de esta larga maratón. ¿Qué te llevó a recoger la realidad de los despidos y el cierre de empresas?
Varias generaciones lo hemos sufrido, entre las que incluyo a la mía. Me entrevisté con la Fundación PIMEC y con personas que lo habían perdido todo por la crisis económica, así se gestó el guión. No tenía ningún interés en politizar el punto de vista de las dos partes: el empresario que despide y el empleado que es despedido; el tono de comedia permite digerir el drama humano que hay detrás de esta realidad. Se dice que en toda comedia hay un drama escondido, y al revés.
¿Dónde te sientes más cómodo es con el cine de contenido social y realista?
No me planteo hacer cortos de temática social sino de supervivientes sociales. Personas que llevan adelante sus vidas como pueden. Estas son las historias y los personajes que más me gustan. La mayoría de veces su mundo es muy cruel. El corredor es la historia de gente que lo ha perdido todo y la vida les brinda una segunda oportunidad. Por desgracia, con los estragos de la crisis, son personajes que todos conocemos.
No parece casualidad que hayas vuelto a contar con el mismo actor de La historia de siempre, el veterano Miguel Ángel Jenner.La historia de siempre
Miguel Ángel tenía el perfil ideal para hacer el papel de empresario que lo ha perdido todo. Es un gran actor y puede interpretar muchos registros. Desde un principio pensé en él. La mirada, la gestualidad, la voz, encajaban a la perfección para interpretarlo.
¿Cómo descubriste a Lluís Altés?
En un casting y quedé sorprendido. Es un actor que tiene una energía brutal. Interpretaba a un ejecutivo agresivo y me dejó boquiabierto. Necesitaba un actor con estas características, con una doble cara, que pudiera ser malo y, a la vez, desprendiera humanidad.
¿Cómo canalizas el trabajo del actor para sacar provecho de su talento?
Tengo la suerte de hacer muchos ensayos. Me gusta mucho trabajar con los actores. Son determinantes en una historia. Si no está bien interpretada cae como un castillo de arena. La familiaridad y la amistad con el equipo de rodaje es muy importante.
¿El cortometraje es un trampolín para saltar a otra categoría?
No lo creo. Antes pensaba que sí. Quizás uno de los escalones para llegar a subir a este trampolín, lo he aprendido con la experiencia. Son siete cortometrajes en cine, pero si no te mueves nadie te llama para encargarte un largo.
¿Está infravalorado el cortometraje?
Es un género en sí mismo. Su estructura, las herramientas de trabajo, son comunes con el largometraje. Es un género y se debería valorar como tal.
¿Hay mercado para el corto?
Prácticamente no existe. Es una pena, podría ser muy interesante si hubiese demanda. Falta educación, cuando seamos conscientes de que este apoyo es necesario, más industria seamos capaces de generar, y más aprecio a la cultura que hacemos, podremos prescindir de las subvenciones. Generando industria será mucho más sencillo levantar películas. En base a esta educación debemos mejorar el mercado y el espectador debe ser consciente de que hacemos algo muy bonito que se llama cine.
¿Alguna pista sobre tus nuevos proyectos?
Dos largometrajes que estamos desarrollando y que esperemos vean la luz. También esperamos que el Goya ayude en la complicada misión de hacer cine en este país.