El departamento de Enseñanza de la Generalitat de Catalunya aumentará la partida de becas comedor. Después de un verano en el que la alimentación de los niños ha llenado las principales portadas de periódicos y tertulias en Cataluña, la consellera Irene Rigau ha anunciado que incrementará la partida de becas desde los 32,2 millones actuales a 34 millones para el curso 2013-2014. Un aumento de poco más del 5% del presupuesto que debe servir, según Rigau, para evitar que ningún alumno con “privaciones alimentarias” se quede sin ayudas.
Este es el primer curso que aumenta sustancialmente la partida de becas comedor desde la llegada de Rigau a la consejería, aunque no lo hace al ritmo que crece la pobreza y la consecuente necesidad de ayudas. En las últimas semanas, por ejemplo, dos consejos comarcales -los organismos que tienen competencias en esta materia- han hecho públicas las solicitudes recibidas. En el Vallès Occidental las peticiones han aumentado en un 13% y en el Baix Llobregat, en un 20%. En el caso del primero, de las 9.500 peticiones que han registrado para el curso 2013-2014 sólo podrán atender a 4.933 -el 51% del total.
Con la nueva partida, la Generalitat prevé repartir en todo el territorio 64.000 becas a lo largo del curso que comienza la próxima semana. No servirá para dar respuesta a todas las solicitudes, pero sí -según el departamento- para que “todos los alumnos con privación alimentaria tengan beca”. Además, Rigau asegura “si es necesario” incrementarán las ayudas hasta que cubran el 100% del menú -ahora mismo suponen el 50%-, un margen que, en los casos más extremos, se ha llegado a cubrir hasta ahora con ayudas especiales de entidades como Cruz Roja o Cáritas.
Compromisos: homogeneizar criterios y detectar necesidades nutricionales
En el marco de la ampliación de las becas, la consellera Rigau también ha anunciado una serie de medidas para hacer frente a los problemas crecientes de alimentación de muchos niños catalanes que viven por debajo del umbral de la pobreza. Entre otros, se ha comprometido a homogeneizar los criterios que establece cada consejo comarcal para permitir el acceso a las becas, un sistema que hasta ahora suponía que la Generalitat no tuviera datos sistematizados para evaluar la situación de una manera global, y que provocaba ciertos desequilibrios entre territorios.
Otra de las decisiones de Enseñanza ha sido establecer un protocolo para detectar las necesidades alimenticias de los niños, un mecanismo que no ha concretado pero que ha avanzado que lo llevarán a cabo coordinados con el departamento de Bienestar Social y Familia, la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas y la Federación de Municipios de Catalunya.
Esta es, por lo tanto, la respuesta de Rigau a la grave situación alimentaria que viven muchas familias empobrecidas, por una parte, y la polémica que ha generado en el panorama político el informe presentado por el Síndic de Greuges que alertaba de que miles de niños y niñas catalanes sufren malnutrición por causas derivadas de su situación económica.