Nuevo episodio en la polémica del jefe de cirugía del Hospital del Vall d'Hebron que fue cesado después de atribuir dos muertes en los recortes. El Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán), Rafael Ribó, ha defendido este jueves que no hay “indicios concluyentes” para poder relacionar las dos muertes en el servicio de cirugía del hospital con la reducción presupuestaria del centro, tal y como sostuvo el cirujano cesado.
El jefe de servicio de cirugía cardíaca del Hospital Vall d'Hebron, Manuel Galiñanes, que la semana pasada atribuyó dos muertos a los recortes decretadas por la Generalitat, fue cesado de su cargo por no pasar el “proceso de evaluación preceptivo para todos los jefes de servicio y de sección ”, informó el hospital. El cese del médico fue una decisión del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y, según el centro fue “consecuencia directa de su renuncia a continuar con el proceso de evaluación, que es obligatorio que pasen cada cuatro años todos los jefes de servicio y de sección ”.
El Dr. Manuel Galiñanes, de 63 años y jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca del hospital desde 2010, había denunciado ante el Síndic de Greuges que dos pacientes del centro fallecieron el pasado mes de agosto al no ser intervenidos a raíz de los recortes que sufrió el centro en verano. En el primer caso el paciente habría muerto ingresado en el hospital cuatro días después de la fecha en que estaba programada la operación que nunca llegó mientras que en el segundo caso el paciente habría muerto en casa, donde esperaba recibir nueva fecha para el operación, que le habían pospuesto en varias ocasiones.
Desde el Vall d'Hebron se negó rotundamente esta relación. El Instituto Catalán de la Salud mantiene abierto un expediente de información reservada contra Galiñanes, después de que éste presentara un informe al ICS ya la dirección del hospital en el que denunciaba irregularidades en el funcionamiento del servicio. El expediente está en proceso de tramitación. Sin embargo, el Síndic de Greuges abrió una investigación por la denuncia del doctor, que ahora pasará a ser médico adjunto del servicio de cirugía cardíaca.
“Del análisis de los dos casos se extrae que no hay indicios concluyentes de que las reducciones presupuestarias hayan incidido en la muerte de estos dos pacientes”, ha asegurado Ribó en rueda de prensa. Ribó ha explicado que la intervención del primer paciente era de riesgo y que otro centro hospitalario catalán la había rechazado con anterioridad. El paciente murió al poco de que los médicos decidieran proceder a operarlo, según Ribó, que ha añadido que existía “disparidad médica” sobre si el nivel de fiebre que presentaba el enfermo “permitía más o menos celeridad en la intervención”.
La segunda defunción se trataba de un paciente “estable en su enfermedad” que tenía programada una intervención sin carácter de urgencia, que se aplazó en un primer momento porque el paciente estaba tomando medicamentos anticoagulantes que podían suponer un riesgo, y en una segunda ocasión porque se antepusieron otras operaciones que requerían una mayor inmediatez.